VALÈNCIA (EP). El Ayuntamiento de València ha acordado este viernes, a través de un contrato de emergencia, destinar 8,5 millones de euros para la limpieza y recuperación del lago de l'Albufera tras la Dana que el 29 de octubre devastó localidades de esta provincia y tres pedanías de su capital y arrastró hasta esta zona húmeda multitud de restos.
El consistorio, propietario de l'Albufera y del paraje natural que la rodea, pretende con esa inversión comenzar los trabajos para retirar esos restos y devolver a su estado habitual el lago, en el que desemboca el barranco del Poyo que se desbordó por la Dana e inundó los municipios por los que transcurre.
La decisión de destinar 8,5 millones de euros a la limpieza y recuperación de este humedal la han dado a conocer tras la Junta de Gobierno Local celebrada este viernes en el consistorio y antes del pleno extraordinario llevado a cabo para aprobar ayudas a afectados por las inundaciones el portavoz del ejecutivo municipal y del PP, Juan Carlos Caballero, y el segundo teniente de alcalde y portavoz de Vox --formación que dirige la Concejalía de Devesa-Albufera, Juanma Badenas.
Ambos han destacado, en las declaraciones que han hecho a los medios de comunicación, el "patrimonio natural tan importante para los valencianos" que representa este espacio natural, como su "ecosistema más preciado", además de resaltar lo "muchísimo" que ha sufrido por los efectos de la Dana y los "inmensos" daños que ha registrado. Así, han hablado de la urgencia de actuar para devolverle la normalidad.
La alcaldesa de la capital valenciana, María José Catalá, se ha referido también el dinero que se destinará a la limpieza de l'Albufera durante su intervención en la sesión plenaria.
Las tareas de limpieza y recuperación del lago --para las que se destinan en concreto 8.501.399,18 euros-- se emprenderán tras las labores que equipos de emergencias y búsqueda están realizando en este enclave con el fin de localizar a personas desaparecidas tras las inundaciones provocadas por la Dana.
Así lo ha precisado el edil de Devesa-Albufera, José Gosálbez, en la rueda de prensa que ha ofrecido para hablar de esas labores y del acuerdo de la Junta de Gobierno Local para adjudicar por procedimiento de emergencia el contrato para recuperación de l'Albufera tras la Dana.
El concejal ha valorado el trabajo que están haciendo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para localizar desaparecidos por la Dana en este humedal y ha subrayado que Devesa-Albufera ha colaborado con ellos "poniendo a su disposición una barca, un barquero y el embarcadero municipal, así como las instalaciones" de esta concejalía. Igualmente, ha apuntado que se procedió a cerrar el lago a la navegación para no interferir en esas labores de búsqueda.
Gosálbez ha asegurado que como consecuencia de ese temporal l'Albufera ha sufrido "una grave perturbación" y ha destacado que "en pocas horas entraron al 120 hectómetros cúbicos de agua, el caudal que entra aproximadamente en un año y medio" en este enclave. Asimismo, ha resaltado que el 29 de octubre pasado su nivel de agua, que se encontraba en 10 centímetros, ascendió hasta los 110.
"Este evento ha tenido un impacto significativo en el ecosistema de l'Albufera, afectando a su funcionamiento habitual y generando grandes desafíos en la recuperación del área", ha añadido José Gosálbez, que ha detallado los trabajos de limpieza y recuperación que está previsto acometer a través del plan integral de regeneración planteado.
La actuación cubrirá una superficie de 170.000 metros cuadrados y la retirada de aproximadamente 85.000 metros cuadrados de residuos, con un espesor estimado de 50 centímetros. "Estamos hablando de cifras especialmente amplias, especialmente grandes", ha dicho el edil.
El titular de Devesa-Albufera ha precisado que los residuos que se han ido encontrando son "cañas, plásticos, envases, cajones, contenedores, balas de plástico prensado, bidones, muebles, electrodomésticos, neumáticos" y hasta un vehículo que ha sido extraído con ayuda de un helicóptero. Además, ha hablado de los "árboles, muy voluminosos", que se localizaron "sobre todo en la parte de la desembocadura del barranco del Poyo".
José Gosálbez ha expuesto que para gestionar el proceso de limpieza de l'Albufera se ha dividido la zona sobre la que se actuará en "siete áreas de trabajo" y ha explicado que para hacer esa distribución se ha buscado que tuvieran "buen acceso" para garantizar "las operaciones de carga y descarga" de maquinaria y de los residuos.
Los siete sectores establecidos son, como ha concretado, son los sectores Poyo --para el que se estiman 1,5 millones de euros--, Mata del Rei --173.000 euros--, La Vega --1,2 millones--, Catarno --910.000 euros--, Adela --618.000 euros--, del Polaco --2,5 millones-- y del Pasiego --1,5 millones--.
El concejal ha añadido que las labores se iniciarán con siegas, desbroces y triturado, así como con otras previas de acondicionamiento de acceso y para el trabajo. Además, habrá retirada manual de restos en las zonas en las que no sea "inaccesible" hacerlo con maquinaria y se harán "análisis del agua y de los sedimentos en las distintas áreas de trabajo".
Las tareas de retirada serán ejecutadas por tres empresas que han sido asignadas por sectores: Grupo 1 --Palaco--, Grupo 2 --Poyo y Passiego-- y Grupo 3 --Rei, Vega, Catarno y Adela--. Así se busca "optimizar los recursos, permitir la participación de diversas empresas y asegurar que los trabajos se realicen de manera eficiente y sin perjuicio para el medio ambiente". Las empresas encargadas de la limpieza son Rover para el Grupo 1; Becsa, para el 2, y Pavagua, para el 3.
Gosálbez ha destacado que "la efectividad y agilidad en las tareas es importante para evitar la descomposición de residuos, prevenir contaminaciones y minimizar los perjuicios al medio ambiente". "El objetivo es asegurar la continuidad de las actividades económicas de la zona, como la pesca, la caza, el cultivo de arroz, la de los barqueros y la de la hostelería local".
El plazo estimado para finalizar estos trabajos de recuperación de l'Albufera es el 1 de marzo de 2025, con el fin de restablecer las condiciones necesarias para la siembra del arroz en la zona.