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EL INVERSOR ESTÁ DESNUDO / OPINIÓN

Cuéntame cómo pasó... para sufrir tanto en bolsa

26/07/2017 - 

VALÈNCIA. ¿Recuerdan cuando los depósitos bancarios pagaban un 4,5%? No hace mucho de aquello. Concretamente, hace 4 años. Las cosas han cambiado mucho desde entonces para cualquier inversor. La volatilidad, también conocida como la medida del riesgo, es decir, el porcentaje que el valor de nuestras inversiones podría variar, al alza o a la baja, está en mínimos históricos. Sin embargo, debido a los bajos tipos de interés, los inversores tienen que asumir mayores riesgos si quieren igualar las rentabilidades de hace dos décadas.

En el año 1996, si invertíamos en bonos de empresas y gobiernos, obteníamos una rentabilidad promedio del 7,0%, con una oscilación (volatilidad) en el precio de los activos invertidos de un 6,0%. Diez años después (ver cuadro adjunto), para obtener la misma rentabilidad, debíamos diversificar nuestra cartera, ya que la rentabilidad de la renta fija había caído considerablemente. 

En el año 2006, todo inversor que desease obtener un 7,0% de rentabilidad, debía dedicar buena parte de sus inversiones a la renta fija, pero, una parte considerable de las mismas debía estar en renta variable, es decir, bolsa. A pesar de seguir el primer principio de la inversión, la diversificación, en el año 2006 todo inversor estaba asumiendo un 50% más de riesgo que en 1996.

Después de 20 años la situación no ha mejorado, más bien ha empeorado. Podemos afirmar que los últimos 3 años han sido complicados para la inversión financiera. Los mercados han estado 'nerviosos', a pesar de la continua caída de las volatilidades. En el año 2016, si hubiésemos tenido un objetivo de rentabilidad del 7,0%, debíamos haber diversificado aún más nuestras inversiones, dedicando una pequeña parte a la renta fija, dando protagonismo a la renta variable e introduciendo inversiones alternativas, como son el capital riesgo y la inversión inmobiliaria. Pero, nuestro objetivo de rentabilidad tiene un coste en términos de riesgo. El inversor que desease mantener el mismo objetivo de rentabilidad de hace 20 años, debía asumir 2,7 veces más riesgo.

Durante las dos últimas décadas, las rentabilidades han bajado, pero, las circunstancias personales de las personas siguen siendo las mismas. El que fuera conservador hace 20 años y, por ello, invertía en renta fija, lo sigue siendo hoy en día. Por ello, el ejercicio realizado hasta ahora en el artículo no debe tenerse en cuenta, ya que la constante nunca debe ser la rentabilidad, sino, más bien, el riesgo, si queremos tener una cartera idónea a nuestro perfil inversor.

En 1996, aquellos inversores que fuesen conservadores y dedicasen el 100% de sus inversiones a renta fija obtendrían una rentabilidad del 7%. Pasados 10 años, la misma distribución de cartera, es decir, la totalidad de las inversiones dedicadas a renta fija, obtenían un 2,7% de rentabilidad, un 60% menos de rentabilidad. Sin duda, si deseamos ver el efecto de los bajos tipos de interés en los inversores más conservadores, tan sólo hay que observar el efecto en la rentabilidad de la renta fija en el año 2016. El año pasado, la rentabilidad promedio de la renta fija cayó a 0,9%, un 87% menos rentabilidad que hace 20 años.

En este nuevo escenario para las inversiones, solo podemos pedir dos cosas: paciencia y reducción de expectativas. Paciencia porque estamos viviendo un ciclo económico sin parangón. Las medidas adoptadas por los bancos centrales están fuera de cualquier ortodoxia económica y, por desgracia, sus efectos no acaban de aparecer, prolongando en el tiempo una situación que parece que vaya a perpetuarse toda la vida. Reducción de expectativas porque, tal y como hemos podido ver, las rentabilidades de los activos de inversión están muy por debajo de lo obtenido hace mucho tiempo. Por lo tanto, pretender igualar la rentabilidad de entonces sólo nos conducirá a asumir mayores riesgos y, por lo tanto, a poner en peligro nuestro patrimonio. Si es usted conservador, confórmese con una rentabilidad del 0,9% y espere tiempos mejores.

Raúl Aznar es socio director de AZNAR Patrimonio, registrada en la CNMV como Raúl Aznar González EAFI

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