Borja Sanjuán y Sandra Gómez, este martes, en Blanquerías.VALÈNCIA. No fue lo que dijo, fue lo que se entrevió. No fue por las formas, educadas, serias, pausadas; sino por el contenido. Borja Sanjuán (València, 1992) se estrenó este martes como nuevo portavoz del PSPV para València y ejerció a la perfección de azote del alcalde, Joan Ribó, y de la formación que le sustenta, Compromís; senyor pirotècnic, pot començar la campanya electoral.
Acompañado por su gran valedora, la secretaria general del PSPV en la ciudad de València y portavoz en el Ayuntamiento, Sandra Gómez, Sanjuán, el asesor más joven que trabaja en Presidència a las órdenes de Ximo Puig, 25 años, licenciado en Derecho, Ciencias Políticas y Económicas, disparó, y no con balas de fogueo, contra el socio de gobierno, Compromís, con tres ráfagas bien claras.
La primera, la más evidente, presumiendo de la capacidad de gestión de los socialistas frente a sus socios. Sin ambages, Sanjuán aludió al volumen de gestión de las concejalías de su partido que, teniendo prácticamente la mitad de regidores que Compromís (cinco frente a nueve), se ocupa de dos tercios del presupuesto municipal con puestos tan delicados como Policía, Bomberos, Turismo, Urbanismo y Hacienda.
La segunda, afeando la actitud de Compromís con el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, echando mano de las comparaciones, que en este caso son odiosas para la coalición. Y para ello citó un caso de actualidad, el del concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, a quien el Juzgado de Instrucción 2 de València ha abierto una causa por supuesto fraccionamiento de contratos y ha incoado varias diligencias previas.
“Vamos a ser prudentes”, apuntó Sanjuán. “Cuando en estos temas, en otros ámbitos municipales no se ha sido prudente, la situación ha generado una inestabilidad que al final tampoco parece que esté justificada. Por las informaciones que tenemos la acusación es similar a las que se han hecho a otros responsables políticos en otros ayuntamientos y nosotros mantenemos la misma línea de prudencia, dejar que avancen las investigaciones y conforme avancen nosotros siempre pondremos por delante el interés de la ciudad. Así lo haremos y así estamos seguros de que lo hará también el alcalde”.
Sanjuán insistió en la mesura antes de caer en precipitaciones, y recordó que la causa aún sigue abierta y Fuset podría ser inocente, incluso aunque fuera a juicio. “Se le está investigando con una figura, la de inculpado, que puede derivar en un procesamiento o puede no derivar en nada. Vamos a mantener la prudencia y tomaremos los posicionamientos. [Los socialistas] Nos tenemos que poner los estándares morales más altos que se los pusieron otros en el pasado y cuando se aclaren todos los hechos actuar. Pero ha habido una sobreactuación en determinados aspectos [señaló refiriéndose al caso alicantino a preguntas de los periodistas] que nosotros no vamos a repetir”, sentenció.
Y la tercera, calificando de pueril la hostilidad de algunos partidos (en clara alusión a Compromís) contra los grandes eventos como la Copa Davis, o los reparos que se están mostrando desde València En Comú para poner en marcha el pabellón Arena de Juan Roig o el hotel en la Marina. En el caso de la Copa Davis, han tenido que ser dos concejalías regidas por el PSPV las que pagaran el canon de 300.000 euros y así poder acoger la próxima eliminatoria contra Alemania, ante la cerrazón del alcalde y su entorno que se oponían. “Tras los excesos del pasado hay un complejo contra los grandes eventos que es un poco infantil”, apuntó Sanjuán.
Junto a estos tres aspectos, Sanjuán vendió tres nociones claras relacionadas con su partido, y es que ellos tienen una propuesta de ciudad en la que apuestan decididamente por la innovación para convertir a València en cuna de start ups, con una visión del turismo sostenible (“estamos a favor del turismo pero si València se convierte en un parque temático no vendrá nadie”) y por recuperar el concepto de ciudad metropolitana, una visión que a su juicio no se tiene ahora en algunas concejalías como Movilidad Sostenible.
Sanjuán insistió sobre todo en una idea de cara a las inminentes elecciones: “Hay partido”. Y para ello se basó en un dato muchas veces soslayado, y es que la diferencia de votos entre el PSPV (57.981 escrutinios) y Compromís (95.958) en 2015 fue de menos de 40.000 votos sobre 580.000 electores, y entre el PSPV y el PP (105.963) fue de menos de 48.000. Las calculadoras comienzan a echar humo.
