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opinión

La correlación entre el petróleo y los mercados tiende a disiparse

El director de Inversión de Robeco Investment Solutions advierte de la pérdida de su capacidad de desestabilización del también llamado 'oro negro'

15/04/2016 - 

MADRID. El petróleo está perdiendo su capacidad de lastrar los mercados financieros, ya que éstos han sabido reflejar mejor los riesgos asociados a él y, con el paso del tiempo, los efectos positivos de sus bajos precios irán cobrando protagonismo, según Lukas Daalder, de Robeco. 

El asombroso desplome del precio del petróleo, desde más de 100 dólares (USD) por barril en verano de 2014 hasta su mínimo de 25 USD alcanzado en febrero de este año ha arrastrado a los mercados de valores, sobre todo debido a la creencia de que el bajo precio del crudo resulta perjudicial para las empresas relacionadas con la energía y es síntoma de desaceleración económica. Desde entonces, los mercados han subido, conforme los precios del petróleo se han ido recuperando.

Sin embargo, la correlación entre los precios del crudo y de las acciones va a reducirse ahora que los mercados son mucho más conscientes de los riesgos que existen, afirma Lukas Daalder, director de Inversión de Robeco Investment Solutions. Considera además que la mejoría de las dinámicas del mercado hace suponer que el mercado ya ha tocado fondo, aunque resulta muy complicado hacer predicciones precisas.

Correlaciones estrechas

“El petróleo ha sido el tema que ha centrado la atención de los mercados financieros desde el primer día del año, pues ha servido de catalizador tanto para el violento desplome de las acciones y los créditos como para la subsiguiente recuperación que ha tenido lugar desde mediados de febrero”, afirma Lukas Daalder. “Ha existido una clara correlación entre los niveles intradía del S&P 500 y el precio del crudo West Texas Intermediate, así como entre los del Stoxx 50 y el precio del Brent, respectivamente.”

“A grosso modo, toda subida o bajada de 1 USD en el precio del petróleo ha generado una ganancia o pérdida de aproximadamente el 1% en los mercados de valores. El petróleo ha fluctuado en una banda de unos 15 USD desde que comenzó el año y, consiguientemente, las subidas y bajadas de los mercados de valores se han mantenido dentro del 15%. Pero si tenemos en cuenta los datos históricos, resulta evidente que esta correlación de 'un dólar-uno por ciento' está abocada a disiparse de cara al futuro.” 

Lukas Daalder apunta que los mercados ya se han acostumbrado a que el precio del petróleo sea bajo y volátil por lo que, básicamente, están perdiendo interés. “No decimos que el precio del petróleo ya no sea importante; sencillamente planteamos la cuestión de si su relevancia va a ser tan decisiva como antes, con independencia de la evolución futura de sus precios”, aclara Lukas Daalder. 

Patrones familiares

“¿No es acaso un patrón familiar el que los temas que afectan a los mercados vayan perdiendo progresivamente su influencia sobre ellos a lo largo del tiempo? No hace mucho que todos nos preocupábamos enormemente por las variaciones que sufrían los mercados de deuda de la periferia europea, ¿verdad? Mucho antes de que el presidente del BCE, Mario Draghi, lanzara su consigna de 'lo que haga falta', los diferenciales de la deuda periférica habían perdido ya su capacidad de hundir los mercados.”

  “¿Y quién no recuerda el terror con el que todos mirábamos el baño de sangre que sufrían las acciones de la banca? Naturalmente, el nerviosismo siguió haciéndose notar en los mercados, pero sus repercusiones sobre el grueso del mercado fueron apagándose con el tiempo. Claramente, cuando surge una nueva situación que el mercado no espera, su efecto es significativo: los riesgos no se reflejan en los precios, y a menudo no se dispone de información suficiente. Por ejemplo, cuando el petróleo se situaba en 70 USD, casi nadie preveía (o invertía con vistas a) la posibilidad de que bajara hasta los 50 USD; cuando había llegado a la cota de los 30 USD, los principales bancos de inversión publicaban informes de análisis diciendo que no podía descartarse que llegaran a los 20 USD.”

“Pasado este intervalo inicial, evidentemente, el perfil de riesgo del mercado se encuentra distribuido de forma más regular, lo que supone que las repercusiones posteriores ya no dependen de un solo factor. Se ha buscado protección y se han establecido coberturas, si no en toda la comunidad inversora, al menos en la parte más activa de la misma. Los mercados ya no se ven perjudicados directamente por posteriores bajadas; de hecho, algunos partícipes del mercado incluso puede beneficiarse de ellas.” 

“A esto se añade el hecho de que el mundo sigue girando. Las empresas anuncian sus resultados, se publican datos económicos, los bancos centrales cambian sus políticas... La economía mundial no se derrumba, la temida debacle no llega a producirse y, de forma lenta pero segura, van apareciendo otras cuestiones que acaparan la atención. La tercera vez que Grecia estuvo a punto de salir de la zona euro, las repercusiones se vieron reducidas a un ámbito más regional, o local, ya no se consideraba un hecho decisivo que pudiera condicionar a los mercados financieros de todo el mundo.” 

Estabilización de los precios

Predecir la evolución de los precios del petróleo, dados las incertidumbre del mercado, resulta casi imposible, según Lukas Daalder, que sin embargo considera que su tendencia general es de subida. “Si algo hemos aprendido en el último año y medio es que no hay que intentar hacer predicciones exactas sobre esta cuestión, ya que el mercado del petróleo se ha vuelto imposible de predecir”, afirma. “Existe una excesiva incertidumbre tanto en el lado de la demanda —sobre el crecimiento económico, China y la transición estructural hacia las energías alternativas— como en el de la oferta —con el auge del petróleo de esquisto o la defensa por parte de Arabia Saudí de su cuota de mercado— como para que podamos estimar un nivel concreto en el que puedan situarse los precios del petróleo durante un intervalo de tiempo determinado.”

“Pero en general parece evidente que el nivel excesivamente bajo que alcanzó el precio del petróleo en febrero ha dado lugar a una bajada paulatina pero constante de la oferta de crudo en el mercado, como queda patente en el notable recorte de la inversión en nuevos recursos de producción. Con el tiempo, esto generará un mayor equilibrio entre oferta y demanda, pero no hay que olvidar que este proceso llevará tiempo: la Agencia Internacional de la Energía estima que, como mínimo, hasta 2017.”

“Desde la perspectiva de la demanda, cabe esperar que el bajo nivel de precios actual suscite un aumento de la demanda (relativa), puesto que el atractivo de las energías alternativas, como la solar o la eólica, parece estar mermando, al menos por ahora. En resumen, consideramos improbable que volvamos a ver el mínimo de 25 USD por barril registrado en febrero pero, mientras el mercado deba seguir asimilando el exceso de oferta que aún existe, el potencial de subida del petróleo también sigue siendo limitado por ahora.”

“El resultado más probable es que el petróleo oscile en una banda de precios amplia, con una ligera tendencia al alza respecto de su nivel actual a medida que avance el tiempo. Esta evolución no haría sino confirmar nuestra creencia de que la influencia del petróleo como gran factor de mercado está abocada a diluirse con el paso del tiempo.”

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Lukas Daalder es director de Inversión de Robeco Investment Solutions

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