antigua nave gestionada por vaersa arrendada por el ayuntamiento

Alicantina del Frío inyecta 2,6 millones para abrir una planta de reciclaje de neveras en Aguamarga 

12/11/2021 - 

ALICANTE. La antigua planta de reciclaje de frigoríficos gestionada por Vaersa en una nave de titularidad municipal del polígono de Aguamarga de Alicante volverá a tener una segunda vida en manos del sector privado. La empresa Alicantina del Frío, con sede social en Benidorm, ultima el acondicionamiento de las instalaciones para recuperar la actividad original desarrollada por la empresa pública de la Generalitat al menos hasta el año 2014.

El proyecto impulsado por Alicantina del Frío -la compañía surgida de la fusión de Movilex Recicling España SL y Grupo De Blas Recuperaciones SL- comprende una inversión global de 2,6 millones para adaptar y equipar el edificio, después de haber asumido su arrendamiento, en virtud del acuerdo de adjudicación directa aprobado el pasado mes de abril en Junta de Gobierno.

En principio, se prevé que su puesta en funcionamiento pueda producirse a corto plazo, tras la finalización de la primera fase de los trabajos de adaptación, para los que se habría asumido una primera inyección económica de 1,4 millones. Además, su puesta en marcha supondrá la generación de entre 40 y 45 puestos de trabajo directos, además de entre 25 y 30 puestos de trabajo indirectos. 

En principio, según las mismas fuentes, la compañía no requiere de ningún permiso adicional, puesto que ya habría tramitado ante la Conselleria de Transición Ecológica el correspondiente expediente de transmisión de la autorización ambiental integrada concedida para el desarrollo de la actividad propuesta.

Las dos empresas que conforman Alicantina del Frío se dedican a la gestión integral de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). En este momento, contarían con todas las autorizaciones ambientales de la Generalitat para el tratamiento y gestión y reciclaje de ese tipo de electrodomésticos. Además, según añadieron fuentes municipales consultadas, el emplazamiento de la nave industrial también cuenta con las autorizaciones ambientales y urbanísticas necesarias para el uso al que se pretende destinar, en la medida en que ya albergó la planta de tratamiento de residuos procedentes de aparatos frigoríficos en el periodo de diez años en el que quedó bajo la explotación de Vaersa.

La empresa pública de la Generalitat asumió en 2004 la cesión de la parcela de 5.000 metros cuadrados, de propiedad municipal, para poner en marcha dicha planta de reciclaje y la gestionó al menos durante un periodo de diez años. Finalmente, el Ayuntamiento tramitó la reversión de la cesión de la nave y de la parcela en la que se ubica en el año 2019, tras comprobar que las instalaciones habían quedado en desuso.

Como publicó Alicante Plaza, la nave quedó entonces a disposición del ayuntamiento para satisfacer necesidades logísticas y de almacenaje. En esta línea, parte de las instalaciones se cedieron a la Junta Mayor de Hermandades de la Semana Santa para que se pudiesen conservar parte de los tronos que permanecían custodiados en las dependencias de la antigua Fábrica de Tabacos, al iniciarse la fase de los derribos internos previa a la rehabilitación del complejo. 


Esa cesión parcial se mantuvo, precisamente, hasta el pasado mes de abril, cuando el actual equipo de gobierno, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), aprobó la adjudicación en régimen de alquiler por adjudicación directa a Alicantina del Frío, a propuesta del servicio de Gestión Patrimonial.

El acuerdo se basó en un informe del Servicio de Medio Ambiente en el que se subrayaba "lo positivo de la inversión" propuesta por Alicantina del Frío "desde los puntos de vista medioambiental, económico y social". Y, también, "desde el punto de vista de la actividad, en la singularidad de la misma, en cuanto que no existe implantada en la actualidad ninguna industria de este tipo en la Comunidad Valenciana". De igual modo, dicho informe incidían en que "el resultado del proceso productivo" planteado por la compañía "no es la generación de residuos de necesaria eliminación, sino su transformación en materias primas reutilizables en nuevos procesos".

Así, dicho informe concluía "proponiendo la adjudicación directa del arrendamiento, para evitar dilaciones en la implantación de la actividad y porque considera que concurren las causas legales que permiten tal adjudicación", sin tener que recurrir a un procedimiento abierto a la libre concurrencia para alquiler el bien patrimonial municipal. En concreto, según la propuesta, entre esas causas legales figuraría "la especial idoneidad del bien, por haber albergado la nave en cuestión una actividad industrial como la que se pretende, lo que redundaría en la previsibilidad de su autorización".

De este modo, se acordó el alquiler de la nave por un periodo inicial de 5 años, con tres posibles prórrogas de 5 años cada una (hasta un total de 20) y una renta de a 79.921,15 euros anuales (impuestos no incluidos), lo que equivale a 6.660,10 euros mensuales (sin impuestos). 

Así, a finales de marzo, se procedió a liberar la nave con el fin de agilizar su cesión a Alicantina del Frío para que pudiese acometer las obras de adaptación sin demoras. En esa operación, se incluyó el traslado de los tronos de Semana Santa a otra nave situada en el polígono de Las Atalayas, para los que se dispuso de un gasto de 3.000 euros procedentes de una de las partidas de la Concejalía de Medio Ambiente, cuando, a priori, deberían haberse utilizado fondos del área de Fiestas, según apuntaron los ediles de Compromís, Natxo Bellido y Rafa Mas durante una comparecencia pública ofrecida este jueves. 

En esta línea, ambos solicitaron conocer el detalle de las facturas relacionados con ese traslado y reclamaron explicaciones sobre los motivos por los que se usaron fondos de Medio Ambiente que debían destinarse a otros usos relacionados con la puesta en marcha de políticas ambientales o para atender la emergencia climática, por ejemplo.

El portavoz municipal del PSOE, Paco Sanguino, también se pronunció al respecto para preguntarse "cómo es posible que sean incapaces de administrar el presupuesto asignado a Fiestas en un año en el que no se ha celebrado nada", en alusión al que, a su juicio, habría sido el origen indicado de los fondos para acometer ese traslado. "¿De verdad no han encontrado motivos durante 2021 para invertir el presupuesto de medioambiente en otra cosa?", se cuestionó. Así, consideró que "el Partido Popular definitivamente ha abandonado el medio ambiente y se ha entregado a negacionistas que sólo buscan eliminar la transición ecológica de la agenda de Alicante".

Por su parte, el edil de Medio Ambiente, Manuel Villar (PP), indicó al respecto que fue su departamento el que asumió el coste del traslado tras considerar que se trataba de atender una necesidad urgente que iba a permitir la implantación de una actividad dedicada al reciclaje y la reutilización, y, por tanto, encuadrada en los principios de la economía circular.

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