entrevista (I). Nerea belmonte, concejal no adscrita de alicante, expulsada de guanyar

"No dimitiré mientras crea que soy esencial para unir al tripartito, para que gestionen por Alicante"

21/05/2017 - 

ALICANTE. Dice que no se siente reconocida bajo la denominación de tránsfuga porque sostiene que no se marchó voluntariamente ni del grupo municipal de Guanyar ni de su partido, Podemos. Fue expulsada del equipo de Gobierno el 29 de marzo de 2016 por adjudicar contratos menores a una empresa de comunicación representada por compañeros podemitas y, desde entonces, Nerea Belmonte (Alicante, 1988), es edil del llamado grupo no adscrito, tras un paso de nueve meses por las concejalías de Acción Social y Vivienda. Es licenciada en Derecho, ejerce como "consultora financiera" y, junto a su compañero no adscrito, Fernando Sepulcre, acaba de facilitar la aprobación de los presupuestos municipales del tripartito para este 2017.  

-Se ha cumplido ya más de un año de su expulsión del equipo de Gobierno. ¿Cómo valora esa decisión pasado ese tiempo?

-Como una decisión errónea. Todo el mundo en el equipo de Gobierno sabe que fue una caza de brujas y que los estándares de estética que estaban intentando instaurar no se correspondían para nada con la realidad. Se quiso lanzar una sospecha sobre un procedimiento que fue completamente legal y que contó en todo momento con el visto bueno de los funcionarios, con el conocimiento de los excompañeros de Guanyar y que al final, todo el mundo sabe porque están los números, que supuso un ahorro para las arcas públicas.

-¿Una caza de brujas por parte de quién?

-Se empezó por un medio de comunicación supongo que a instancias de algún partido político. He dicho siempre muy claramente que hubo un intercambio de cabezas, la de Marisol Moreno, de Izquierda Unida (IU) por la mía. Había sido condenada por la Audiencia Nacional [al pago de una multa por un delito de injurias a la Corona, en enero de 2016] y se estaba exigiendo su dimisión. Había que hacer un cambio de foco. Fue una caza de brujas a la que se apuntaron los socialistas y Podemos. 

-La justificación que se dio fue una pérdida de confianza por un comportamiento poco ético al adjudicar contratos menores a personas afines. ¿Qué tiene que decir a eso? ¿Fue así?

-No se trata de adjudicar contratos a personas afines. Se trata de si se adjudican contratos por ser personas afines. Si tenemos en cuenta la cantidad de contratos menores que se daban en la Concejalía de Acción Social a más de 120 empresas y autónomos, y que no se le pedía el carnet absolutamente a nadie, si no que se les pedía un proyecto bueno y económicamente competitivo, al final, alguien tenía que haber de Podemos. Había empresas de afines a PSOE, a Compromís, al PP... a todos No me parece correcto que, porque una empresa fuese de gente de Podemos ya hubiese que demonizarlos. De hecho, están trabajando en otros ayuntamientos con otros partidos que no son Podemos y están haciendo muy buen trabajo, según tengo entendido.

-Es decir que sostiene que la justificación no era válida.

-No, no me parece válida. Me parece igual de mal dar algo a quien no lo merece, como no dárselo a quien lo merece. Y si hubo una empresa que presentaba una propuesta que era la más idónea, o en este caso, en un determinado momento, la única, y cumple todos los requisitos, ahí sí que hubiese estado cometiendo una irregularidad.

-Pero en esos casos no hubo proceso de selección entre varias empresas; fueron encargos directos por importes de menos de 18.000 euros...

-Sí; en los contratos menores, hasta donde yo sé, en Acción Social no hacíamos contrataciones directas. Al menos los que pasaban por mí. Pedíamos diferentes proyectos a diferentes empresas y después se elegían. Yo no participaba en esa selección, eran los funcionarios los que elegían. Pero, además, cuando yo estuve, no me pareció el proceso más idóneo para encontrar a la empresa más competitiva porque había que invitar a las empresas. Yo prefería hacer saber a todas las empresas de Alicante que se iba a producir una selección y que se pudiesen presentar. Y eso fue lo que pasó cuando se renovó el contrato de comunicación, que se sacó a un concurso público y fue en este caso la única empresa que se presentó. Posteriormente se sacó otro concurso de sonido y esta empresa se presentó y no lo ganó. Si se hubiese tratado de favorecerlos, hubiesen ganado también ese concurso. Al final lo que hicimos fue que incluso los contratos menores, cuando fuesen de cuantías superiores a 6.000 euros, se licitasen.  

