VALENCIA. Un centenar de estudiantes de la Universitat Politècnica de València (UPV) son los elegidos para someterse a la prueba. Nada se sabe de su procedencia, son desconocidos entre ellos y visten la misma ropa para evitar cualquier tipo de prejuicio. Tras ser divididos en grupos mixtos de diez integrantes, su tarea consiste en resolver distintos retos ante la atenta mirada de directores de recursos humanos de 27 grandes empresas. Los ojeadores toman nota de su comportamiento, y no solo para escoger al ganador de la competición, sino también para conformar su futura plantilla.
La experiencia se llama QdaT y es totalmente pionera en Europa. Busca promover la visibilidad y empleabilidad del talento universitario español, pero mediante la participación de empresas que tengan sede en España. Así, compañías tan importantes como Amazon, Airbus Group, Abbot, Altran, Bayer, Cegos, Celéstica, Consum, Dafsa, Deloitte, Ford, GH Inducción, Grefusa, Instobal, KPMG, Leroy Merlín, GMV, Lidl, Nagares, PWC, Samsung, SPB, SRG Global, Stadler, Torrecid, Vodafone y Yanfeng Automotive Interiors llegan a la cita en busca de perfiles que puedan completar sus vacantes. Ahora bien, el objetivo es siempre "el retorno del talento al país para evitar la fuga de cerebros".
Así lo indica Malak Kubessi, jefa de Sección del Servicio Integrado de Empleo y organizadora de la jornada, cuya primera edición se celebró el año pasado. En aquella cita un total de 34 alumnos fueron incorporados a las empresas, "pero en esta esperamos llegar incluso a un 70%". Esto implicaría hasta 70 empleos para jóvenes valencianos, muchos de ellos a punto de salir al mercado laboral. Suena descabellado, pero no lo es tanto, si tenemos en cuenta que solo Bayer iba con la intención de contratar hasta 20 personas.
Los estudiantes seleccionados han tenido que superar dos eliminatorias previas. La primera descartó los currículums menos excelentes, "pese a que esto no siempre depende del rendimiento académico, ya que entran en juego factores como la responsabilidad social, su habilidad deportiva y demás cuestiones que puedan enriquecer el perfil", explica Kubessi. La segunda prueba consistió en una dinámica de elevator picht, es decir, un discurso de presentación sobre un proyecto ante potenciales clientes, en este caso, ante el resto de candidatos. Otro aspecto interesante es la evaluación entre los propios competidores.
La gran cita ha tenido lugar este jueves. La jornada ha durado cuatro intensas horas, en las que los equipos se han esforzado por desarrollar proyectos sólidos con los que convencer a la exigente audiencia. Las pruebas han sido diseñada por la consultora internacional Cegos, experta en procesos de selección de personal. Al final de cada ejercicio, las empresas han evaluado el rendimiento del grupo en conjunto y en particular, de cada estudiante, hasta llegar a la entrega de premios. El equipo verde ha resultado vencedor.
En la presentación del evento, el rector de la UPV, Francisco Mora, ha señalado que “vivimos en una época distinta. Ni mejor ni peor. Simplemente, con otras reglas. Estamos en un momento en el que el título universitario es necesario, pero no suficiente. No conozco a nadie bueno en su trabajo que no le apasione lo que hace. Hoy tenéis la oportunidad de demostrar que sois mucho más que un expediente brillante.”
María Jesús Diez Paniagua, de Airbus España, ha hablado en representación de las empresas participantes. “QdaT es un laboratorio para conocerse y para intentar sacar la mejor versión de uno mismo", ha manifestado. Sin embargo, ha precisado que las empresas no siempre buscan al número 1, "sino a personas con valores –es decir, comprometidas–, a buenos profesionales –que responden–, titulados que saben adaptarse a los cambios –porque los hay constantemente– y con mente abierta”.
El equipo verde se ha alzado con la victoria. Antonio Alandí, Beatriz García de la Puente, Joan García Esquerdo, Elia García Marco, María García Martí, Javier León, Adolfo López, Carles Marí, Hashim Raza y Angela Rojas han conseguido una tableta por persona y la posibilidad –muy real– de un contrato en un futuro inmediato (en la edición de 2015, un total de 34 alumnos fueron incorporados a las empresas). Por su parte, las multinacionales se llevan un book con el expediente de los universitarios participantes.
