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Victor m. ruiz / director en valència de qrenta

«Muchas empresas valencianas están preparadas para salir a cotizar en el MAB»

Dejó la banca para recuperar, precisamente, lo que más le gustaba de ella: poder trabajar directamente con el cliente en una agencia de valores

| 14/06/2017 | 4 min, 37 seg

VALÈNCIA.- Madrileño de la cosecha del 68, Víctor Manuel Ruiz Hernández, Curro para los amigos, vive en València desde hace casi dos décadas, cuando fue nombrado director de Planificación Estratégica y Banca de Empresas de la extinta Caixa Catalunya en la territorial valenciana. Poco tiempo después era designado director de zona de banca retail y banca personal pero tuvo que buscarse las ‘habichuelas’ en otra entidad tras la quiebra de la caja catalana —y posterior absorción por el BBVA— y eligió la agencia de valores Qrenta. «Estuve muchos años en la banca tradicional, a la cual le debo todo lo que soy, pero esa pasión que la banca me dio y arrebató la he recuperado», apunta este licenciado en Derecho y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid. 

Pero ¿por qué eligió la firma independiente catalana Qrenta? «Lo mío con Qrenta fue un flechazo porque necesitaba recuperar mi relación directa con el cliente, sin interferencias, sin campañas, sin productos del mes, sin objetivos de venta, ni presupuesto de comisiones… mi cliente y yo, yo y mi cliente, mis aciertos, mis errores, pero con la convicción de que nada ni nadie me obliga a equivocarme. Y tres años después tengo que decir que tomé una de las decisiones más afortunadas de toda mi vida», asegura este apasionado del cine clásico, la vela y la historia militar, «y fanático del jazz y del funky».

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Hablar de Qrenta —«donde entendemos el asesoramiento financiero independiente como un derecho de todos y no como un privilegio de pocos»— es hacerlo de una empresa de servicios de inversión que ha acompañado a siete de las 37 empresas en expansión que cotizan actualmente en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), lo que la sitúa como uno de los principales referentes en dicho mercado. Sin embargo, todavía no ha acompañado a ninguna valenciana. «Estamos trabajando con varias y en algún caso ya está muy avanzado. Sería poco prudente por mi parte hablar de plazos pero sí puedo decir que muchas empresas valencianas están perfectamente preparadas para dar el salto a mercados cotizados como el MAB o el AIM inglés», asegura.

Y en dicha preparación va a tener un papel importante el reciente Entorno Pre-Mercado lanzado y domiciliado en la Bolsa de Valencia. «Es una excelente noticia porque desde Qrenta siempre hemos puesto en valor la necesidad de mejorar la pedagogía en cuanto a las fórmulas de financiación alternativa al apalancamiento bancario, desde la base a las empresas en expansión y startups. Y qué mejor que sea BME y la Asociación Nacional de Business Angels quienes tomen la iniciativa desde la Bolsa de Valencia».

Ruiz percibe una cierta mejora en la cultura financiera, tanto en València como en el resto de España, por dos razones principales: la baja rentabilidad de los depósitos que ha llevado a los ahorradores a formarse en otros productos para tratar de conseguir mayores intereses, y la aparición de nuevos actores dentro de la industria financiera. Y una forma de mejorar la cultura financiera es la formación —él cuenta con varios másteres, diplomaturas y certificados— y de ahí que destaque la utilidad de acceder a másteres u otro tipo de cursos académicos que ayuden a los profesionales a no quedarse aislados. «Subrayo aislados porque el máster nos permite coincidir con personas que han hecho otros estudios; se recogen ideas, se comparten propuestas, se discuten soluciones diferentes y aporta un valor añadido», explica.

Casi 25 años contemplan su experiencia profesional que comenzó en la banca «de forma inesperada». «Recién acabados mis estudios universitarios, un familiar me propuso incorporarme al plan de carrera de una entidad financiera en el segmento de empresas. Un sector lleno de oportunidades siempre y cuando tengamos asumido que todo ha cambiado, que tenemos que reinventarnos y que estamos asistiendo al canto del cisne del modelo bancario que hemos conocido», relata.

A su juicio, el riesgo en el sector bancario es anclarse en el pasado entendido como la banca comercial y la banca de productos, ya que el futuro pasa por el asesoramiento financiero. «Lo podemos llamar MIFiD II pero yo prefiero hablar de la capacidad que tenemos, como profesionales responsables, de resolver el conflicto de intereses entre cliente y entidad. Así de simple».

Todo, mientras nuevos movimientos de concentración bancaria asoman por el horizonte, aunque para el director de Qrenta en València la cuestión que hay que plantearse es «si esa oligopolización del sector en la que tres entidades van a copar casi el 80% del mercado» mejora la situación del cliente. «En mi opinión, es evidente que no. Que el negocio esté en menos manos reduce la competencia e incrementa el riesgo de pacto de precios». Por no hablar de concentración de riesgos y «de que para reducirlos las entidades optan habitualmente por invertir menos y reducir gastos. Una espiral complicada e inquietante», concluye.  

* Este artículo se publicó originalmente en el número 32 de la revista Plaza

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