España no es Italia

MADRID. Las tensiones en Italia permanecerán y es probable que aumenten tras el verano, pues el plan presupuestario 2019 del nuevo gobierno se presentará al Parlamento antes del 20 de septiembre y un proyecto debe presentarse a la Comisión Europea (CE) a mediados de octubre. 

De momento, el movimiento M5S y La Liga se han comprometido a un grado significativo de flexibilización fiscal que puede incluir la revocación de la reforma de las pensiones de 2011 de Monti: una tasa plana del impuesto de sociedades del 15% y 15 a 20% en el IRPF y la simplificación del sistema tributario, además de una renta universal de 780 euros al mes. Todo ello daría lugar a un aumento del déficit fiscal de 109.000 millones de euros a 126.000 millones, según el Osservatorio CPI. Así que es poco probable que la CE lo acoja con beneplácito, incluso asumiendo una versión limitada.

Además, es un reto para el gobierno M5S-La Liga implantar en su totalidad su programa económico. En primer lugar el presidente de la República, Sergio Mattarella, de acuerdo con el artículo 81 de la Constitución, tiene poder de veto de leyes que considere inconstitucionales y puede rechazar medidas fiscales que pongan en riesgo la estabilidad de las finanzas públicas. Además, el M5S se basa sólo en una pequeña mayoría en el Senado de seis escaños, demasiado frágil en caso de presiones políticas y de mercado.

Mientras tanto, la inestabilidad política en España ha añadido confusión, pero la situación no es comparable con Italia. España ha conseguido de nuevo un crecimiento robusto el primer trimestre, el mayor de las cuatro grandes economías de la euro zona (0,7% frente a 0,4% de la euro zona), con la demanda interna de nuevo el motor principal. Además, los indicadores como el índice de sentimiento económico de la CE apuntan a fuerte crecimiento el segundo trimestre, ayudando a contrarrestar la inestabilidad política interna. 

El líder socialista Sánchez se ha convertido en nuevo primer ministro, pero lejos de tener mayoría en el Parlamento y poder aprobar legislación significativa. Es posible que haya elecciones anticipadas, aunque primero esperará a que la situación se estabilice.

Nadia Gharbi es economista de Pictet WM