MANUEL CAZORLA, DIRECTOR GENERAL DE SISTEL

"Hay una burbuja de startups porque muchos no piensan en mejorar la sociedad sino en forrarse”

Foto: RAFA MOLINA

En un panorama claramente mejorable, Manuel Cazorla aplaude la creación del Ministerio de Agenda Digital y apuesta por una alianza con las universidades. Quiere convertir a Sistel en el espacio ‘Silicon Valley’ de la Comunitat Valenciana

14/11/2016 - 

ALICANTE. En menos de una semana, la empresa tecnológica Sistel ha organizado dos foros en Alicante y Valencia. Tras 23 años de jornadas, su director general, Manuel Cazorla, analiza para Alicante Plaza el proceso de transformación digital en España. Al nuevo Gobierno le pide que cumpla con el plan de acción y anima a los empresarios a modernizar su base tecnológica para que no corran el riesgo de desaparecer.

La nueva cultura digital también ha creado una “burbuja, porque hay muchos proyectos de startups que no están pensando en mejorar la sociedad o un servicio o un producto. Están pensando: Me voy a forrar en tres meses y ese es el concepto de burbuja. Lo inteligente es diferenciar que hay de fondo y qué va a ser éxito y que no”. Sin embargo, el director general de Sistel considera que hay un lado positivo en todo ello y es el movimiento emprendedor que se ha generado al lado de las universidades alicantinas. Un hecho que la compañía quiere aprovechar en sus nuevas oficinas que abrirá durante el primer trimestre de 2017.

“Ser digital no es ser on-off. Es un camino, un  recorrido, un porcentaje. Creo que estamos en una situación claramente mejorable”, afirma Cazorla, porque, en sus más de 25 años al frente de una empresa tecnológica, aprecia que “vamos a remolque de los éxitos de los demás. Somos pocos activos”. Esta definición asegura que es ampliable a los empresarios de la Comunitat Valenciana y de la provincia de Alicante. 

Para el director de la compañía, el problema es que “hay gente que se acomoda en el éxito y, de repente, alguien le pasa por la izquierda y se pregunta: ¿Éste de dónde ha salido? Y cuando te das cuenta de eso, te toca empezar a correr para cambiar”. Cazorla hace hincapié en el hecho de que el modelo ha cambiado radicalmente. “Antes el negocio era compro materia prima, la transformo, añado valor, la vendo y tengo un beneficio. Ahora ya no. El beneficio está en el valor que sepamos darle a lo que tenemos” y cita dos conocidos ejemplos como LinkedIn y Google. “Google no le está cobrando nada al usuario, que sería el primer objetivo; sin embargo, está teniendo unos ingresos muy importantes porque le aporta valor a eso que le rodea”.

"Las administraciones ya tendrían que estar proporcionando atención online al ciudadano. Hay muchos ayuntamientos que no cumplen la ley"

La solución para este empresario, nacido en Valencia, pero afincado en Alicante hace años, pasa por “hacer planes”. En concreto, defiende la incorporación de personas con conocimientos en la figura de los consultores. De hecho, Cazorla lidera una compañía que presta servicios de asesoramiento para proyectos estratégicos, diseño e infraestructuras de sistemas, servidores y gestión de almacenamiento y computación. Los números de Sistel registran una tendencia alcista que parte de una facturación a los seis millones de euros al año. Los resultados han venido en gran parte por una trayectoria propia de 27 años, pero también por una nueva estrategia empresarial que ha incluido un departamento de alianzas y absorciones. Las previsiones para 2016 son “halagüeñas y creceremos dos dígitos”.

La planificación que aconseja a cualquier empresa cobra un acento más intensivo en lo que se refiere a la administración. Cazorla fue uno de los empresarios españoles que celebró la creación del Ministerio de Industria y Agenda Digital. “Que tenga nombre es una oportunidad que no tenemos que desaprovechar”, indica el director general, al tiempo que pide que se pase a la acción.

