Los buñuelos sin Fallas
Dos años a la intemperie. Sin fiestas que les abriguen, ni collas d'amics que vayan a merendar. Fabián es uno de esos negocios familiares que no prende sin la mecha de las fiestas
Dos años a la intemperie. Sin fiestas que les abriguen, ni collas d'amics que vayan a merendar. Fabián es uno de esos negocios familiares que no prende sin la mecha de las fiestas
No hay fallas en la calle pero hay HOSTELERÍA. Bienvenidas a esta ruta fallera que pretende sustituir lo insustituible
Una terracita, el sol en la cara y las cartas más veggies de la ciudad para sentir como sea estas fallas
Cultura, catas y mucha gastronomía en el primer open space del puerto de Alicante.
La cuchara debió de inventarse un día de invierno, y el invierno, en los pueblos. Eso explica que sea en ellos donde mejor sabor tienen los platos de cuchara
Bueno nanos, ya casi está, lo rozo con la punta de los dedos. Los bares vuelven a estar abiertos. Cierto que solo hasta las seis, y cierto que solo las terrazas, pero bueno, penalty-gol es gol, el que no se consuela es porque no quiere, y yo ya puedo salir a tomar algo.
Hay una esquina de la calle Xàtiva que resiste a las franquicias, la bollería ultracongelada y las tiendas de telefonía. Es Dulces Martín, desde 1945 haciendo repostería con los productos del terruño.
El sector ve en la inmunización una oportunidad para recobrar la normalidad de su actividad, mientras que los científicos siguen haciendo valer el criterio de la edad
«Todas las cocinas del mundo son femeninas, las crearon las abuelas y las madres. Pero le voy a poner un ejemplo, de la cocina española solo se comenzó a hablar cuando los hombres empezaron a cocinar»
La Pollería abre su franquicia de gofres con formas fálicas en el centro histórico de la ciudad, a 200 metros de la Archidiócesis de Valencia. Con un par.
Vuelve la vida (la gastronomía) a nuestras terrazas y estalla València en mil colores
Chavales, estas últimas semanas me he planteado hacer cosas moralmente muy reprochables con tal de acceder a un bar. Finalmente, gente que no piensa pagarme otra fianza, me convenció de que tal vez sería mejor calmarse un poco y buscar una alternativa
Noruega es una inflamación literaria. Escrita por Rafa Lahuerta, editada por Drassana, premi Lletraferit. En apenas un par de meses, sus páginas se han convertido en la mejor acometida contra camarillas, burbujas endogámicas y cotos privados.
Que la hostelería vive uno de sus peores momentos, nadie lo duda. Y más en aquellas comunidades en las que, a día de hoy, permanece cerrada a cal y canto y solo posibilitan el take away o el delivery. Entre todas ellas, una que en muchos casos es la envida, Madrid.
"Si quieres trabajar, esto es lo que hay", reflexiona el valenciano Paco Parreño, mientras remueve la cazuela de arroz y bogavante, a sabiendas de que los estadounidenses no quieren ver la cabeza del marisco. Ha trazado su propio límite personal: el arroz amarillo
Vuelve a leer el CAPÍTULO 1
Después de trabajar en diversos restaurantes con estrellas Michelin, Alfonso Botas se instaló en el pueblo leonés de sus abuelos, Castrillo de los Polvazares. Allí se puso al frente del Mesón del Arriero, que desde 2014 envía cocidos tradicionales de la tierra a cualquier punto de la península.
En Galicia tienen las orejas de Carnaval, en Nueva Orleans la Kings Cake, en Andalucía los pestiños y en la Vall d'Albaida, la almoixàvena
El pueblo valenciano ha hablado: bienvenidos a las catacumbas de la comida a domicilio
Lolo es historia viva de la gastronomía española en Manhattan. En sus restaurantes, la paella clásica ha cedido el protagonismo al chorizo, los huevos o los guisantes, porque su prioridad es acercar el plato al público estadounidense
“Cerrado los domingos”. Leí esta frase en la puerta de un comercio e inmediatamente me imaginé que me pasaba toda la mañana en la cocina, cuidándome y cuidando a los míos. Hagamos la prueba este fin de semana, cerremos por amor y pongámonos a cocinar como lo hacía la mamma