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impulsa cinco edificios con varios inversores por proyecto

Ser promotor con solo 65.000 euros, el negocio que plantea la valenciana White Real Estate

12/06/2018 - 

VALÈNCIA. La jugosa rentabilidad del sector inmobiliario sigue generando fórmulas para acceder al negocio promotor, y la firma valenciana White Real Estate (WRE), liderada por el empresario José Solero, ofrece una nueva posibilidad bautizada como Club de Inversión. Se trata del desarrollo compartido de complejos residenciales con un máximo de diez inversores por edificio, un modelo también aplicable a activos comerciales u hoteleros. El más barato de los proyectados hasta ahora costará 650.000 euros y ofrece la posibilidad de convertirse en promotor inmobiliario aportando al menos el 10%, 65.000 euros en este caso.

La compañía explica a este diario que "además de las fondos de inversión que cotizan en bolsa y de las socimis que se han puesto de moda, ya hay varios vehículos de inversores que unen la capacidad económica de varios accionistas para acometer proyectos. De unos pocos inversores o de cientos como el crowfounding".

No obstante, la enseña detecta que "existe una nicho de mercado orientado a un perfil inversor que busca invertir con rentabilidades atractivas, pero con seguridad, con tickets intermedios", un perfil de cliente "desconocedor de los procesos inmobiliarios pero capaz de diferenciar entre los diferentes operadores del mercado y elegir a aquel que le ofrezca un proyecto rentable", relatan.

Así lo pensó el equipo de White Real Estate, la firma que decidió generar este modelo de negocio y posteriormente crear el denominado Club de Inversión. "Hasta la fecha son varios los proyectos desarrollados bajo esta fórmula, aglutinando la financiación de varios inversores para acometer la oportunidad inmobiliaria, y ahora se ha formalizado esa unión de esfuerzos con la creación de Club de Inversión", explica José Solero.

"El proyecto cuenta con el soporte recurrente de varios inversores que han contrastado el modelo de negocio con inversiones propias y que hoy son los principales valedores del proyecto. Son inversores que asumen que el siempre existe un ticket mínimo definido para cada proyecto y que tienen como criterio principal que se optimicen todos los aspectos que afectan a la rentabilidad (criterios mercantiles, fiscales, comerciales, técnicos, etc.)", detalla el dirigente.

El modelo cuenta además con "el soporte financiero que le permite garantizar el impulso inicial del proyecto". Este soporte se apoya en la figura de lead investor y se personaliza en el empresario Miguel Angel Santos, que cuenta con una importante trayectoria en el sector inmobiliario y que recientemente impulsó la firma Grupo Siso para desarrollar solares abandonados en núcleos urbanos.

"Se puede decir que el modelo de negocio propuesto por WRE ha facilitado el acceso a la inversión inmobiliaria sin llegar a popularizarla, en contraposición del modelo crowdfounding. El concepto que se pretende impulsar es el de la co-inversión", explica la compañía. "De esta manera se da acceso a inversores medios, sin ningún tipo de experiencia en la promoción ni conocimientos previos de cómo se debe desarrollar un proyecto residencial, un hotel o un parque de medianas comerciales y facilitando así la obtención de la rentabilidad y la seguridad buscadas", agrega.

Cómo se invierte

"Cada inversión se realiza a través de una sociedad constituida para el proyecto en concreto, y son los inversores los que deciden en cuáles quieren participar. Hay proyectos residenciales, viviendas en venta y en alquiler, hoteles o terciaros comerciales, y cada inversor elige en qué proyecto se siente más cómodo. Todos ellos tienen en común el proceso, la nueva sociedad es propietaria del suelo, del desarrollo del proyecto y exigen altas rentabilidades, así como una diferenciación clara de su competencia. Andersen Consulting, como asesores legales y fiscales, gestionan la creación, gestión y disolución de cada uno de los vehículos que invierte en cada proyecto, buscando la máxima eficiencia rentabilidad y fiscal", detallan.

"Los inversores capitalizan la sociedad con el objetivo de comprar el suelo y sufragar los primeros gastos, arquitectos, licencias, impuestos... y una vez que el proyecto alcanza las preventas que aseguran la viabilidad del proyecto el resto de la inversión es financiada por una entidad financiera. Hasta ahora La Caixa y BBVA han sido los bancos que han querido subirse al carro de estos desarrollos", agregan.

Los proyectos ya en marcha de la firma son Aura Residencial en Torrent, Nuba Residencial, Scala Patraix, White Trade, Cubica y Calma Beach. "Ratifican que el modelo es acertado. Todos son casos de éxito, que han superado las expectativas iniciales", asegura la mercantil. El nuevo proyecto que inicia ahora es el denominado Avenida del Puerto 142, ubicado en dicha vía de València. Se trata de un suelo de 200 metros cuadrados que permitirá la construcción de 20 viviendas.

Contará con fachadas a dos calles, avenida del Puerto e Islas Canarias. El proyecto ha sido diseñado por la arquitecta Cristina Moya y pretende orientarse "hacia el alquiler de larga duración, ofreciendo alternativas que hoy en València son muy escasas".

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