-En el último pleno lamentó que no se hubiese creado una comisión de investigación como la que se ha constituido sobre los contratos de Comercio para esclarecer lo que sucedió en su momento. ¿Lo mantiene?

-Por supuesto, en ese caso la gente sería más consciente de que lo que hubo conmigo fue una caza de brujas. No hay absolutamente nada que ocultar. Yo presenté mi caso ante la prensa, ante la gente de Podemos y todo el que me escuchó se fue convencido. Había un interés político y había una realidad, y la realidad demuestra que no había nada irregular. Ojalá hubiese tenido una comisión... no había nada extraño.

-Vuelve a hablar de interés, ¿quién ganaba con su expulsión: el equipo de gobierno no, porque se quedó en minoría?

-Sí que ganaban porque yo en un principio había dicho que yo me iba a marchar si la asamblea de Guanyar me lo pedía, y si Podemos me lo pedía. Pero, realmente, si se cumplían todas las garantías. Cuando yo llegué a la asamblea de Guanyar a dar explicaciones, era todo gente de IU, a la gente de Podemos no les dejaron votar y fue una trampa de ratonera clásica de Partido Comunista. Y eso, es cierto que fue parte responsabilidad mía, por haber sido nueva en esto de la política, ingenua. Dentro de Podemos también interesaba porque en Alicante no había un liderazgo y estaba en juego la secretaría local y una alternativa al oficialismo valenciano representado por Antonio Montiel.   

-Podemos también ha acordado su expulsión. ¿Alguna valoración?

-Pues que si uno lee toda la documentación, a mí no se me ha expulsado por dar contratos a afines, sino por desobedecer a una gestora que me estaba exigiendo que yo obedeciese a IU, una gestora que no tenía competencias para pedirme eso según los estatutos y me pareció kafkiano que un partido me obligase a obedecer a otro partido. Lo que pasa es que en Podemos las comisiones de garantías están instrumentalizadas, no son órganos independientes, se presentan con una lista. En este caso, la lista de Montiel tenía su propia comisión. Si los jueces se votasen junto al gobierno en las elecciones, los jueces no serían imparciales. Aquí pasa eso.

-Ya ha dicho que se planteó renunciar al acta bajo determinadas condiciones. ¿Se lo ha vuelto a plantear ahora o piensa agotar el mandato?

-Cada día cuando me despierto lo contemplo. La pregunta que me hago es: "¿Está siendo mi gestión y mi trabajo como concejala el mejor que puedo hacer para la ciudad de Alicante y eso está ayudando a que sea mejor?" Mientras la respuesta sea 'sí', seguiré en el cargo. Sé que es subjetivo, mi punto de vista, pero creo que mi labor sí está contribuyendo a mejorar la ciudad. Sobre todo si tenemos en cuenta que tenemos un tripartito que es muy inestable, no porque no tenga mayoría, si no porque entre ellos no se ponen de acuerdo. Si hay un actor externo, independiente, que esté dispuesto a apoyar al tripartito, sí, pero siempre que las cosas se hagan bien, y que pida unidad por el bien de la ciudad, creo que eso ahora mismo es esencial. Si vemos cuál es la situación, vemos que cada partido mira hacia su ombligo en lugar de mirar hacia la ciudad. 

-¿Piensa que su papel es actuar como una especie de árbitro para que el tripartito case?

-No, no como árbitro. El árbitro tiene un papel pasivo. Mi papel es de impulsora de la unidad, ya no a nivel político, sino a nivel de gestión que tiene que haber en el ayuntamiento en beneficio de la ciudad. Al final todos sabemos que hay proyectos que necesitan de todos. No sirve de nada que se apruebe el catálogo de protecciones de Miguel Ángel Pavón, por ejemplo, si dentro de dos años puede entrar a gobernar otro partido que no le guste ese catálogo y tumbarlo. Se trata de construir consensos que nos permitan una estabilidad y que los proyectos no sean cortoplacistas. Para eso cada partido no puede ir por su lado.

-Acaba de dar un espaldarazo al tripartito con los presupuestos. ¿Puede explicar por qué?

