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julián lópez, número uno del pspv-PSOE por alicante

Julián López: "Podemos intentó desde el primer momento no sentarse en la mesa de diálogo"

El cabeza de lista del PSOE por Alicante defiende la posición de Pedro Sánchez: "Ha sido el que más se ha esforzado en que no se repitieran elecciones, intentando dialogar con los más cercanos y los más alejados a nosotros"

12/06/2016 - 

VALENCIA. Julián López (Almansa, 1971) es una de las cabezas privilegiadas del PSPV-PSOE. Profesor titular de Economía Aplicada en la Universidad de Alicante, fue fichado por Jorge Alarte para reforzar este área en Les Corts Valencianes en 2011. No obstante, la política no le era del todo ajena, dado que venía de trabajar como asesor de asuntos económicos y financieros durante dos años en el Ministerio de Fomento.

Tranquilo, afable, quizá su poca trayectoria orgánica le impidió ser el elegido como conseller de Hacienda tras alcanzar Ximo Puig la Presidencia de la Generalitat en 2015. En cambio, se le designó secretario autonómico de Modelo Económico y Financiación, un apartado que domina como pocos. 

No obstante, pocos meses después, aceptó el reto de encabezar la lista del PSPV al Congreso en la provincia de Alicante. Ahora, tras la legislatura fallida, repite como candidato y analiza para Valencia Plaza cómo han sido estos meses en Madrid, cuáles son sus sensaciones respecto al fracaso en las negociaciones y en qué situación llega al PSOE a la cita electoral.

-¿Cómo ha vivido estos primeros meses de una nueva etapa en el Congreso de los Diputados?
-Esta siendo una etapa muy diferente pero no solo para mí, sino también para los diputados más veteranos del grupo socialista. Es la primera vez que llegaban al Congreso sin saber lo que iba pasar. Entrar en este momento en la política nacional, con un cambio tan drástico en el tablero político, es un reto para los que llevamos menos tiempo... pero también para los que llevan más tiempo.

-Parte de esta campaña se juega en una clave: ¿De quién es la culpa de que se repitan las elecciones?
-Dentro de un momento en el cual nadie quiere asumir responsabilidades, el PSOE sí lo ha hecho. No diremos que la culpa ha sido de otros, porque todos tenemos algo de responsabilidad en la repetición de elecciones, pero si hay un partido que ha arriesgado en esta etapa somos nosotros. Desde que Pedro Sánchez acepta el encargo del Rey se sitúa en una posición más difícil y compleja que por ejemplo la de Mariano Rajoy, quien por dos veces se negó a aceptar el encargo de Felipe VI. Además, el líder del PSOE ha intentado construir un gobierno con quienes piensan más parecido a nosotros y también con quienes no piensan como nosotros. Esto es difícil y por el camino siempre te tienes que dejar alguna concesión para llegar a un acuerdo, pero si hay un partido que se ha esforzado y no ha querido que ser repitieran las elecciones es el PSOE. Otros desde la misma noche del 20D ya estaban buscando lo que llaman la segunda vuelta y otros se dieron cuenta muy pronto de que necesitaban otra oportunidad para poder presidir el Gobierno.

-Personalmente, ¿a usted le gustaba el pacto con Ciudadanos o quizá debería haberse intentado fijar primero un acuerdo con Podemos?
-Si el resultado hubiera sido equivalente al de la Comunitat y los números hubieran sumado mayoría absoluta como aquí, creo que se hubiera producido un gobierno como el valenciano. Pero el escenario era diferente y obligaba a buscar acuerdos con quien podía estar más cerca pero también con los que estaban más lejos. Al final, el objetivo del PSOE no era solo la investidura de Sánchez, sino tener la posibilidad de sacar adelante los proyectos de gobierno que queríamos acometer y eso requiere mayorías amplias. Aquellos que se niegan a tender puentes con partidos políticos diferentes están poniendo obstáculos para que España pueda afrontar las grandes transformaciones que necesita.

-Pero al final, el acuerdo con Ciudadanos daba una suma menor que con Podemos. ¿No se podía haber intentado acudir a Albert Rivera después de alcanzar algún tipo de pacto con Pablo Iglesias?
-Tú para dialogar tienes las posibilidades que también quieren los otros que tengas. Con Ciudadanos nunca hubo ningún problema para hablar, para hacer borradores y para rectificarlos. Sin embargo, Pablo Iglesias se dedicó a poner vetos desde el principio, luego los levantó y pidió ministerios en vez de centrarse en las propuestas... después terminó presentando un documento y se sentó, casi a rastras en la mesa del diálogo, para levantarse de inmediato. Creo que Podemos intentó desde el primer momento y por todos los medios, no sentarse en la mesa.

