VALÈNCIA. El Range Rover eléctrico abrirá camino para ofrecer capacidades de propulsión eléctrica, refinamiento y viajes de lujo. Actualmente, los primeros prototipos del vehículo se están probando en algunos de los entornos más arduos del mundo. El motor totalmente eléctrico se está sometiendo a pruebas de temperaturas extremas, desde -40°C en el círculo polar ártico, hasta +50°C en los abrasadores desiertos de Oriente Medio.
Las primeras pruebas se han centrado en las prestaciones de la batería y las unidades de propulsión eléctrica (EDU), que constituyen los componentes principales del vehículo como la transmisión, el motor eléctrico y el sistema electrónico, en temperaturas extremas de hasta –40°C. El montaje de la baterías y las unidades de propulsión eléctrica (EDU) se ha llevado a cabo por primera vez de forma interna en JLR.
Las pruebas efectuadas en los lagos helados de Suecia han destacado las capacidades del nuevo sistema interno de propulsión totalmente eléctrico de Range Rover. Este sistema permitirá que Range Rover mejore sus conocidas prestaciones en superficies de baja adherencia y garantizará que la capacidad todoterreno, en todo tipo de condiciones meteorológicas y superficies del Range Rover siga siendo inigualable.
Por primera vez en Range Rover, el nuevo sistema de control de tracción ofrece niveles excepcionales de rendimiento en superficies heladas o de baja adherencia. En lugar de una configuración de control de tracción tradicional basada únicamente en la unidad ABS, el Range Rover eléctrico distribuye la gestión del deslizamiento de las ruedas a cada unidad de control de tracción eléctrica, lo que reduce el tiempo de reacción del par en cada rueda de unos 100 milisegundos a apenas 1 milisegundo.
Este innovador software que se ha desarrollado internamente en JLR permite controlar con precisión la velocidad de la unidad de propulsión eléctrica para gestionar el deslizamiento de las ruedas, lo que reduce la necesidad de intervención del ABS. La tracción se maximiza en todo tipo de superficies con una respuesta y un refinamiento excepcionales para mejorar de forma significativa la experiencia de conducción del Range Rover. Este sistema funciona junto con los sistemas de control de estabilidad y el chasis para ofrecer una conducción aún más refinada.