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Eduardo Manchón: «Me gusta el Distrito Digital, pero los buenos proyectos nacen en garajes»

Vendió Panoramio a Google y ahora prueba el papel de ejecutivo en Mailtrack, compañía en plena expansión que permite saber si un correo de Gmail se ha abierto. Desde Barcelona, sigue el ecosistema emprendedor de Alicante y anima a potenciarlo para crear iniciativas desde la base

22/02/2020 - 

ALICANTE. Eduardo Manchón, que se ha ganado el apelativo del ‘primer español que vendió una empresa a Google’ —Panoramio, que permitía geolocalizar imágenes de los usuarios como ahora hace Maps—, es uno de los máximos y más antiguos exponentes del emprendimiento tecnológico alicantino. Tras poner en marcha y triunfar con una ‘startup de garaje’ y su paso por Google, ahora ejerce como CEO de Mailtrack, una aplicación que permite saber al remitente si el receptor ha leído su correo electrónico en el entorno Gmail. Hablamos con él de su trayectoria, de su empresa y de la salud del ecosistema emprendedor.

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— Se te sigue conociendo como el primer español que vendió una empresa a Google. ¿Estás cansado de que te pregunten lo mismo, te gusta… te ha ayudado o te perjudica?

— Bueno, alguien no se puede cansar de algo así, la verdad. Pero han pasado ya muchos años de aquello, y uno se siente un poco como el ‘abuelo cebolleta’ de las startups españolas. Con Joaquín Cuenca, vendimos la empresa en 2007, y empezamos a trabajar en ella en 2005. Muchos de los actuales emprendedores españoles estaban en el colegio y no tenían ni idea de lo que era una startup. Y es gracioso porque me hacen contar la historia una y otra vez. «Abuelito, abuelito, cuéntanos la historia de cuando vendiste Panoramio». También cansa ser aún «el de Panoramio» trece años después. Pero la verdad es que me ha abierto muchísimas puertas, me ha facilitado todo mucho, porque en su momento salimos en prensa, en el informativo de Canal 9, de TV3… tuvo un impacto que hoy en día las ventas de otras startups ya no tienen porque se ve como algo más normal. Era la época gloriosa de Google, fue bastante bonito. Pero vaya, llega el momento en que tienes que hacer cosas diferentes. Y meterme en Mailtrack es un poco eso, volver al ruedo, madurar, ser el CEO de una empresa que ahora mismo emplea a veintitrés  personas, en lugar de una startup más de guerrilla como era Panoramio. Aunque está por ver que una sea más rentable que la otra [risas].


* Lea el artículo completo en el número de febrero de la revista Plaza

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