Sólo los mayores recuerdan desastres similares, aunque la magnitud de esta tragedia sobrepasa lo que los más viejos del lugar recuerdan. Y en estos momentos de desesperación, de dolor y de miseria, los valencianos deberíamos poder confiar en el estado, en el gobierno. En ese gobierno que saquea los bolsillos de los españoles con la peregrina excusa de devolverlo en servicios pero que cuando vienen las malas los deja abandonados.
Es indecente que el gobierno que ha abandonado a Valencia, que decidió no activar la respuesta necesaria, que no movilizó al ejército cuando era imprescindible, pretenda engañar a los valencianos con un plan de ayudas que es una estafa, para intentar tapar su gestión criminal antes, durante y después de la riada.
Pero como dicen, no se puede pedir peras al olmo. El gobierno de la corrupción no puede ser el gobierno de la salvación.
Cuando lo más necesario en estos momentos es implementar un plan de ayudas directas, urgentes y suficientes, nos encontramos con un decreto maquillaje de falsas ayudas que son una estafa para los valencianos que lo han perdido todo.
¿Recuerdan el decreto de ayudas Covid?
Esas ayudas condicionadas a requisitos imposibles cuando se leía detenidamente, esas ayudas que el Partido Popular se apresuró a convalidar y que como VOX previno, ahora muchos autónomos y pequeños empresarios tienen que devolver.
¿Recuerdan el decreto de aplazamiento del canon de saneamiento del Sr. Puig? Nuestro flamante embajador ante la OCDE que disfruta una maravillosa estancia en París.
Ese decreto que vendió como eliminación pero que sólo era un aplazamiento por lo que terminada la moratoria los valencianos tendrían que pagar el doble.
¿Recuerdan la desgracia del volcán de La Palma?
Todavía hay cientos de personas viviendo en contenedores mientras, por cierto, cientos de inmigrantes ilegales viven en hoteles de 4 estrellas con todos los gastos pagados.
Pues con estos precedentes ¿Qué podríamos esperar del gobierno socialista de Sánchez?
Sólo podemos esperar más burla, más tomadura de pelo a los ciudadanos y que además se dedique a hacer caja con la desgracia.
Vayamos por partes.
El Gobierno de Sánchez pretende hacer pasar por ayuda 5.000 millones de euros que lo que son es una línea de avales, créditos ICO, que las familias deberán devolver con sus intereses. Sánchez obligará alas personas que lo han perdido todo a endeudarse. Menuda forma de dar el golpe de gracia a autónomos y pymes que ya llegaban justos a final de mes o a los que le quedaban pocos años para la jubilación.
Y todos callan, menos VOX.
Pero no se queda ahí la cosa, el engaño sigue.
El gobierno quiere hacernos creer que hay otros 3.500 millones de euros de ayudas. Su desvergüenza llega a querer pasar esos 3.500 millones de euros del Consorcio de Compensación de Seguros como desembolso del Estado, cuando esos recursos son aportaciones de las aseguradoras.
Y todos siguen callando, menos VOX.
Ya vamos por 8.500 millones de ayudas que no son tales. La estafa de Sánchez.
Pero ¿Lo que se relataba anteriormente del trilerismo de Puig con el canon de saneamiento? Pues Sánchez lo plagia pero con el IRPF.
Resulta que aplazan, a los valencianos con domicilio fiscal en la zona afectada, el pago del segundo plazo del impuesto y las cuotas de la SeguridadSocial a las empresas. Otra vez demorar un pago inevitable y otra vez cero coste para el estado.
Estas son las ayudas del Gobierno de Sánchez.
Espero que no se le ocurra volver a repetir aquello de “salimos más fuertes”.
¿Y saben una cosa? Todos excepto VOX acudieron sumisos en apoyo del Gobierno incapaz y negligente que priorizó el nombramiento de los consejeros de RTVE sobre la atención a las víctimas.
No cabe mayor desprecio a los que han visto sus vidas arruinadas. O sí. El gobierno socialista aún puede ser más nefasto. ¿Saben que al cierre del tercer trimestre del año 2024 el remanente de los ministerios asciende a 55.800 millones de euros?
Es indecente no destina los millones de euros no comprometidos a los afectados por la riada y a la reconstrucción.
Los españoles y en concreto los valencianos no olvidaremos la tragedia pero tampoco olvidaremos la traición.