Banderas afuera, esto es un atraco: Eugenio Merino saca a pasear la rojigualda por Intramurs

VALÈNCIA. Aunque ha pasado algo menos dos semanas desde el Día de la Hispanidad, la resaca de la fiesta nacional sigue provocando dolores de cabeza a muchos. El ibuprofeno habrá que tomarlo en este caso en València. El creador Eugenio Merino vuelve a las andadas con una acción en Intramurs con la que sacará decenas de banderines de España a las calles del centro histórico aunque, en este caso, la obra tiene una doble cara. El artista, que causó sensación en la feria ARCO de 2012 congelando al dictador Franco en una nevera de Coca-Cola o cuñó el rostro de Jordi Pujol en una moneda de oro, regresa a València con su nueva propuesta que llega bajo el inequívoco nombre de La fiesta nacional, una acción con la que reflexiona en torno a los conceptos de patria y tributación. Banderas afuera, esto es un atraco.

“En un momento donde tenemos una exaltación de lo patriótico me parecía interesante destacar lo que hay detrás de las banderas, en este caso literalmente”. De esta forma, Merino copará las calles de banderines de España aunque, en el reverso estarán representadas otras banderas, las de al menos veinticinco paraísos fiscales. “Las banderas de paraísos fiscales simbolizan lo que yo creo que es el patriotismo, que es donde uno tributa. Estamos cansados de gente que habla sobre lo que es el patriotismo cuando es algo sencillo: creer o no creer en tu sistema democrático y tributar es el elemento básico para que exista el estado de bienestar", explica el creador. Más allá del sentimiento personal hacia una tierra, sus costumbre y cultura, esta es una reflexión sobre una patria entendida desde el beneficio personal y no el bien común. "Es esa nación donde un personaje como Bertín Osborne estaría muy contento" 

“La pieza es la exaltación de la fiesta, no hay ninguna conclusión después de la fiesta, uno va a disfrutar de lo que es la marca España: corrupción, evasión fiscal... eso para mi es la marca España. Cada vez que piensas en el patriotismo tienes que recordar también en qué país está ese patriotismo”. Aunque la cuestión de la corrupción es un tema que no es nuevo para Merino, lo cierto es que es bien consciente de que la alusión a las banderas tiene un significado especial en un contexto en el que la catalana y la española han pasado a ser armas. “En un momento donde lo racional desaparece reaparece lo emocional. Vemos que las políticas en España hoy en día parece que están destinadas a elevar ese impulso irracional que te acerca a una bandera. Es una forma de control. No creo en una bandera”.

Del banderín a las monedas de chocolate

No es la primera vez que el artista trabaja en torno a la corrupción política, temática que también trató de forma explícita en su última instalación en la ciudad de València, un proyecto con el que bañó de chocolate Espai Rambleta. Bajo el nombre ‘Suiza patria querida’, el creador quiso sacar los colores a la banca suiza, caracterizada por su privacidad contemplada en la ley desde 1934, que no permite, entre otras cosas, manifestar irregularidades en el sistema financiero. Fue en 2009 cuando el trabajador del banco HSBC en Ginebra (Suiza), Hervé Falciani, entregó a la Hacienda francesa su famosa lista, en la que incluía los nombre de más de 130.000 supuestos evasores fiscales, un terremoto que Merino reflejó con 11.000 monedas de chocolate que, en este caso, representaban el agujero que dejaron a sus países de origen.

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, Merino cuenta con diversas exposiciones individuales en Unix Gallery (Houston y Nueva York, EE.UU.), Jerome Zodo Gallery (Milán, Italia) o ADN Galería (Barcelona, España), entre otras. Además, ha participado en numerosas ferias como Volta NY, Volta Basel, ARCO (Madrid), Art Brussels, FIAC (París), Arte Fiera (Bologna), Art BO (Bogotá), MACO (México) o Art Wynwood (Miami). Asimismo, su trabajo se ha expuesto en exposiciones colectivas en centros y museos tan relevantes como Station Museum de Houston (EE.UU.), Musées royaux des Beaux-Arts (Bélgica), TEA Tenerife Espacio de las Artes (España), Villa Empain (Bélgica), Castrum Peregrini (Países Bajos) o Museum of Contemporary Art of Taipei (Taiwán).