Su primera petición para el ministro Álvaro Nadal es “que cumpla el plan de acción. Las administraciones ya tendrían que estar proporcionando atención online al ciudadano. Hay muchos ayuntamientos que no cumplen la ley directamente”. Es cauto al asegurar que queda mucho por hacer en las administraciones, pero considera que es una cuestión de voluntad. Quizás un ejemplo sencillo sea el la desaparición del papel, una situación que, en su opinión está más cercana de lo que pensamos, pues no hay barreras tecnológicas.

Foto: RAFA MOLINA

Sin embargo, el directivo de Sistel reconoce las dificultades de contar con una verdadera industria 4.0. “Hoy en día es, aún, muy manual. Hay que conectar cada autómata con los sistemas, pero se están haciendo cosas francamente bien. La zona de Ibi con la inyección de plástico tiene un nivel de automatización impresionante”.

El proceso de transformación digital es, a todas luces, irreversible; aunque para sectores claves como el turismo, parece haber mucho rezagado. “Cada vez que pierdes un tren, te cuesta dinero. Es como en la vida real”, apostilla Manuel Cazorla. “Se están haciendo cosas bajo el impulso externo. Hay un cambio importante”, pero cree que muchas compañías relevantes perdieron el vínculo con sus clientes y ahora les está costado horrores, recuperarlo. “Se han dado cuenta de que no han liderado eso que tenían” y las plataformas aprovecharon el momento ante la inacción de gran parte del sector. “Ahora se están reenchufando”.

Seguridad

En la estrategia de Sistel, hay destacadas alianzas como la hecha con Bitdefender. Hace un mes pusieron en el mercado una potente solución antimalware para evitar el robo y secuestro de datos e informaciones en las empresas. La lucha contra los ‘gadgets’ que pueden robar secretos industriales es una preocupación manifiesta en industrias como la del calzado.

"tenemos 2.000 intentos de captura de password todos los días en nuestra compañía. Y eso es equiparable a cualquier pyme"

“Uno puede pensar: Quién va a tener interés en mi empresa, que soy pyme de Albatera, quién va a venir a hurgar. El problema es que no son personas, son robots que están escudriñando toda la red y que están intentando acceder por todos los puertos posibles. Nosotros tenemos 2.000 intentos de captura de password todos los días en nuestra compañía. Y eso es equiparable a cualquier pyme regional. También lo podemos extrapolar a la administración”, explica Cazorla. “No quiero escandalizar a nadie, simplemente hay que saber que debemos hacer las cosas de manera profesional. Del mismo modo que cierro con llave la puerta de casa o pongo una alarma, para los datos tengo que hacer exactamente lo mismo. La seguridad es vital. Hay que hacer muchas cosas bien para que nada salga mal”.

El gasto en seguridad digital es una aparente barrera que el director general de Sistel relaciona con el desánimo. “Mucha gente dice: Siempre estamos invirtiendo. Siempre estamos cambiando, ahora esto no vale”. Se tomaron muchas decisiones cortoplacistas y hay que tener una visión más a medio plazo.  

Un pensamiento difícil de combinar en un mundo tan cambiante, al menos, tecnológicamente. Quizás por ese motivo, Cazorla es un defensor de la “innovación colaborativa” y ello explica jornadas como #SistelDay. Lo que para unos es un panorama complicado de ordenar, al menos, para las administraciones -“siempre van a ir por detrás, porque no son capaces de inventar el futuro”-; para otros, como Manuel Cazorla, abre nuevas vías.

Una de las soluciones al impacto de nuevas maneras de ofrecer servicio y atender realidades que nos presta la denominada economía colaborativa está en la “desregularización”. “No es razonable que un señor pague unos impuestos especiales y una licencia para poder llevar un taxi y que luego, llegue otro que, sin pagar nada, se lleva a la gente en su coche. Como me parece imposible cobrarle a todo el mundo por todo, habrá que desregular y el taxista tendrán que encontrar la manera de atraer clientes como todos los demás, no porque paguen una tasa”.

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