VALÈNCIA (EP). La rupturista versión del prestigioso escenógrafo Lluís Pasqual de la zarzuela Doña Francisquita, obra maestra de Amadeu Vives, Premio Max de las Artes Escénicas al mejor espectáculo lírico, llega al Palau de les Arts de València tras su controvertido estreno en Madrid y su exitoso paso por Barcelona y Lausanne. El director artístico del Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, acompañado del Pasqual, del director musical, Jordi Bernàcer, y los protagonistas Ruth Iniesta, en el papel de Francisquita, y de Ismael Jordi, en el de Fernando, han presentado esta coproducción del Teatro de la Zarzuela, el Liceu y la Ópera de Lausanne que se estrena en la capital del Turia el próximo miércoles.
También ha estado presente el actor Gonzalo de Castro, narrador de este montaje en el que han actualizado textos para "revitalizar" el género. El director catalán reconoce que esta adaptación forma parte de sí mismo porque es "zarzuelo genéticamente". Cuenta que hasta los 12 años en su casa solo se escuchaba zarzuela y "su magdalena personal" proustiana pasa por los recuerdos de escuchar a su padre y su madre tatarear las melodías. Precisamente, este "respeto a la memoria de sus padres" es lo que le había frenado a atreverse con la zarzuela.
Sin embargo, su pertenencia a ese "club imaginario de gente que cuando sale una melodía inesperada de zarzuela también la canta" le llevó a vencer estos reparos. "Por eso vale la pena hacer zarzuela", reclama. Por eso, y por "la pasión" que sienten los cantantes de ópera actuales por un género "del que quiso apropiarse Franco, al igual que con el flamenco", y que también sienten los grandes maestros por dirigirlas.
Pese a ello, sigue sin encontrar a "nadie" en su vida capaz de recitar una frase del texto. "Tararear la melodías sí, pero del libreto nada", señala. Ese es el problema de la zarzuela que le ha llevado a querer reinventarla: "Los libretos han envejecido porque tenían un humor y unas claves que conectaban que el público de una época que ya no está y con una manera de interpretar que ahora nos daría grima a todos".
Por eso, defiende las adaptar "siempre" la zarzuela, por sus "larguísimos textos de diálogos malos, hechos en una semana, que lo que hacen es bajar la temperatura del espectáculo". "Si hace cien años convivía música y teatro, ahora congelan al público, que solo quiere que terminan de hablar para que vuelvan a cantar", mantiene.
El resultado ha sido "revitalizar" los diálogos originales con la introducción de un personaje, interpretado por el actor Gonzalo de Castro, que hace de hilo conductor de una historia que traslada la trama original a tres momentos históricos: la República, el franquismo de los sesenta y la sociedad actual. En el primer acto, una compañía de artistas graba en un estudio la zarzuela Doña Francisquita, que años más tarde es llevada a un plató de televisión y después a una moderna sala de ensayos.
El director catalán también se ha referido a los abucheos al montaje que hubo en el estreno de Madrid y ha aclarado que solo se recibieron dos días concretos de las 20 funciones que se representaron y que tampoco se repitieron en Barcelona. Pasqual ha apuntado que esas pocas personas probablemente ni se habían leído el texto original, una "mala adaptación" inspirada en 'La discreta enamorada de Lope de Vega'.
Además, cree esta crispación es una muestra de "lo que se ha empeorado en estos últimos ochos años", ya que cuando entonces se estrenó su adaptación de La Viejecita y Château Margaux, en una versión también completamente nueva, fue un "éxito rotundo y se acabó". "Hace ocho años Vox no existía y ahora existe", constata.
Precisamente, el director artístico del Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, ha recalcado que con este montaje el teatro mantiene su "apuesta por la zarzuela" para que el público valenciano "descubra un género que es parte de nuestra cultura" con "espectáculos de calidad". Por ello, se apuesta por las adaptaciones de calidad para revitalizar la zarzuela "un género que era muy popular y cercano a la calle, como hablar hoy en día de Sánchez y Casado, pero del que cien años se han perdido las referencias". "No se puede programar siempre la Traviata", reivindica.
Por su parte, el director musical, Jordi Bernàcer, ha coincidido en la necesidad de "revitalizar" la zarzuela a través de la adaptación para acercarla a la sociedad actual porque es "imposible que en el siglo XXI entender las claves del siglo XX". Además, ha destacado que 'Doña Francisquita' desde el punto vista musical es uno de los títulos "más importantes y amados del género" también por "la calidad y solidez" de su compositor.
Por su parte, el actor Gonzalo de Castro destaca que esta adaptación es "un regalo, un viaje estupendo, maravillo, bonito", del que no dudó "ni un instante" porque "siempre" que llama Pasqual es para "algo interesante". Del mismo modo, Ruth Iniesta reclama cumplir "el sueño" de grabar un disco con interpretaciones actuales de zarzuelas.
El elenco se completa con las voces de Ana Ibarra, Albert Casals, María José Suárez, Miguel Sola e Isaac Galán y escenografía y vestuario de Alejandro Andújar, iluminación de Pascal Mérat, coreografía de Nuria Castejón y diseño audiovisual de Celeste Carrasco.