-Dejé muy claro que si se aceptaban las enmiendas, votaría a favor. Se han incorporado la mayoría y las que no, se han aceptado como compromisos políticos. Ahora toca hacer el seguimiento para ver si se cumplen. Además, es verdad que hay proyectos que para mí es importante que salgan adelante como el DUSI o inversiones sostenibles. Proyectos muy normales como puede ser el asfaltado de las partidas rurales, por ejemplo. Esas cosas tenían que salir adelante. También creo que es una manera de dar una última oportunidad al tripartito como gobierno y de pedir esa unidad que hace falta. En estos meses se verá si son capaces de ponerse de acuerdo por los grandes proyectos, como el Plan de Ciudad, o siguen cada uno a la gresca. De momento se está viendo esa ruptura. Si la cuestión sigue ahí, no habrá apoyo que valga para los próximos presupuestos.

-¿Le consta que ha habido insinuaciones de que en ese apoyo han mediado contrapartidas de todo tipo? ¿Han existido esas contrapartidas?

-Sigo siendo una concejala sin apoyo técnico, no tengo asesores, sigo sin tener sueldo, y eso hace que mi labor sea muy complicada porque tengo mi trabajo fuera del ayuntamiento y mi tarea dentro. Faltan horas. No sé a qué clase de contrapartidas se refieren, si las hay que vengan y me digan cuáles son, porque yo no las veo. Hago un trabajo duro pero no hay equilibrio con apoyos materiales o económicos.

"De momento, se sigue viendo esa ruptura; si la cuestión sigue ahí, no habrá apoyo que valga para los próximos presupuestos"

-Existen límites legales...

-La única limitación que presenta la Ley es que los concejales no adscritos no podemos tener mejores condiciones políticas y económicas de las que teníamos antes. Yo era concejal de Acción social y Vivienda, y hoy no podría ser alcaldesa, ni vicealcaldesa. Pero no significa que no pueda participar en comisiones no permanentes del pleno o en los organismos autónomos, que no me dejan. También dice la Ley que no puedo tener mejores condiciones, pero no significa que pueda tener las mismas que tenía antes o al menos las mismas que el resto de la oposición. El Reglamento Orgánico del Pleno (ROP) de Alicante es más restrictivo que la Ley de Bases de Régimen Local, que se aprobó con Castedo. No sé si este tripartito está a gusto rigiéndose por ese reglamento. Hubo un pacto en el que se incluía su reforma. Cuando eso ocurra, veremos qué pasa. No obstante, tenemos una Constitución, y en ella se me garantizan unos derechos de representación y debo poder hacer el mismo trabajo político que el resto de concejales, como ha interpretado el Tribunal Constitucional (TC). He encontrado que el ROP incumple en algunos artículos la jurisprudencia dictada por el TC. Por ejemplo, los no adscritos podemos presentar mociones y el ROP no me lo permite; el TC dice que podemos participar en todo tipo de comisiones informativas, también en las no permanentes, y también en otros foros como los organismos autónomos... La señora Castedo se pasó esos derechos por el forro y el tripartito está haciendo lo mismo.

-¿Va a solicitar formalmente que se restituyan esos derechos de los que habla?

-Estoy ultimando con el secretario del pleno las formalidades de los escritos. A lo largo de esta semana o la que viene, los presentaré. Son dos partes: las que no afectan al ROP y las que sí, que necesitan que se cambie ese reglamento.

-¿Lo ha hablado con el equipo de Gobierno y le han adelantado alguna decisión?

-No, no lo he hablado con nadie. He estado trabajando en ello estas últimas semanas. A lo largo de este año, lo primero fue recuperarme del shock; lo segundo, decidir qué papel quería llevar a cabo y trabajar para lavar mi imagen como una concejal que trabaja por Alicante, además de recuperarme de un problema de salud bastante gordo. Una vez hecho eso, volver a mi vida laboral. Ahora, una vez resuelto, es cuando he podido centrarme en todo esto y es cuando veo un año entero de injusticia. Me toca estar luchando por mis derechos: un año perdido que podía haber estado presentando mociones o declaraciones institucionales... Ahora, lo expondré con la Ley y la jurisprudencia en la mano.

-¿Va de la mano de su compañero no adscrito, Fernando Sepulcre, en esto?

-No lo sé, le dije lo que quería hacer y me dijo que estaba a favor de exigir nuestros derechos. Supongo que me apoyará.

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