Cultura e Industria suspenden varias líneas de ayuda al libro y el audiovisual, unos achacando la falta de tramitación al equipo anterior y otros por las modificaciones derivadas de la Dana
VALÈNCIA. Un mes después de la Dana, y tras recibir las críticas mayoritarias del sector cultural, el conseller de Educación y Cultura, José Antonio Rovira, anunciaba este jueves el primer paquete de ayudas extraordinarias para paliar los efectos del temporal en el sector, una ayudas destinadas a la compra material o reimpresión del stock de editoriales que, con todo, todavía tienen por concretar su forma y plazos. Sin embargo, el choque frontal con el sector cultural, que esta semana emitía un duro comunicado en el que denunciaban la “inacción” de la Conselleria, no solo tiene que ver con su respuesta ante la emergencia provocada por la Dana, sino también con el normal funcionamiento de la casa, aquellas cuestiones que, a priori, no deberían generar un problema y que, sin embargo, lo están siendo.
A la espera de definir al detalle el plan de medidas extraordinarias de la Generalitat Valenciana para la cultura, son las ayudas ordinarias las que están protagonizando un dolor de cabeza inesperado en una situación más que delicada. La voz de alarma la daba el sector editorial, que esta misma semana emitía un comunicado en el que alertaban de que, de las subvenciones que se convocan anualmente, “solo” se había convocado la línea de ayudas a la producción editorial, cuya resolución se publicó algunos días después del comunicado, quedando todavía pendientes las ayudas a la difusión del libro y la lectura, que contaban con 1.150.000 euros, y las ayudas a la participación en ferias internacionales.
Las entidades firmantes lamentaban la falta de apoyo de la Generalitat en el “peor año de su historia reciente”, un freno en las ayudas tras el que, según señalan, “peligran los principales acontecimientos anuales del mundo del libro”, como la Fira del Llibre de València, la Plaça del Llibre o los festivales València Negra y Vociferio, entre otras citas. Horas después, desde el departamento de Rovira emitían un comunicado como respuesta, un texto en el que, en todo caso, confirmaban la información desvelada por las entidades del sector del libro: las ayudas ordinarias que señalan no saldrán en 2024.
“Antes de la incorporación del equipo actual no se habían iniciado la tramitación de las líneas, y se suma la dificultad del proceso de revisión de las bases para su adaptación a las exigencias de la normativa sobre simplificación administrativa”, se excusaban desde la Conselleria en el mencionado comunicado, en el que apuntaban que desde la Generalitat se están “estudiando mecanismos para paliar este desfase”, aunque ya sería de cara a 2025.
Cabe recordar, sin embargo, que en el ejercicio anterior se convocaron y adjudicaron ambas líneas. En el caso de las subvenciones para la difusión del libro y la lectura, fueron convocadas en octubre de 2023 y adjudicadas el 29 de noviembre, un documento firmado por el entonces director general de Cultura, Sergio Arlandis. Las destinadas a la participación en ferias van un poco más atrás en el tiempo, pues su convocatoria se llevó a cabo durante los últimos meses del Botànic, siendo resueltas en junio de 2023.
El goteo de suspensión de ayudas ordinarias, sin embargo, no cesa y sigue generando inquietud en los sectores culturales. Tal y como desvelaba este diario este viernes, la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo también ha suspendido las ayudas destinadas a la producción y postproducción audiovisual en la Comunitat Valenciana, un programa dotado con 6,5 millones de euros en varias anualidades que pretenden dinamizar el territorio como plató de grandes rodajes. La medida, según han confirmado fuentes oficiales, responde a un “cierre presupuestario anticipado” provocado por la necesidad de redirigir fondos a acciones urgentes tras la Dana.
En el ámbito de las artes visuales, por ejemplo, también se mantiene la incógnita sobre las compras para la colección de arte contemporáneo de la Generalitat, que ha sido uno de los fondos afectados por la Dana, pues se custodiaba en una de las naves ubicadas en el polígono industrial de Riba-roja. Las compras se diseñaron hace años también como una acción de apoyo tanto a galerías como artistas valencianos, un proyecto que la Generalitat mantiene frenado y sobre el que todavía no hay resolución, un aumento de los fondos artísticos del patrimonio público que también pasa por los principales museos de la Comunitat y cuyo presupuesto, señalan distintas fuentes consultadas por este diario, podría protagonizar uno de los recortes de cara al próximo curso.