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Becarios de diseño

‘Stagiers’, ‘internships’, alumnos en prácticas… La figura del becario, explotado, vuelve al candelero. ¿Ocurre, además de en la alta cocina, en los estudios de diseño?

| 12/06/2017 | 1 min, 41 seg

VALÈNCIA.- En todas partes cuecen habas, con distinta receta y nomenclatura. La figura del aprendiz, luego becario y ahora stagier como palabra de moda, convierte a los estudios de diseño y agencias de publicidad de la Comunitat Valenciana en cuna de algunas de las hornadas más potentes de creativos a nivel nacional.

Estos becarios o estudiantes, forzados en la mayoría de ocasiones a trabajar por amor al arte o por el periodo obligatorio de prácticas de la universidad, suelen sentirse explotados y desaprovechados, aunque es una percepción a veces magnificada de la falta de experiencia, ya que a diseñar se aprende diseñando, y ser apenas principiante convierte al becario en una pieza que puede obstaculizar la marcha normal de un equipo de diseño. De ahí viene precisamente no remunerar (por lo general) las prácticas de los diseñadores, pero la contraprestación por parte de la empresa, lo que hace que unas prácticas precisamente lo sean, es lo que estas empresas olvidan a veces.

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Y es que, mientras que se debería invertir un tiempo en formar, enseñar y guiar al becario, hay empresas, estudios o agencias que aprovechan esa necesidad de prácticas del estudiante para engrosar sus filas de diseñadores pre-junior y echar mano de sujetos cautivos para aumentar la productividad a bajo precio, desde realizar las tareas mecánicas más tediosas hasta el mito de llevar cafés, donde por mucho que el precario-becario se zambulla en el día a día del estudio su finalidad no será otra que la de ahorrar costes a la empresa.

* Lea el artículo completo en el número de junio de la revista Plaza

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