VALÈNCIA. Las energías renovables suponen ya un factor que está ayudando a cambiar el paradigma de la industria valenciana y que, sin duda, serán muy relevantes en la construcción del tejido industrial castigado por la terrible Dana. Si bien es conocido el impacto de esta tecnología en el ahorro económico, no menos llamativo es el hecho de estar alineado con los objetivos de sostenibilidad, sumando beneficios sociales, medioambientales e incluso culturales que vienen de la mano de su implantación.
La Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía, Avaesen, con el apoyo de la Conselleria de Industria, ha publicado la primera Guía de buenas prácticas de proyectos de energías renovables en la Comunitat Valenciana. Esta iniciativa que recoge un total de 20 proyectos de energías renovables que impactan de forma positiva en su entorno, se ha presentado hoy, 29 de noviembre, en el Hub Sabadell Empresa, contando con la presencia del Director General de Energía, Manuel Argüelles.
Esta guía se ha dado a conocer en el transcurso de la Jornada de buenas prácticas en energías renovables en la que, además, han tenido lugar dos mesas redondas. La primera ha versado sobre la contribución de las energías renovables a la dinamización de la economía local, mientras que la segunda ha abordado la importancia de la licencia social y escucha para desarrollar proyectos con sensibilidad en el territorio. En ambos espacios de diálogo, empresas del sector renovable junto con representantes de municipios como Ayora, Sagunto y Llíria han comentado casos de éxito en diversas poblaciones de la Comunitat.
Por poner en valor algunas cifras, el conjunto de proyectos expuestos en esta guía, finalizados o en desarrollo, supone una inversión de más de 581 millones de euros y permite generar más de 2.600 empleos directos e indirectos, contribuyendo al desarrollo de las zonas donde se implantan. En cuanto a la sostenibilidad medioambiental, el conjunto de las plantas solares y eólicas descritas evitará la emisión de cientos de miles de toneladas de CO2 al año.
En palabras de Marcos J. Lacruz, presidente de Avaesen, “el objetivo de esta guía no es solo reseñar proyectos excelentes, sobre todo es identificar aquellas prácticas que ya se están realizando y podemos extender al resto de los proyectos que se están gestando, en aquellos casos que sea viable hacerlo. Maximizar el impacto local positivo de las instalaciones renovables es un objetivo compartido por parte de empresas y administraciones, y con el que Avaesenestá comprometida”.
Por su parte, Pedro Fresco, director de Avaesen, ha destacado durante su intervención las principales conclusiones de buenas prácticas de las empresas del sector. Particularmente ha señalado “la contratación de empresas locales en la construcción y en el mantenimiento, la compra de bienes de equipo de empresas de la región, la capacidad de ofrecer electricidad más competitiva a las empresas de la zona, la participación en el capital o en la financiación del proyecto, el desarrollo de infraestructuras eléctricas para el desarrollo del municipio, así como la firma de convenios con los ayuntamientos”.
La guía de buenas prácticas es de acceso gratuito y se encuentra a disposición del público en la página Queremos Renovables, en la sección informar.
Entre los proyectos señalados, la generación de empleo local es una de las buenas prácticas más repetidas. Vale como ejemplo el caso del Parque Eólico de Cofrentes o la Planta Fotovoltaica IM2 Albaida, que han generado más de 750 empleos directos e indirectos, con especial énfasis en la contratación local, asegurando que la inversión beneficie directamente a los residentes de las zonas de actuación. Proyectos como PSFV LUZEM San Antonio y PSF Alconera, ambos en la provincia de Alicante, han seguido esta misma línea, priorizando la participación de empresas y proveedores locales. Para la creación del proyecto Horcajo 3MW en Requena, todas las empresas contratistas implicadas en obra civil y eléctrica fueron del propio municipio. El mismo planteamiento se dio para el Parque fotovoltaico de Chinestra, en Vall d’Alba, contando con empresas de la zona para la construcción.
