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obras en el entorno de la iglesia

València dignifica la 'fonteta' que da nombre a la Fuente de San Luis

19/12/2017 - 

VALÈNCIA. Su casa se encontraba frente al Almudín. Nació el 1 de enero de 1526. Murió en un día tan valenciano como el 9 de octubre, a los 55 años de edad. San Luis Beltrán es una figura única. Misionero dominico en América, defensor de los nativos americanos, son numerosas las leyendas que le atribuyen enfrentamientos con los conquistadores. Beatificado por Paulo V en 1608, santificado en 1671 por Clemente X, es santo patrón de Colombia.

De linaje noble, descendiente de los Eixarch, su nombre está presente en la ciudad no sólo en elementos tangibles como su casa natalicia, sino también en la nomenclatura hasta el punto de bautizar un barrio: La Fonteta de San Luis.

Narra la leyenda que el santo valenciano, estando enfermo, bebió de un manantial situado extramuros, en el camino de Ruzafa a la Albufera. Aquel agua sació su sed y le hizo sanar, y por eso la bendijo. Pronto su fama corrió y aquella fuente, con el tiempo, pasó a ser llamada la Fuente de San Luis y en el lugar, en el siglo XVII o XVIII, se levantó una ermita.

La fuente de San Luis era una referencia geográfica de la ciudad, y así está consignada en la Guía urbana del Marqués de Cruilles publicada en 1876, donde se la cita. Tanto que extendió el nombre al pequeño municipio que València se anexionó en 1887.

Con la anexión llegaron los cambios. Unos pocos años después, en 1902, se levantó una iglesia en el lugar donde se encontraba la ermita. El edificio fue todo un ejercicio de ingeniería para la época. Al estar situado en terreno pantanoso, el campanario tuvo que construirse sobre 2.000 troncos de olmos y chopos que sirvieron de secante.

En 1983, a menos de un kilómetro y medio de distancia, más hacia el interior de la ciudad, se inauguró el pabellón municipal polideportivo Fuente de San Luis, sede del València Basket. La Fonteta hoy día en València es sinónimo de triunfos deportivos, y no muy lejano en la memoria, también de conciertos de grandes grupos musicales Ahí actuaron hace 30 años, un 20 de noviembre, unas estrellas internacionales como The Cure. Pero el nombre de La Fonteta para describir al lugar, al emplazamiento, tiene su raíz en un manantial, en una leyenda religiosa, en un santo.

Ahora el Ayuntamiento ha afrontado la remodelación del espacio original. Y lo ha hecho dentro del programa de presupuestos participativos. Ha sido la ciudadanía la que ha impulsado la recuperación de este espacio. Un trabajo que ha supuesto remozar los jardines de la plaza de la iglesia y que, según aseguraban desde el consistorio en un comunicado, “ha dignificado el entorno de esta plaza, que se ubica dentro del entorno de protección de la iglesia parroquial Sant Lluís Bertran”, catalogada como Bien de Relevancia Local en la categoría de Monumento de Interés Local.

La acción, promovida por la Concejalía de Parques y Jardines, dirigida por Pilar Soriano, ha contado con un presupuesto de 55.745 euros y ha afectado una superficie de 641,15 metros cuadrados.

La Concejalía, dicen desde el Ayuntamiento, ha cambiado el diseño de uno de los jardines para que tenga una mayor relación con el segundo jardín de la plaza y también con la misma iglesia. El nuevo diseño, que según el Ayuntamiento “ennoblece el acceso a la iglesia”, mantiene el arbolado y la cruz ornamental y elimina el arbusto que originalmente delimitaba el macizo vegetal, para dar una mayor sensación de fluidez del espacio. Además, el nuevo diseño ha aumentado la superficie del jardín.

Igualmente, se ha establecido una zona de descanso en la nueva área pavimentada del jardín, compuesta por dos bancos y una papelera, que disfrutar de vistas hacia el otro jardín de la plaza. También se ha adaptado el sistema de riego a las nuevas necesidades y se han instalado plantas arbustivas en el macizo vegetal, para hacer más agradable el entorno del jardín.

Con todo, lo más significativo se ha producido en el segundo jardín, ubicado en el lado este de la plaza. Es aquí donde se encuentra la fuente ornamental bebedero que es la que históricamente ha dado nombre al barrio. Aquí es donde se supone que bebió el santo.

Los trabajos han incluido elevar el nivel del pavimento del jardín para poder esconder las raíces más superficiales de los árboles que habían provocado la rotura del pavimento original. También se han restaurado la fuente así como elementos de piedra de los muros del jardín. Además, se han reproducido las barandillas originales y se han reubicado las papeleras.

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