Echávarri reformula su propuesta: olvida la libertad total que planteó en marzo y recupera la ZGAT sólo para el centro y El Corte Inglés al no sumar más operadores dispuestos a ampliar plantillas. Climent apoyará la fórmula si logra consenso en el Consejo Local de Comercio
ALICANTE. El debate sobre la liberalización de horarios comerciales da un nuevo giro en la ciudad de Alicante. Quizá el definitivo. Al menos esa es la vocación de la propuesta que el alcalde, Gabriel Echávarri (PSOE), trasladó ayer personalmente al conseller de Economía, Rafael Climent (Compromís), para tratar de zanjar la actual situación de incertidumbre. En realidad, la radicalidad del giro reside en que supone el regreso al punto de partida inicial: a priori, sólo podrá abrir los 365 días del año el comercio asentado en la franja litoral y en el cuadrante que engloba al Centro Tradicional. Es decir, la misma Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) delimitada por el PP de Sonia Castedo en 2013, que incluye a la avenida de Maisonnave -la principal arteria comercial de la ciudad- y a las dos tiendas de El Corte Inglés.
Podría parecer que el planteamiento contrasta con la propuesta que el propio Echávarri abanderó sin éxito en marzo para extender la libertad de horarios a todo el término municipal (el acuerdo no prosperó en el pleno: sus propios socios de gobierno, Compromís y Guanyar Alacant, votaron en contra junto al PP). Pero a efectos prácticos, sólo difiere en su alcance territorial. Las condiciones por las que debe regirse esa nueva ZGAT son exactamente idénticas: Echávarri pretende facilitar la libertad horaria sólo para aquellos operadores que se comprometan a fomentar el empleo y a favorecer la conciliación de la vida familiar de sus plantillas. O lo que es lo mismo, los que contraten a personal adicional para cubrir sus necesidades en festivos, de modo que sus empleados actuales no trabajen más de entre 11 y 13 jornadas adicionales.
Fuentes municipales precisaron ayer que, pese a las negociaciones entabladas a lo largo de los últimos meses con todos los actores del sector, sólo El Corte Inglés sigue dispuesto a firmar ese acuerdo. Es más, incluso se habría allanado a rebajar la cifra de festivos que su personal actual tendría que trabajar desde los 13 pactados inicialmente hasta los 11, como respuesta a la nueva exigencia establecida por Compromís (lo que implicará la creación de unos 200 puestos de trabajo). Hasta ahora, el resto de las grandes superficies (Plaza Mar 2, Gran Vía, Puerta de Alicante y Parque Vistahermosa) no se habrían sumado al pacto, pese a que sí han manifestado reiteradamente su interés por disponer de la libertad horaria hasta ahora reservada únicamente a Maisonnave. De hecho, su recurso contra la declaración de la primera ZGAT continúa vivo, a la espera de que un juez dictamine si fue arbitraria y, con ello, lesiva para sus intereses al no disponer de las mismas condiciones para competir.
Con todo, en el seno del tripartito todavía se confía en incorporar nuevos protagonistas a un acuerdo que podría considerarse pionero -libertad horaria a cambio de más empleo- y quién sabe si exportable a otras ciudades. Las negociaciones continúan abiertas (hay previstas nuevas reuniones a lo largo de las próximas semanas) con la esperanza de que la propuesta llegue al Consejo Local de Comercio con el mayor consenso posible, según remarcó ayer el portavoz del tripartito, Natxo Bellido (también presente ayer en la reunión con Climent).
Ese es, de hecho, el único límite impuesto por el Consell. El titular de Economía manifestó ayer a Echávarri que su departamento respetaría "la autonomía local" y aceptaría la propuesta que le trasladase el Ayuntamiento de Alicante fuese cual fuese siempre que estuviese respaldada por el sector.
El Ayuntamiento podría convocar la próxima reunión del Consejo Local de Comercio a lo largo del próximo mes. Está compuesto por los grupos políticos municipales (PSOE, Compromís, Guanyar, PP y C's); cinco colectivos representativos del pequeño comercio; las grandes superficies agrupadas en Anged; las medianas superficies (supermercados como Mercadona y Mas y Mas); la Unión de Consumidores (UCE); la Cámara de Comercio; la Universidad de Alicante (UA) y los sindicatos. El equipo de Gobierno augura que podría superar la votación sin excesivas dificultades. Se argumenta que la propuesta ya fue debatida y aprobada bajo la etapa de Gobierno del PP en ese mismo foro, incluso por los representantes del pequeño comercio, que apoyaron esa ZGAT para el centro tradicional. Ahora, se añade, la fórmula llega mejorada con un compromiso por el empleo y la conciliación.
El trago más complicado, sin embargo, sería el trámite de aprobación en el pleno municipal, donde el tripartito no dispone de mayoría absoluta desde la salida de la ex concejal de Acción Social, Nerea Belmonte (parte de la cuota de Podemos en Guanyar Alacant). Además, la propuesta de Echávarri (que compatibiliza la Alcaldía con la concejalía de Comercio) tampoco tendría garantizado el respaldo de la tercera pata de su ejecutivo, Guanyar, inclinado en favor de la defensa de los trabajadores y del pequeño comercio. Fuentes municipales apuntaron ayer, no obstante, que en realidad la reformulación de la ZGAT podría aprobarse en Junta de Gobierno sin pasar necesariamente por el pleno. Y aunque apuntaron que lo deseable y lógico es que vuelva a elevarse a la consideración de toda la corporación, no descartaron que el acuerdo se limite a una posible entente PSOE-Compromís en la Junta de Gobierno.
Mientras, Climent garantizó también ayer que su conselleria no modificaría la ZGAT actualmente en vigor (precisamente, la del Centro Tradicional que engloba a Maisonnave) hasta que el Ayuntamiento de Alicante no le traslade su propuesta definitiva, sea cual sea la decisión que pueda adoptar entretanto el Consell Jurídic Consultiu (CJC) sobre su petición para anular y reformular todas las zonas de libertad horaria aprobadas por el PP en 2013.