Otra práctica común en muchos de estos proyectos es la compatibilidad de las instalaciones renovables con actividades tradicionales del territorio y la biodiversidad. Un claro ejemplo es el caso de Valle Solar, en los municipios de Jarafuel, Ayora, Zarra y Teresa de Cofrentes, donde se han firmado acuerdos con apicultores y ganaderos locales, así como realizado estudios y medidas compensatorias para las rapaces existentes. En el mismo sentido, proyectos como PSF Bilyana en Monóvar, Alicante, han donado instalaciones fotovoltaicas a comunidades de regantes, ayudando a reducir los costos energéticos asociados con el bombeo de agua y beneficiando directamente al sector agrícola.
La Planta Fotovoltaica IM2 Jumilla ha incorporado la plantación de olivos en sus terrenos, mientras que proyectos como PSF Serol en Elda y PSF Salinetas II en Monóver se centran en la creación de microreservas de flora y fauna, con acciones específicas como la instalación de colmenas para la producción de miel artesanal o la conservación de islas arbustivas dentro de las instalaciones. Estas medidas mitigan el impacto ambiental de las plantas energéticas, refuerzan la biodiversidad y fomentan actividades económicas complementarias.
En el caso de Los Predios y Los Hierros, en Turís y Alborache, el proyecto se diseña con el objetivo de compatibilizar el uso del suelo con la agricultura. Las plantas solares ocuparán una extensión de 276 hectáreas de superficie vallada de las que únicamente 39 corresponderán a los paneles fotovoltaicos, quedando 186 hectáreas de la superficie valladas a disposición de los agricultores locales para su cultivo. Por su parte, la PSF San Jordi, en Castellón, contempla el denominado “pastoreo solar” dentro de su plan de acción, lo que permite aprovechar el espacio debajo y alrededor de los paneles solares para que los animales mantengan la vegetación bajo control de forma natural, evitando métodos más costosos o contaminantes, como herbicidas o maquinaria.
El ahorro energético, al ofrecer electricidad a precios más competitivos, puede ser el principal incentivo para el desarrollo de estos proyectos, aunque no el único. Iniciativas como la Comunidad Energética Industrial de Horno de Alcedo y PSFV CAMPILLO permite ahorros económicos considerables para las empresas y familias participantes, pero también una mayor independencia energética y la reducción en las emisiones de CO2.
En el caso de PSFV CAMPILLO, en Crevillent, se prevé un ahorro energético para más de 3.000 hogares, comercios y empresas, y a través de la Comunidad para la Transición Energética Municipal de este mismo municipio se pretende alcanzar un grado de autosuficiencia energética del 50% en 2030 en conjunto en Crevillent. Por su parte, el proyecto de Horno de Alcedo ya es una realidad habiendo ahorrado 28.000 euros en energía en su primer año de funcionamiento, a la vez que ofreció acceso a energía limpia para familias vulnerables en futuras instalaciones.
Vidrios San Miguel, por su parte, ha puesto en marcha una de las instalaciones fotovoltaicas en cubierta más grandes de la Comunitat Valenciana, con 3.135 paneles solares y una potencia instalada de 1.710 kWp, lo que le permite adaptar los procesos productivos hacia un modelo descarbonizado y sostenible. Por su parte, la Comunidad Energética Endurance, en Canet d’En Berenguer, además de abastecer a la fábrica Endurance Motive, beneficiará a unas 38 viviendas, comercios y empresas situadas en un radio de dos kilómetros de la instalación.
Otra de las buenas prácticas recogidas en la guía tiene que ver con la educación y la formación. En proyectos como Puente Genil I y II, se ha firmado un convenio con el ayuntamiento para formación en escuelas, fomento de empleo local, así como charlas de educación ciudadana. En el caso de la Planta Solar Fotovoltaica de Argos, durante los estudios ambientales se identificó una flora de especial interés, al parecer una nueva especie que se ha bautizado como “Helyanthemum Bilyenense”. La empresa se comprometió a eliminar la implantación en esa zona, manteniendo el arrendamiento y vallando las parcelas para garantizar la preservación de la especie, promoviendo su investigación junto al Departamento de Botánica de la Universidad de Alicante.
Finalmente, en el caso del parque eólico Cofrentes, con el objetivo de potenciar el valor ambiental, paisajístico y cultural de la zona se ha llevado a cabo la adecuación del Camino La Señorita, que ha supuesto una mejora notable en las condiciones de accesibilidad a senderistas. Además, se han realizado formaciones con escolares del municipio, incluidas visitas al parque eólico.