VALENCIA, (EP). El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha emitido este martes un comunicado en el que ha manifestado que en su labor dentro de la Iglesia ha conocido "de manera directa la opresión que sufren las mujeres y las graves las injusticias ante la desigualdad", pero "como hombre de Iglesia no se hacen públicos todos los hechos, no se presume de ellos, se hace desde la sencillez" aunque forme parte de su día a día "visitar a esas mujeres, interesarse profundamente para junto a ellas buscar soluciones y mantener un apoyo constante".
Así responde a la polémica generada por sus declaraciones de la homilía del lunes, que han suscitado las reacciones de los grupos políticos. Bajo el título 'En el amor no cabe la desigualdad', el cardenal se ha preguntado "cómo no luchar con ellas, más aún, junto a ellas, porque sufren la desigualdad social y laboral y son víctimas de todo tipo de violencia, ante una sociedad injusta".
No obstante, ha indicado que se trata de una tarea silenciosa que "no se cuenta porque se encomienda, porque esa labor es silenciosa, pero es una revolución imparable por el cambio social". "A veces la sociedad avanza más que los gobiernos y la Iglesia participa de ese movimiento de cambio social imparable, siempre desde el amor, porque no basta con aplaudir las mejoras sino mantenerlas y luchar por su avance", ha agregado.
En esa lucha contra la injusticia que asegura conocer "bien de cerca", se encontrará "siempre" porque, ha remarcado, "no existe un sentido cristiano sin la lucha por los oprimidos".
El cardenal pide una oración contra la violencia que "obliga a tantos a emigrar de sus pueblos con pateras que se traga el Mediterráneo" y contra "la violencia doméstica", al tiempo que califica al gobierno de Maduro de "tiránica dictadura"
