BBVA Research eleva al 3,1 % el crecimiento económico previsto en 2024 gracias al empleo

5/12/2024 - 

VALÈNCIA (EFE). BBVA Research ha elevado dos décimas, al 3,1 %, el crecimiento previsto para la economía española en 2024, por el avance de la actividad superior a lo esperado en el tercer trimestre y por la ligera aceleración en la creación de puestos de trabajo en el cuarto.

La entidad ha presentado este jueves el informe "Situación España", en el que señala que se han producido recientemente dos perturbaciones significativas que podrían condicionar el crecimiento nacional: la dana en Valencia y el anuncio de aranceles en Estados Unidos, "aunque el impacto final dependerá de la respuesta de política económica".

Para 2025 ha reducido una décima el crecimiento previsto, al 2,3 %, en un contexto de mayor dependencia de la demanda interna, en particular del consumo, y con dudas sobre la capacidad del turismo para seguir creciendo y sobre el freno que la escasez de vivienda puede suponer para la inmigración, esencial para el mercado de trabajo.

De cara al cuarto trimestre, BBVA Research espera un crecimiento del PIB entre el 0,6 % y el 0,8 % respecto al trimestre anterior, fundamentalmente por una mejora del mercado laboral, después de que en los últimos meses "se haya revertido la tendencia de desaceleración en el empleo".

La dana ha tenido un impacto muy significativo a nivel provincial pero "bastante limitado en el conjunto de la economía", ha explicado el responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Domenech, que ha detallado que un mes después ya se ha vuelto a terreno positivo aunque con niveles de gasto aún bajos.

El impacto de la catástrofe en el conjunto de la economía sería de entre 0 y 0,1 puntos porcentuales en 2024 y de ente 0,1 y 0,4 puntos en 2025.

Respecto a la política arancelaria estadounidense, el impacto en la economía española sería la mitad del que tendría en la eurozona, de alrededor de 0,2 puntos en 2025 y de 0,7 puntos en 2026.

Dentro de la demanda interna, el consumo privado explica buena parte del crecimiento este ejercicio, especialmente en servicios y bienes no duraderos, a lo que ha contribuido la disminución en las cuotas hipotecarias y en el coste de financiación, "que estarían liberando recursos para el consumo e incentivando el acceso al crédito".

No obstante, el consumo público sigue siendo uno de los motores del crecimiento, impulsado por el incremento de las remuneraciones de los asalariados del sector público, principalmente en las comunidades autónomas.

Respecto a las exportaciones, el informe destaca el dinamismo de las exportaciones de servicios, liderado por el sector turístico, "que sigue sorprendiendo positivamente", frente a la moderación del crecimiento de las exportaciones de bienes.

BBVA Research advierte de que el buen comportamiento de la mayor parte de los componentes de demanda contrasta con la persistencia de la debilidad de la inversión, destacando en los dos últimos trimestres la tendencia negativa en la adquisición de material de transporte y la falta de tracción en la construcción no residencial.

La tasa de paro se moderará del 11,4 % en 2024 al 10,7 % en 2025, en un contexto en que la tasa de empleo y la de desempleo "todavía están lejos de las cifras de 2007", aunque la tasa de empleo supera el máximo histórico en la población de entre 20 y 65 años, lo que puede señal "tanto de cambios sociodemográficos como de un mercado laboral tenso".

Retos para mantener un crecimiento elevado

El informe incide en que están aumentando los retos para mantener un crecimiento elevado, entre ellos, que "el límite a la expansión del turismo puede estar cerca", a la vista de problemas como la congestión, la percepción negativa del impacto del turismo sobre los costes de vida, menores flujos migratorios y un entorno regulatorio menos favorable.

Asimismo, la incertidumbre tecnológica y regulatoria "retrasará la democratización del vehículo eléctrico", con la estimación de que se llegue al 34 % en 2035 si nada cambia y de que se alcance el 100 % en la década de 2060.

A ello se suma la falta de vivienda a precio asequible, que puede suponer un deterioro de la calidad de vida y convertirse en un cuello de botella para un crecimiento económico sostenido.

La construcción de vivienda continuará siendo insuficiente para reducir el desequilibrio entre demanda y oferta, con la previsión de que la formación de nuevos hogares supere ampliamente el número de viviendas terminadas, un brecha que mantendrá la presión sobre los precios, especialmente en entornos urbanos y turísticos.

Persisten además las dudas sobre la capacidad de los fondos europeos del plan de recuperación para impulsar la inversión privada y transformar el modelo productivo, como se había previsto.

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