en el casco antiguo

Terrazas "intermitentes", la nueva medida de Benidorm por el ruido de los veladores

Seguridad instala una estación de ruido próxima a La Sureña de Tomás Ortuño para constatar si el alboroto lo crea la terraza del bar o el paso de la gente, por lo que tendrán que sacar el mobiliario 15 días sí, 15 días no

3/02/2017 - 

BENIDORM. Las quejas por el ruido en el casco antiguo de Benidorm son históricas. Este mismo verano, el gobierno local formado por el PP quiso poner freno a la proliferación de bares que sacaban más mesas de las permitidas a las terrazas. Ahora el lío viene por el ruido en las mismas. El foco lo tiene en la actualidad La Sureña de la calle Tomás Ortuño, situada junto al mercado municipal.

Según ha podido saber este diario, un vecino de este bar fue hasta el Defensor del Pueblo Valenciano, dependiente del Síndic de Greuges, para quejarse del ruido que soporta en su casa, al parecer, por la terraza de este establecimiento. Ante esto, el Ayuntamiento ha querido ser "prudente", según indicó el concejal de Seguridad, Lorenzo Martínez, quien señaló que han optado por instalar una estación de ruido para medirlo próximo a este local. Ésta mide el nivel de ruido diario así como diferentes horas al día.

Además, tal y como le han trasladado ya a los gerentes de La Sureña en este espacio, tendrán que estar en unos días de prueba para hacer una medición real. Lo que supone que estarán 15 días con la terraza tal cual la montaban hasta ahora, mientras que las dos semanas siguientes tendrán prohibido sacar las mesas a la calle. De esta forma, quieren constatar de dónde proviene el ruido, si es por los clientes del bar, o por el propio paso de la gente por esa calle.

Cabe señalar que se trata de una de las zonas más concurridas de la ciudad. Una de las principales vías que da acceso al Paseo de la Carretera, la más recorrida por los viandantes. Además, el peso comercial de este paso es importante, debido a que tiene el mercado municipal, así como otras tiendas de marcas reconocidas. Se trata del corazón del casco histórico de la ciudad.

Esta medida, poco habitual en la ciudad, podría sentar un precedente en la localidad. Puesto que como se ha dicho, son muchas las quejas de los residentes en la zona. El edil del área indicó que han llevado a cabo esta medida, previa a la solución final, que si se demostrara que el ruido viene de la terraza del bar, revocaría la autorización para las mesas o en su caso, rebajarían el número de veladores.

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