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declaran por la trama de corrupción

Dos 'zombies' de Imelsa reconocen que cobraron sin trabajar

8/07/2016 - 

VALENCIA. La primera de las dos jornadas de declaraciones de los investigados por ser presuntos zombies -personas que habitualmente no acudían al trabajo- no ha dejado a nadie indiferente. Dos de las personas que están como investigadas por presuntamente cobrar de la empresa pública Imelsa como asesores sin acudir a su puesto de trabajo han reconocido los hechos ante el magistrado instructor y el fiscal Anticorrupción.

Los 'zombies'

El expediente de contratación E. S. es impoluto. Incluso dentro del sumario hay una carta del diputado Salvador Enguix del 11 de febrero de 2015 diciendo que “ha cumplido con las jornadas de trabajo”. En el caso de E. S. reconoció este jueves ante el juez que “entró por Marcos Benavent porque tenía problemas económicos y la metió en Imelsa pero que nunca fue allí a trabajar de asesora”.

En el caso de esta chica, asevera “estar muy arrepentida y dice que devolverá el dinero que cobró ilegalmente de la empresa pública”. Para los investigadores el hecho de que los contratos estén como dice el expresidente de la Diputación, Alfonso Rus, “niquelados”, no es más que fiel demostración de que allí “todo se hacía de forma ilegal”.

El segundo zombie que confesó ante los instructores fue J. E., un amigo del autodenominado yonkie del dinero Marcos Benavent. Éste explicó que no tenía trabajo y que su amigo Marcos lo metió de asesor. Durante varios meses cobró de Imelsa pero jamás puso un pie en la empresa pública. Su expediente administrativo tampoco dice nada al respecto.

Más 'zombies'

Durante la jornada de hoy, el resto de zombies imputados declararán ante el magistrado instructor. Entre las personas que declaran hoy están un exjugador del Olimpic de Xàtiva, club de fútbol del que Rus fue presidente, y dos extrabajadores de la empresa de publicidad de cabecera del Partido Popular, Engloba.

Uno de ellos ya reconoció ante los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que nunca pisó Imelsa en los tres meses que cobró como asesor. Pero además, otro de ellos estuvo trabajando ocupando una de las pocas plazas para minusválidos de Imelsa, ya que eran solo el 2 por ciento de las mismas.

Pero además, Honorio Estornell, acusado de cobrar un finiquito por despido muy superior al que le correspondía, ha declarado que él cobró lo que le tocaba. Sobre el hecho de haber recibido 30.000 euros por un día de trabajo ha declarado que “es mentira”. Que ese dinero correspondía al finiquito de 100.000 euros que debía cobrar, pero que no sabe por qué lo partieron en dos partes, una de 70.000 y otra de 30.000 euros.

Según ha informado a los medios, Estornell asevera que le ha presentado al magistrado el contrato de ese día por el que, según él, cobro 79 euros y no 30.000. Un contrato que asegura “misteriosamente apareció ayer”. Explica el exsindicalista que “fui despedido por ser una persona incómoda”, dice que “cuando pasaba por las mesas los empleados de Imelsa le daban la vuelta a los papeles. Algo me olía mal y por eso me echaron a la calle”. En referencia a los zombies dice que “sí que había pero no en mi época”.

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