En lugares como Garrigues las jornadas de trabajo son maratonianas. Nunca sabes cuándo acabas, ni si entrará un nuevo cliente por la puerta. Y, en muchas ocasiones, necesitas quitarte el traje y desconectar un poco.
Si además eres socio del área mercantil, que con la crisis ha vivido situaciones muy complicadas, las ganas de dejar de pensar en lo laboral al menos una vez al día son evidentes. Ahí descubrió su vocación runner Ernesto rey, que ya se ha convertido además en el clásico ejecutivo que se lleva las zapatillas cuando viaja y busca hoteles con gimnasio o zonas propicias para salir a correr... cuando su disponibilidad lo permite.