-¿Por qué el PSOE está perdiendo visibilidad o al menos visibilidad positiva? ¿Es una cuestión generacional?
-Es evidente que la crisis económica y social que hemos padecido ha provocado un shock enorme en la sociedad española. Aquellos partidos que tienen una historia y trayectoria detrás como el PSOE a veces tienen más dificultades para adaptarse a los cambios que otros partidos que son frutos precisamente de ese shock. De cualquier manera, nosotros los socialistas tenemos precisamente un bagaje con aciertos y con errores y hay otros que no tienen trayectoria y no han demostrado nada. Me cuesta imaginar a uno de estos partidos sin experiencia alguna de gobierno, situados al frente de la nave en una situación tan compleja económica y social. Esto no quiere decir que sea conformista con la situación del PSOE: los hechos son que hemos perdido posiciones entre los jóvenes, en las vanguardias sociales, en las grandes ciudades, en las clases medias... y debemos leer esta situación como un reto porque los socialistas debemos luchar por liderar la mayoría social.

-¿Verse superados por A la Valenciana de nuevo lo vería como un fracaso o ya lo asume como algo dentro de la lógica?
-La situación que se vive en la Comunitat es similar a la que se produce en otras autonomías de parecido perfil sociológico. Donde hay población más joven, fuertes núcleos urbanos... ahí estamos perdiendo posiciones y ya nos vimos superados el 20D por la confluencia Compromís y Podemos. Evidentemente, para un partido que sale siempre a ganar las elecciones, una derrota, sea quedando segundos o terceros, siempre es un resultado decepcionante. Ahora bien, el PSOE tiene que acostumbrarse también a que en este tablero político nuevo se pueden ganar las elecciones con un 30% de los votos y en ese escenario hay que hacer política de otra manera y hay que tratar de recuperar muchas complicidades que hemos perdido con algunas capas sociales que son fundamentales para nosotros.

-Si pudiera elegir, ¿preferiría que A la Valenciana no supere al PP y no sea primera fuerza política?
-Yo preferiría que el PSOE y el PSPV aquí ganara las elecciones. De todas formas, tengo claro que siempre preferiré que una fuerza de izquierdas le gane a la derecha. No sé si otros opinarían lo mismo.

-¿Qué opina de la posición que mantuvo Ximo Puig para conformar una Entesa para el Senado?
-La postura que planteó el presidente era perfectamente comprensible desde el punto de vista valenciano. No tanto por el resultado electoral que pueda darse o con el objetivo de ganarle a la derecha sino por coherencia política respecto al cambio en la Comunitat que se ha construido aquí. Lo que ocurre es que el propio Pablo Iglesias, para sabotear esta propuesta, apeló a un pacto en toda España que no era deseado por el PSOE. Y se entiende perfectamente porque el cambio valenciano tiene unas claves diferentes a las que se dan en el ámbito nacional. En cualquier caso, nosotros no somos como otros partidos que parecen una orden religiosa. Nuestros secretarios generales no son el Mesías, somos un partido que tenemos unas normas: se propone, se debate y todos aceptamos los resultados que decide la mayoría.

-En el mitin de Burjassot, Pedro Sánchez hizo una crítica muy dura a Podemos cuando, al final, aquí son socios en el Pacto del Botánico. ¿No incomoda aquí ese planteamiento?
-Precisamente sirve lo que decía antes de cómo se ha construido el cambio en la Comunitat. Aquí Podemos nunca tuvo ninguna duda en relevar al PPCV y no tuvo duda en darle los votos a un candidato socialista para que fuera investido en primera vuelta. Nunca condicionó los votos a Ximo Puig a entrar en el Consell y de hecho, no está en el Ejecutivo. En definitiva, aquí en la Comunitat se ha dado una situación que permite tener una relación en determinadas coordenadas y en España hay otras circunstancias diferentes, dado que Podemos allí sí obstruyó el cambio.  O lo que es lo mismo, aquí desde el primer momento tuvieron claro que había que investir a un presidente socialista y allí desde el principio tuvieron claro que había que repetir las elecciones para aliarse con IU y tratar de superar al PSOE, que es lo único que persiguen.

-Si se da un resultado similar al de la Comunitat, entiendo que ve obvio que sí hay que buscar un pacto a la valenciana.
-Es que además si existe esa combinación, probablemente no habrá otra posible.

-Pero, ¿qué va a hacer el PSOE? ¿Si hay sorpasso de Podemos jugarán una abstención con el PP o investirán a Pablo Iglesias?
-El PSOE tiene que hacer lo que ha hecho. Volver a dialogar con todo el mundo, sentarse con todos, hablar de políticas y no de ministerios. ¿Qué va a plantear Pablo Iglesias si gobierna? ¿Un reparto de carteras? ¿Freír a impuestos a todos los españoles? ¿Salir del euro? ¿Un referéndum para Cataluña? Si plantea esas cosas difícilmente tendrá los votos del PSOE. Así que en cualquier caso, lo que hay que preguntarle a Iglesias es si esta vez va a hablar de políticas.

-Si el PSOE pasa a ser tercera fuerza política, ¿cree que Pedro Sánchez debe irse de inmediato?
-No. Sea cual sea el resultado en el PSOE tenemos que poner en marcha los procedimientos que tocan para tomar este tipo de decisiones. Debe analizarse en profundidad el resultado ganemos o perdamos y en función de ello meditarlo bien.

