ENTREVISTA AL CEO DE LA FIRMA GRUPO BDI

Julio Rodríguez (BDI): "La prisa por entregar pisos en el boom provocó defectos constructivos"

19/12/2016 - 

ALICANTE. Fundada en Alicante en 1995 por Abelardo Lloret, constructor con más de 40 años de experiencia en el sector de la construcción, Grupo BDI acumula dos décadas largas de trayectoria en el sector de la rehabilitación, que ya aporta el 30% del negocio de la construcción en la provincia. La empresa ha comenzado a expandirse con su entrada en el mercado madrileño, y también opera en Murcia, donde ha participado en las labores de rehabilitación de los edificios afectados por el terremoto del año 2011. Del buen momento que atraviesan Grupo BDI y el sector en el que opera da cuenta el crecimiento de su plantilla: durante 2016, la firma radicada en la avenida de Novelda de la capital alicantina ha contratado a 10 personas (arquitectos técnicos e ingenieros, comerciales y operarios de obra) para sus oficinas en Alicante y Madrid.

Abordamos con su director general, Julio Rodríguez, el momento que atraviesa el sector de la rehabilitación, el estado de salud del parque de viviendas de Alicante y cómo prevenir los daños de un terremoto en los edificios de la provincia.

- ¿Cómo ven desde BDI el “estado de salud” del sector de la rehabilitación? 

- El sector atraviesa un buen momento, habida cuenta de que el resto de sectores de la construcción (obra civil, edificación, etcétera) siguen todavía en unos niveles muy bajos de producción, golpeados muy directamente por la crisis que nos azota desde 2008.

- ¿La Administración apoya realmente la adaptación de los edificios a los criterios de eficiencia, o se queda en buenas intenciones? 

- Tienen buenas intenciones pero lamentablemente no se concretan en ayudas para aquel ciudadano que quiere dotar a su edificio de eficiencia energética. Los plazos que se conceden para la presentación de los expedientes son muy limitados, y esto dificulta que las comunidades de propietarios puedan recopilar en ese escaso tiempo toda la documentación requerida.

- En el caso concreto de Alicante, ¿cómo está nuestro parque de viviendas? ¿Hay mucho trabajo por hacer? 

- Alicante posee uno de los parques edificatorios que más crecimiento tuvo durante el boom de la construcción. Realmente, la obra nueva que se construyó por aquellos años es enorme. Como en cualquier otro ámbito en el que se mueven grandes volúmenes de producto se encuentra de todo, bueno y malo. Por eso nos hemos encontrado con casos en los que las prisas que por aquel entonces podían existir por entregar las viviendas en plazo provocaron defectos constructivos durante la ejecución de las mismas. Otra cuestión importante en nuestra zona es la cercanía al mar, que influye en el envejecimiento de los edificios debido a que el ambiente marino contiene agentes químicos que provocan la aceleración de las patologías así como la aparición prematura de lesiones constructivas.

"El sur de Alicante y el este de Murcia, junto con Granada, son las zonas sísmicas más peligrosas de la península"

- BDI ha trabajado en la reconstrucción de Lorca tras el terremoto, ¿cómo fue la experiencia? ¿Qué tipo de edificios rehabilitaron?

- Nuestra experiencia tras el terremoto de Lorca fue única, ya que además de tratar gravisimas lesiones en los edificios producidas por las fuertes sacudidas de la tierra, existía un nerviosismo lógico en la población al tener que afrontar una situación extrema nunca antes vivida. Es importante recordar que varios edificios colapsaron durante el terremoto, provocando cuantiosos daños materiales e incluso victimas mortales. Nuestras actuaciones allí se concentraron principalmente en reparaciones y refuerzos estructurales, y en rehabilitación de fachadas muy afectadas por agrietamientos y fisuraciones. Sin duda, se trabajó en muchos casos con la presión añadida de tener que reparar edificios con relativa urgencia para poder afianzar y consolidar estructuras, evitar posibles desprendimientos, etcétera. Llevamos a cabo reparaciones en edificios modernos construidos durante los últimos años, y algunos que tenían más de 40 años desde su construcción.

- ¿En Alicante podría pasar algo como en Lorca? ¿Están preparados nuestros edificios? Y si no lo están, ¿qué habría que hacer para prevenir? 

- Según múltiples estudios y expertos en el área, el mapa de peligrosidad sísmica de España indica que el sur de Alicante y el este de la región de Murcia, junto con Granada, son las zonas sísmicas más peligrosas de la península ibérica. La normativa que regula la reglamentación de la construcción en nuestro país tiene en cuenta todos estos factores a la hora de calcular y proyectar la ejecución de una obra en zona sísmica, por lo tanto los edificios y cualquier construcción realizada sobre estas zonas (obras civiles como puentes, pasos elevados, túneles, etcétera) deben estar preparados para asumir los movimientos que un seísmo provocaría en ellos. En el hipotético caso de detectar una estructura previsiblemente vulnerable frente a posibles terremotos, lo sensato sería ponerlo en manos de técnicos y profesionales que, tras un estudio detallado y minucioso, proyecten y lleven a cabo las actuaciones correspondientes para minimizar y disipar el riesgo.

"Un edificio, al igual que un vehículo, debe tener su programa de mantenimiento que le permita alargar su vida útil"

- Aparte de en Alicante, BDI trabaja en otras provincias. ¿Encuentran diferencias entre los distintos "mercados" en función del lugar, en cuanto a normativa, competencia, concienciación…?

- Los procedimientos administrativos para poder ejecutar una obra vienen regulados por el área de urbanismo de cada ayuntamiento, existiendo por tanto diferencias en algunos casos a nivel de presentación de documentos, etcétera. Por otro lado, la competencia es grande en cualquier ciudad en la que trabajamos, ya que la crisis ha motivado que empresas que se dedicaban a la obra nueva han buscado subsistir en nuestro sector. En cuanto a la concienciación, nos queda mucho trabajo por hacer. En España, seguimos pensando que cuando compramos una vivienda, es de por vida, y no necesita ningún mantenimiento. En cambio, todos somos conscientes de que si no llevamos el coche a la revisión periódica puede generarnos un problema y grave. Un edificio, al igual que un vehículo, debe tener su programa de mantenimiento que le permita alargar su vida útil en la mejor de las condiciones.

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