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AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

La corrupción y nuestro ADN

Pensábamos que la caza de brujas y las persecuciones por razón de los orígenes de cada uno era cosa de lejanas épocas pero en los últimos días a los valencianos nos vuelven a colgar el sambenito de ser casi el origen de todos los males e inspiradores de la corrupción

30/01/2016 - 

El año pasado, con motivo del inicio del caso Rus, en un irónico programa televisivo se insinuó que en el ADN valenciano figuraba la corrupción, causándonos una gran indignación, pues se utilizaba a los valencianos de chivos expiatorios de todas las corruptelas nacionales, como ha vuelto a ocurrir esta semana.

La verdad es que somos fáciles víctimas propiciatorias de este complejo momento, auténtico Reality Show Político, pues nuestra comunidad, que es grande como para ser muy visible, no es tan grande y poderosa como la Andaluza o Catalana, por lo que resulta vulnerable.

Los valencianos hemos sido pioneros en España en multitud de ocasiones como consecuencia de nuestra gran iniciativa

La corrupción no hay duda de que es un cáncer para cualquier sociedad y la aparente transigencia con ella se paga con el florecimiento de populistas y salva patrias. Los valencianos hemos sido pioneros en España en multitud de ocasiones como consecuencia de nuestra gran iniciativa y dinamismo. Y a veces hasta barrocos (tierra de excesos y de Berlanga) tanto en lo bueno... como también en lo malo –corrupción-. Ahora mismo parece que queramos ser adalides de la transparencia para evitar las corruptelas (por todo lo ocurrido y con razón) con dos medidas que pudieran resultar al final meramente políticas de gestos, en lugar de obtener una mejora en la fiscalización de las financias públicas.

La primera ha sido la presentación de una nueva versión del portal de Transparencia GVA Oberta, que sin llegar a repetir lo que se publicó en este diario el 10/06/2014 con la primera versión “GVA Oberta: Más propaganda que transparencia hemos de afirmar que introduce no muchas novedades respecto al anterior, eso si el objetivo es democratizar el control presupuestario, aunque hay que reconocer el esfuerzo de sistematización y ordenación de la información prexistente de la GVA.

Entre las novedades de esta web estarían los datos de altos cargos como son sus agendas, viajes y obsequios (porque otros como sus retribuciones ya constaban en los presupuestos), otra primicia que aparece es la pestaña “Ordenación Urbanismo y Medio ambiente” donde sólo aparece el estado global de los ríos valencianos hasta el 2012. En este lavado de imagen faltaría, por ejemplo, que los datos numéricos en formato PDF se pudieran descargar en Excel para su mejor tratamiento y estudio (pues existen cajas fijas de Consellerías de más de 100 folios por mes sin agregación alguna).

La segunda medida, o mejor dicho filtración-globo sonda, es la posible implementación de 10 inspectores extraordinarios en el Plan de Inspección General de Servicios que realizarían “Auditorías éticas” y que podrían superponerse al trabajo de la Intervención General. Para este caso diremos lo mismo que con el Consejo de Transparencia, en estas funciones de control lo que se necesitan son Interventores que podrán ser complementados por otros servidores públicos, pues el dejarlos al margen como está ocurriendo, es como si quisiéramos mejorar el control de los ingresos públicos y excluyéramos a la Agencia Tributaria y a los Inspectores de Hacienda o tratáramos la reforma de la justicia y no contásemos con los jueces ¿parece absurdo verdad?

LA CAJA FIJA ES UN SISTEMA DE PAGO, Y NO AL REVÉS, COMO CREEN ALGUNOS, CON LA CONSIGUIENTE FALTA DE CONTROL DE LA MISMA

Mientras la gestión pública en la GVA continúa en unos parámetros francamente mejorables pues en la contratación y según los datos del citado portal el 86,12 % de los contratos adjudicados en el último trimestre del 2015 -Consell del Botánic- se adjudicaron por medio de los tristemente famosos contratos menores, condimento de todas las salsas de corrupción pues están exentos de fiscalización previa del gasto y sólo se controla cuando están ya ejecutados, así su existencia en tan gran número es un altísimo riesgo. Pero además su utilización conlleva otros posibles inconvenientes, como es la predisposición al incumplimiento de la supervisión y control de las actividades de los trabajadores externos, en materia de prevención y riesgos laborales del Centro.

La Caja Fija es otra área de riesgo, porque es un sistema de pago, y no al revés como creen algunos (con la consiguiente falta de control y al estar también exenta de fiscalización previa del gasto). Ha dado lugar (según criterio de la Junta Superior de Contratación Administrativa de la GVA en su Informe 6/2015 de 13 de noviembre como ya disponía la Junta Sup. Cont. del Estado en Informe 12/2003 de 23 de julio) a pagos que no podrían haberse realizado a favor de Comunidades de Bienes por carecer estas de personalidad jurídica, como parece ser (y siempre presuntamente) en la D.Gral. Servicios Sociales (caja fija noviembre/2015, página 28/110). Además, por cierto, el periodo medio de pago a proveedores es de 87,52 días en noviembre del 2015 cuando lo legal es sólo de 30 días.

Y en lo empresarial

Finalmente están los casos de las empresas públicas Acuamed, Emarsa, Egmasa en Andalucía... Otra posible amenaza al control de las financias públicas, al suponer una huida del derecho administrativo hacia el mercantil, siendo unos entes que aunque su capital sea público (es decir de los contribuyentes) y su más alta dirección corresponda a la Administración su funcionamiento tiene forma privada, pudiendo eludir controles y requisitos administrativos respecto a la contratación de personal o a la realización de contratos. También a través de estas empresas públicas, como TRAGSA, y con técnicas administrativas como es la encomienda de gestión algunos gestores, como muy bien explica la Sindicatura de Cuentas en sus auditorías, evitan controles y les derivan la contratación administrativa de personal o la adquisición de bienes y servicios.

Como resumen, desearles a unos suerte en mejorar la gestión pública y el máximo de los éxitos en perseguir corruptelas pues llevan seis meses y parece que están todavía arrancando motores, y a otros que la travesía por el desierto de la oposición sea una oportunidad para repensar su proyecto y librarse de sambenitos pasados.

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