CASTELLÓ. La Confederación Hidrográfica del Júcar recupera el proyecto de mejora de las laderas y el aliviadero del pantano de Arenós, que tiene un coste de más de 50 millones, que permitirá alcanzar el máximo de su capacidad (en torno a los 100 hectómetros cúbicos) y garantizar el riego en los cultivos de la Plana. Esta obra es demandada desde hace años por los regantes de la la zona, ya que actualmente el pantano tiene disponible una capacidad de 65 hectómetros cúbicos por sus carencias estructurales desde que se construyó.
La entidad estatal proyectó tiempo atrás esta obra pero la paralizó en 2014 en el contexto de la crisis financiera. En 2022 intentó impulsar una primera parte, con una reforma del aliviadero, por 9 millones, pero tampoco se ejecutó cuando ya había propuesta de adjudicación por el incremento de precios por la espiral inflacionista.
Ahora reactiva esta actuación y licita el contrato para la redacción del proyecto, que contemplará una impermeabilización de la margen derecha y una mejora de la auscultación para el control de la presa y de las inestabilidades de las laderas. La importancia de esta infraestructura es que Arenós podrá alcanzar una cota de 595 metros sobre el nivel del mar, frente a los 592,9 actuales, y albergar unos 95 hectómetros cúbicos.
Según explica la CHJ, el trabajo, que tendrá un plazo de 12 meses y un presupuesto de 104.000 euros, se encargará de definir la solución más adecuada a las filtraciones existentes en la margen derecha de la presa cuando el nivel de embalse alcanza la cota 588 m (en el sistema de referencia local del embalse). Es decir, volverá a concretar la obra que se debe ejecutar y cuya inversión superará los 50 millones de euros.
Según fuentes de la CHJ, el estudio tiene el propósito de adecuar la auscultación existente en la presa y el embalse, adaptándola a la tecnología existente actualmente, así como ampliarla en determinadas laderas del embalse.
En segundo lugar, explica que las filtraciones que ocurren para cotas altas de llenado del embalse "son una condición necesaria, pero no suficiente para poder aumentar el volumen de agua que se puede almacenar en el embalse". Al respecto, plantea el aumento de la capacidad de los órganos de desagüe mediante la mejora de los aliviaderos existentes, la construcción de uno nuevo intermedio y la adecuación de barrancos y cauces a los que vierten dichos aliviaderos.
Desde la Confederación destacan que la mayoría de estas obras ya están previstas en el expediente de adecuación del embalse, que se encuentra en fase de actualización y adaptación a la normativa vigente de seguridad de presas.
La memoria justificativa del estudio señala que el embalse tiene 26 zonas problemáticas: 14 en las laderas del vaso y 12 en el entorno de la presa, y añade que desde la entrada en servicio alberga dos zonas deslizadas que "acrecientan las incertidumbres sobre la estabilidad actual de las laderas".
Desde el Sindicato Central de Aguas de la Plana subrayan el hecho de que se retome el proyecto que permitirá que Arenós embalse al 100%. Ahora solo puede acoger 65 Hm3 (59% de su capacidad) en temporada baja de lluvia, y 52 Hm3 (47 %) en la época alta.