Grezzi, Sarrià, y los mayores retos del Govern de la Nau en su último curso político

VALÈNCIA. Llega septiembre, y con él, el pistoletazo de salida al nuevo curso político. El último del Govern de la Nau esta legislatura. Y lo afronta habiendo cumplido buena parte de planeamiento normativo que se había fijado a principios de año. Las regulaciones más importantes han salido adelante o, en su caso, se están tramitando para que lleguen a tener luz verde en los próximos meses. Pero otros horizontes que todavía quedan al gobierno local por cumplir pasan especialmente por las áreas de Movilidad y de Urbanismo y se prevé que septiembre sea un mes clave, donde confluirán múltiples avances en los dos ámbitos.

El área de Movilidad Sostenible de Giuseppe Grezzi tiene ante sí un gran reto: perfilar una ordenanza de movilidad que atienda al vertiginoso desarrollo de la forma en que se mueven los valencianos, sobrevenido por el aterrizaje en la capital del Túria de los patinetes eléctricos de alquiler. Este se ha producido hace apenas una semana, pero la ordenanza viene redactándose desde hace meses, así que deberá adaptarse al repentino cambio.

La intención del edil de Compromís es presentar el borrador en septiembre y que, además, la reforma sea para largo. Es decir, que cualquier cambio futuro que aparezca en la ciudad a medio plazo pueda estar recogido en este reglamento. La empresa privada de patinetes ya ha ofrecido cooperar en la redacción de la normativa después de haber desplegado decenas de sus vehículos en la ciudad. Y este vacío legal del que se ha aprovechado tendrá que hacerse frente desde distintos departamentos. También desde Espacio Público, dirigido por Carlos Galiana, y desde Hacienda, del socialista Ramón Vilar, e una tasa para esta actividad. Algo que todavía no está sobre la mesa porque, según apuntan desde su área, se atenderá a posteriori de las otras ordenanzas.

Para este 2018 no había más obligación que esa normativa, y poner el broche final a la Ordenanza de aparcamientos, ya aprobada. Y por otro lado, el reglamento de la EMT está ahora en trámite de sugerencias hasta el próximo 8 de octubre. Y una de las principales modificaciones que se pretenden incluir desde el consistorio es permitir la entrada de mascotas a los autobuses, a lo que los sindicatos ya han mostrado su desacuerdo mayoritario.

La concejalía de Desarrollo Urbano, de Vicent Sarrià (PSPV), se había propuesto sacar adelante las directrices para la revisión del ordenamiento urbanístico de la ciudad, que finalmente se aprobaron este julio. Se trata de una especie de guía para llevar a cabo la reforma estructural, por un lado, y pormenorizada, por otro, de los barrios de la capital. Las directrices ostentan el apellido de "calidad urbana", que es el fondo de la iniciativa: asegurar que los ciudadanos puedan encontrar respuesta a sus necesidades en su entorno, cuanto más inmediato mejor. Es el punto de partida para una serie de actuaciones a lo largo y ancho de la ciudad, que se han iniciado ya en Orriols y alrededores, y a las que le seguirán el barrio de Nazaret y Campanar.

Otro de los objetivos del edil socialista era avanzar en el Plan Especial de Protección (PEP) de Ciutat Vella que protegerá al distrito de la creciente turistificación, por lo que establece grandes limitaciones para la implantación de viviendas turísticas. Después de numerosas jornadas de trabajo y reuniones con asociaciones vecinales de la zona, el proceso para su aprobación se encuentra ya en un estadio avanzado. La posibilidad de que gestores privados exploten edificios singulares del centro histórico y puedan convertirlos en hoteles, es una de las preocupaciones de los vecinos, que podrán presentar alegaciones hasta el 26 de septiembre.

También se encuentra en marcha el Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar (PEC), pero este todavía en fase de redacción. Este julio, Sarrià presentó un borrador a los vecinos y septiembre también será el mes en el que se pretenden sacar a exposición pública dichos documentos de trabajo, para que se trasladen las correspondientes quejas.

Más allá de Urbanismo y Movilidad

Un repaso por lo acometido de mayor envergadura hasta el mes de agosto fuera de esas dos grandes áreas nos deja la modificación del Reglamento orgánico del Pleno a principios de año. Entre otros cambios se introdujo la obligación a celebrar el debate del Estado de la Ciudad el tercer trimestre del año, tras la vuelta del verano, que se había intentado introducir un año antes sin éxito. Impulsado por la Alcaldía, lo cierto es que el departamento de Joan Ribó todavía tiene en el aire el nuevo Reglamento de la Asesoría Jurídica municipal y otro sobre formación en el consistorio.

En Comercio, Carlos Galiana ha cumplido con la aprobación de la nueva normativa de mercados de distrito, que entre otras cosas los blinda como espacios de abastecimiento, pero no de hostelería, como es el Mercado de Colón. También abre la puerta a las aperturas vespertinas a aquellos mercados que accediesen. En exposición pública se encuentra la regulación de la venta no sedentaria, que reduce considerablemente el número de puestos en los mercadillos de El Rastro y la Plaza Redonda. Ahora bien, por aprobar está todavía el reglamento del Consejo Local de Comercio.

Por parte de la concejala de València en Comú, Neus Fábregas, encargada del área de Participación Ciudadana, está pendiente aún la ordenanza de transparencia, de la que a principios de año estaba en marcha la redacción del anteproyecto. Y mientras, en el área de Agricultura, la edil de Compromís Consol Castillo ha conseguido un pleno al materializar sus dos únicos objetivos normativos: la aprobación del reglamento del Consejo Alimentario Municipal y la ordenanza del banco de tierras para revitalizar l'Horta.