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‘The Good Fight’, el spin-off de ‘The Good Wife’ que ningún fan de la serie debería perderse

‘The Good Fight’, disponible en Movistar+, mantiene algunos personajes de su antecesora mientras que incorpora nuevas caras, conocidas por el público por otros populares productos. Con un resultado tan adictivo como el famoso procedimental protagonizado por la abogada Alicia Florrick, se sustenta bajo los mismos mimbres: un drama legal con un suceso autoconclusivo combinado con tramas personales horizontales

25/03/2017 - 

VALÈNCIA. Si hay una serie producida por la televisión en abierto norteamericana que elevó el nivel de calidad al de cualquiera de las producciones de cable fue sin duda The Good Wife, el drama legal sobre la esposa de un político salpicado por un escándalo sexual, que tuvo que reincorporarse a la abogacía para sacar a su familia adelante. The Good Wife, que acumula cinco premios Emmy y un Globo de Oro, se mantuvo en antena durante siete temporadas de más de veinte episodios cada una, demostrando la fortaleza de sus cualidades. Las tramas personales de su protagonista, sin embargo, tras siete temporadas sufrieron el agotamiento lógico de un personaje que había caído hasta el abismo infinidad de veces y prácticamente lo había superado todo en lo profesional y en lo personal. Aún así la audiencia demostró un cariño inusitado hacia muchos de sus personajes, tanto fijos como episódicos, interpretados en su totalidad por un casting memorable.

Sus creadores, el matrimonio King, habían abandonado la serie en su última temporada para embarcarse en la excéntrica Brain Dead, un experimento que no cosechó las audiencias esperadas. Razón por la cual se quedaron sin argumentos para no aceptar el proyecto de crear el spin-off, esta vez sin Alicia Florrick (Julianna Margulies), pero sí con algunos personajes representativos de su antecesora: la elegante Diane Lockhart (Christine Baranski), la joven abogada Lucca Quinn (Cush Jumbo), y algunos secundarios o episódicos, míticos para los fans, como Marissa Gold (Sarah Steele), David Lee (Zach Grenier), o la excéntrica Elsbeth Tascioni (Carrie Preston).

The Good Fight incorpora a una nueva Alicia, más joven que la anterior, pero que, al igual que ésta, debe seguir adelante con su carrera pese a un gran escándalo que le salpica de lleno: la detención de su padre por ser el Bernie Madoff estadounidense, responsable de la estafa piramidal más grande del país. El personaje de Maia Sindell está protagonizado por la pelirroja Rose Leslie, popular por el personaje de Ygritte en Juego de Tronos. Ya saben de quién les hablo: “You know nothing, Jon Snow”.

Donald Trump: antagonista subliminal

La serie les sacará maliciosas carcajadas desde el minuto uno. La temporada comienza con un plano de Diane viendo la televisión mientras se descompone a medida que escucha a Donald Trump anunciando que ha ganado las elecciones presidenciales (todos sabemos la predilección del personaje de Diane por Hillary Clinton, a la que donó unos cuantos miles de dólares para que ganara las elecciones). Compungida, apaga de sopetón el televisor y resopla resignada. Empieza una nueva era. La era Donald Trump.

Las siete temporadas de The Good Wife exhibían reiteradamente una sintonía evidente con los demócratas norteamericanos tanto en alusiones políticas como en cuestiones ideológicas como el aborto, por ejemplo. El primer episodio de la serie, por ejemplo, nos mostraba el dormitorio de la hija de Alicia Florrick empapelado con los famosos carteles de la campaña de Obama (aquellos en los que se leía las palabras Hope, Progress y Change). Y tanto su marido como ella se presentaron a diferentes candidaturas por el partido  demócrata. Además, la mayoría de abogados, como Diane, confesaban en determinados momentos su predilección hacia el partido liderado por entonces por Obama.

Como les decíamos, arranca este spin-off con la noticia de la victoria de Trump frente al exagerado morro torcido de Diane. Pero en absoluto terminan ahí los homenajes al “demonio estadounidense” Donald Trump. Diane, que se reincorpora a un bufete compuesto en su mayoría por afroamericanos, y especializado en denunciar los casos de brutalidad policial (otro tema de imperiosa actualidad en EEUU), está compuesto por, de nuevo, votantes demócratas, a excepción de un colega del despacho al que le cuesta confesar lo contrario, convirtiéndose en el recurso cómico recurrente: ¿alguien conoce a alguien que haya votado a Trump? (carcajada). Resulta que sí, que en el despacho, después de mucho insistir, aparece un abogado de color que sí votó a Trump (de nuevo carcajada). Pero las alusiones al presidente no terminan aquí. Para no hacer spoilers, mejor ver los episodios.

Sucesos basados en escándalos reales

Otra de las características más significativas de la serie, heredada de su antecesora The Good Wife, es la incorporación de sucesos basados en escándalos reales, como la estafa piramidal protagonizada por Madoff; la difamación en los medios, en esta época en la que es tan habitual ver cómo algunos medios publican multitud de noticias sin contrastar; la agresividad que exhiben determinados ciudadanos en espacios online como Twitter o Reddit, escudados la mayoría de las veces en perfiles anónimos; o el escándalo ocurrido el pasado octubre con la no emisión de un capítulo de la serie Ley y orden: Unidad de Víctimas Especiales, producido por la NBC, inspirado supuestamente en un escándalo sexual protagonizado por el actual presidente, por entonces candidato republicano a la presidencia. El episodio trata sin tapujos del pavor generalizado de los medios de comunicación a enfrentarse al nuevo Presidente del país, con un caso como este de autocensura. Un buen puñado de detalles convertidos en poderosas razones para no perderse, sin duda ninguna, la vuelta de los King con otro drama legal sublime.

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