Miguel Soler durante las Jornadas de Orientación de la UPVVALENCIA. El Pacto Nacional por la Educación es esa vieja cantinela de la que todo el mundo se sabe la letra, pero falta interpretación. La eliminación de las reválidas que contemplaba la Lomce, la recuperación del examen al estilo de Selectividad y la promesa de un gran acuerdo para diseñar el marco legal futuro ha acabado por acercar posturas entre partidos políticos, y por ende entre Valencia y Madrid. Habrá que ver si son acordes suficientes o hacen falta más concesiones para que se produzca la melodía. Porque como recordaba Miguel Soler, "negociar es ceder, y hay que estar dispuesto a ello".
El secretario autonómico de Educación e Investigación, que ha intervenido este miércoles en las Jornadas de Orientación de la Universitat Politècnica de València (UPV), ha celebrado el fin de las pruebas de evaluación de la Lomce. “No habrá reválida. Ni hoy ni nunca. O al menos hasta que no haya una normativa producto de un pacto educativo, por lo que el tema está hoy resuelto para siempre", ha expresado entre los aplausos del auditorio.
Cabe recordar que la semana pasada el PP aceptaba por primera vez derogar la Lomce por trabajar en una nueva Ley de Educación que naciera de un Gran Pacto. Así lo reafirmó en la Conferencia Sectorial que este lunes reunió al ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, con todos los responsables autonómicos del ámbito, incluyendo al conseller Vicent Marzà. En la misma se determinó que la evaluación final de Bachillerato será similar a la Selectividad y acordada entre las comunidades y las universidades. También se estableció que las evaluaciones finales de primaria y ESO fueran muestrales, de modo que no estén obligadas a ellas todos los alumnos y no tengan efecto académico.
Queda camino por recorrer. Este viernes se producirá una nueva reunión con el Ministerio para concretar la norma que cerrará la prueba. "Y la semana que viene nos veremos con las universidades para ponerlo todo en marcha", ha explicado Soler, quien asegura que todavía deben perfilar una propuesta autonómica, la misma que luego harán llegar al Gobierno central. De ellos dependerá mostrar "voluntad" de diálogo, no solo en este tema, sino en el diseño de una Ley Educativa que contente al conjunto del Estado. Aunque aquí, como en todo, serán determinantes los nombres de los negociadores.
A la ley estatal, cabe sumar la Ley Integral de Educación que la Generalitat valenciana viene prometiendo desde principio de curso, todavía sin fecha. "Es un tema complejo, porque ya no estamos hablando de un decreto", ha precisado Soler, quien también ha hecho referencia a la misma durante su intervención. De hecho, ha detallado que regulará diferentes cuestiones ya abordadas, desde el plurilingüismo a los criterios de admisión, pero también otros temas de la Administración local, como el Consell Escolar o el nuevo modelo de FP.
La ley estatal será algo más discutida. "No se trata de decir yo no quiero la concertada, o yo no quiero el plurilingüismo; al final habrá que ceder. Negociar es ceder, y hay que estar dispuesto a ello", ha explicado el secretario autonómico. Al mismo tiempo, ha apuntado algunas ideas que podrían ser tenidas en cuenta, como la eliminación de la repetición de curso o la sustitución del título de ESO (aprobado/suspenso) por un informe orientador.
Han sabido ver el riesgo los portavoces de la educación concertada, que han apresurado a mostrar su "satisfacción" por el acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Educación y las comunidades autónomas, pero con condiciones. "Esperamos que no sea a costa de recortar la libertad de elección de los padres del modelo educativo para sus hijos o de los derechos adquiridos hasta el momento. No puede haber un pacto educativo a cualquier precio”, ha afirmado el actual portavoz de la Mesa, Vicente Morro.
Miquel Soler ha concluido que la formación académica que reciben los jóvenes hoy en día "no responde a su realidad". "Si debemos formarlos en competencias, la estructura que tenemos no es la mejor. Debemos fomentar otro modelo. Y para ello, no es necesario que esperar a ver qué pasa con la LOMCE. Ya se puede trabajar con modelos transversales, proyectos interdisciplinares, con la implicación de varios departamentos a la vez", ha zanjado.