-Hemos sido los últimos en recibir el FLA, ¿qué pasa con la Comunitat Valenciana?
-Lo que ocurrió es que cuando se hace la negociación con el Ministerio de Hacienda sobre los acuerdos de no disponibilidad fuimos los que establecimos una discusión más intensa y nos mostramos más reacios a acatar las directrices de Madrid. Al llevar el debate hasta el final, tu plan acaba por aprobarse el último. De todas formas, cuando hablamos del FLA debemos recordar que es un préstamo. Es inaceptable que el año pasado en vísperas de unas elecciones el Gobierno de España no tuviera ningún problema en liberar 2.400 millones de euros del FLA y este año, a las alturas de 31 de mayo, prácticamente no se hubiera puesto a disposición nada del FLA. (el anuncio del pago del FLA se produjo esta semana, después de la entrevista)

-En cualquier caso, al Consell le ha tocado hacer los primeros recortes.
-Lo importante es que si recortas en gasto ese recorte no se dirija a políticas que afecten directamente a la gente que utiliza los servicios públicos. Una de las ventajas de haber mantenido la negociación durante unos días más es que se ha podido precisar mejor que había determinadas partidas del gasto donde a estas alturas del año hay pequeños importes que no vas a ejecutar o pequeños ahorros que vas a conseguir que no tenías previstos cuando hiciste los presupuestos. Al final son unos 78 millones de euros.

-Usted que ha estado allí como secretario autonómico, ¿cree que se podría repensar la Conselleria de Hacienda?
-Uno de los problemas que está afrontando el Gobierno valenciano es haber aterrizado en una Administración que estaba afectada desde hacía tiempo por el desgobierno del Partido Popular. Así que no hay que hacer frente solo a una hipotética económica y reputacional extraordinaria sino que también hay que afrontar una situación en la que la Administración estaba rota y abandonada, donde los dirigentes estaban más preocupados de sus problemas algunos de ellos judiciales que de mantener la Administración a pleno rendimiento. ¿Qué ha ocurrido? Que el diseño del Consell está pensado para hacer frente a un momento concreto: a la situación heredada hace un año con todos los problemas que el PP dejó. Conforme avance la legislatura probablemente habrá que repensar algunas de las decisiones que se tomaron, pero no porque estuvieran mal, sino porque el Gobierno valenciano también tendrá que adaptarse a los propios cambios que está imprimiendo en las políticas. En cualquier caso esto son decisiones del presidente Ximo Puig y de la vicepresidenta, Mónica Oltra.

-Pedro Sánchez se ha comprometido a cambiar el modelo de financiación, pero sobre la deuda histórica parece que se ha comprometido más bien con la boca pequeña...
-Bueno, este tema yo lo he hablado mucho con Jordi Sevilla. Ahora mismo no es que tengamos un problema de deuda histórica, sino de deuda pública. Lo que ha ocurrido es que la insuficiencia en materia de financiación de la Comunitat se ha trasladado en un aumento formidable de la deuda pública. Hay una parte de los préstamos que si hubiéramos estado bien financiados no los deberíamos. El problema hay que centrarlo en que, para que la Generalitat tenga las mismas oportunidades de hacer políticas que el resto, tiene que quitarse la losa de la deuda pública generada por la infrafinanciación. Y es ahí donde se centra el documento que firmamos, aunque debo resaltar que es un problema que está en casi todas las CCAA. Lo que hay que hacer es ir trasladando la deuda pública en las cuentas de la Generalitat al balance económico del Estado. Puede ser una refinanciación a muy largo plazo en el que a través del modelo de financiación autonómica, una mejora de éste pueda dedicarse a absorber eso. Lo importante es que el Gobierno central reconozca que este problema es más grave en la Comunitat Valenciana. Y esto se tiene que ponerse en marcha porque el FLA no puede mantenerse a medio plazo. Tendrá que haber un mecanismo de refinanciación a muy largo plazo de esa deuda en el que el Estado paralelamente a la mejora de la financiación vaya absorbiendo poco a poco la citada deuda. De hecho, la propuesta de los expertos va en esa línea: habilitar un instrumento complementario a la propia reforma del sistema de financiación en el que además modificar las transferencias anuales a las CCAA, el Estado vaya refinanciando a plazos muy largos la deuda que tienen las autonomías y, conforme se vaya venciendo, una parte se la quede el Estado y otra parte la refinancie la autonomía en los mercados porque ya tiene acceso a esos mecanismos de refinanciación. Así, la Comunitat podría recuperar la infrafinanciación derivada de los modelos que nos han perjudicado.

-¿Cómo se ven en Madrid estos problemas valencianos?
-La verdad es que me he encontrado con que el trabajo que habían hecho precisamente personas como Ximo Puig en el Congreso se ha notado. Sobre todo en el aspecto de que gran parte de esa deuda y esos problemas vienen de la infrafinanciación. Es cierto que hay otra parte que se puede imputar al despilfarro y la corrupción y esa la asumimos, pero la otra es ajena a nosotros y se debe al maltrato del sistema.

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