crónica Ap - el ex líder del psoe inicia su ronda de actos en xirivella

Los camaleones Sánchez y Ábalos abren brecha en Valencia

27/11/2016 - 

VALENCIA. La localidad de Xirivella en l'Horta Sud fue este sábado el escenario elegido por el ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para iniciar su ronda de actos de cara a preparar el próximo congreso socialista que debe convocar la gestora que actualmente dirige el partido. Esta, precisamente, es una de las polémicas existentes a día de hoy: el exlíder y una parte importante de la militancia exigen la inmediata convocatoria del cónclave mientras que la dirección provisional, controlada con mando a distancia por la federación andaluza de Susana Díaz, prefiere esperar a que se calmen las aguas y baje la inflamación creada tras la estruendosa salida de Sánchez.

Así, el dirigente madrileño, con el secretario general provincial de Valencia, José Luis Ábalos, como escudero principal, y figuras nacionales como Odón Elorza, José Antonio Pérez Tapias o Zaida Cantera, celebró un mitin en formato de mesa redonda en el que se congregaron más de un millar de simpatizantes. Entre los asistentes estuvieron el portavoz en Les Corts, Manolo Mata, la parlamentaria autonómica, Mercedes Caballero, el diputado provincial e impulsor del lobby socialista 3.0, Bartolomé Nofuentes, el exdiputado Andrés Perelló, la concejal de Valencia Maite Girau, el secretario comarcal de Utiel-Requena, Toni Quitana y el ex secretario general de UGT Rafael Recuenco, además de los alcaldes de Massamagrell, Albuixech y la Pobla de Farnals, entre otros. Por la tarde, esperaban militantes y cuadros de la Ribera Alta y la Ribera Baja en un acto que tuvo lugar en Sueca. La ausencia más destacada -por motivos de agenda- en el mitin matinal fue la de la consellera de Sanidad, Carmen Montón, quien apoyó a Sánchez hasta el último minuto pese a la diferencia de criterio con su jefe de filas en partido y gobierno, Ximo Puig.

Más de mil personas asistieron al mitin de Sánchez en Xirivella. EVA MÁÑEZ

Para estar fuera de calendario electoral fue un acto notable: bien es cierto que faltaba músculo orgánico y que se podría señalar la poca presencia de jóvenes en la cita, pero dada la situación actual de la formación socialista, puede decirse que el acto cumplió el objetivo previsto: evidenciar que existe una división de opiniones sobre lo acontecido en los últimos meses. O lo que es lo mismo, una brecha en la formación socialista en Valencia con la que Blanquerías deberá lidiar.

En cuanto al mensaje enviado por Sánchez, no difirió demasiado del que tejió en su visita al programa 'Salvados' de La Sexta tras su caída como secretario general del PSOE, su última aparición pública de relevancia. El dirigente madrileño mantuvo el viraje en su discurso: admitió -aunque no los citó- errores, mencionó la plurinacionalidad de España y expresó su deseo de potenciar la visión progresista del partido. Es decir, un discurso más próximo a Podemos tal y como esbozó tras perder su condición de líder.

Precisamente ese es uno de los problemas de Sánchez. El giro de un secretario general que pactó con Ciudadanos, negó a Podemos, en un momento en el que no es que rechazara la plurinacionalidad del Estado, sino que escondía incluso las tesis federalistas. Así, mientras desde algunos sectores favorables al dirigente madrileño ven una evolución positiva de su discurso, otros ven un simple cambio de disfraz en el que el 'no es no' a Mariano Rajoy es el único hilo conductor.

Pedro Sánchez, poco antes de su intervención. EVA MÁÑEZ

Lo curioso del caso es que el actual discurso de Sánchez bien podría fundirse en un abrazo con los argumentos que suele defender el secretario general del PSPV y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en materia de organización territorial y participación de la militancia. No en vano el líder valenciano fue el primero en celebrar unas primarias abiertas en España y siempre se ha mostrado dispuesto a coser alianzas con Cataluña y Baleares.

Sin embargo, las relaciones están rotas entre ambos dado que Puig, quien dimitió de la Ejecutiva del PSOE para forzar la salida de Sánchez, mantiene una alianza orgánica con la andaluza Susana Díaz, una federación con la que, conviene recordar, le separan algunas diferencias de discurso nada desdeñables.

Pedro Sánchez y José Luis Ábalos. EVA MÁÑEZ

En cuanto a Ábalos, fiel escudero de Sánchez en Valencia, ha sabido defender a capa y espada no con pocos argumentos las variaciones de discurso del ex secretario general del PSOE. De los movimientos del curtido dirigente socialista en esta batalla federal se desliza una estrategia para reforzar su posición de cara a la pelea orgánica en la Comunitat Valenciana que tendrá lugar en 2017. 

Mensaje de Sánchez a la gestora: "Vuestro tiempo ha acabado"

En cuanto a la intervención de Sánchez, el exlíder socialista se movió en los mismos mensajes claros y directos que venía reiterando antes de su parón mediático. La crítica a la abstención a Rajoy, la participación de la militancia y la exigencia de un congreso de inmediato fueron los ejes de su discurso.

Pedro Sánchez, saludado por la multitud. EVA MÁÑEZ

Así, Sánchez recalcó que para un socialista, "nunca jamás un adversario será otro socialista", dado que el adversario del partido "será siempre el PP". "No sobra nadie, falta la voz y el voto de los militantes", remarcó.

"Todos hemos cometido errores, yo los he cometido y pido perdón por ellos", comentó Sánchez, quien reiteró que "para ganar a la derecha y unir a la izquierda" deben "votar". "Hay algunos que dicen que tenemos que repensar el proyecto del PSOE, me parece bien, pero que la propuesta la haga una dirección política democráticamente elegida por la militancia", apuntó, para enviar un recado a la gestora: "Vuestro tiempo ha acabado".

Además, el ex secretario general instó a la dirección provisional del PSOE a que rechazara, techo de gasto incluido, los presupuestos de Rajoy. "Y si Rajoy amenaza con elecciones, le decimos que no le tenemos miedo", zanjó.

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