VALENCIA. La presidenta regional del PPCV y síndica en Les Corts, Isabel Bonig, dio este jueves un paso claro y rotundo para contribuir al destierro político de la otrora todopoderosa alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Una referente histórica dentro de la formación popular a la que ningún dirigente de su partido osaba contradecir públicamente a lo largo de dos décadas.
Es cierto que en declaraciones ante los medios en los últimos meses, Bonig y miembros de su equipo en la cúpula habían insistido en que los concejales investigados en la causa del supuesto 'pitufeo' en el Ayuntamiento de Valencia debían abandonar el acta. No obstante, respecto a Barberá los dirigentes populares controlaban sus palabras públicas en mayor medida dado que su situación se encontraba a la espera de la decisión del Tribunal Supremo. El liderazgo de la exalcaldesa y su estrecha conexión con Mariano Rajoy invitaban a la prudencia.
No obstante, tras el anuncio de que el TS investigará a Barberá por la citada causa y la consiguiente baja del PP anunciada por la dirigente, la dirección regional ha decidido ir más allá: exigir públicamente que deje el acta de senadora.
Así, la formación popular ya en la noche del miércoles mostró su disposición favorable a firmar la propuesta de resolución de PSPV y Compromís "para salvaguardar la dignidad de la representación de los valencianos" que consistía, nada más y nada menos, en solicitar a Barberá que renuncie al acta en la Cámara Alta. Una iniciativa que recibió el respaldo de todos los grupos parlamentarios de Les Corts Valencianes.
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Una propuesta de resolución que salió adelante en las votaciones de última hora de la tarde de este jueves con 95 sufragios a favor, todos los parlamentarios presentes en el hemiciclo.
La decisión de Bonig, que implica una maniobra de desenganche respecto a la etapa anterior del PP fundamental, más aún con la apertura del sumario del Caso Imelsa, fue justificada de esta manera por la presidenta regional: "Siempre respetando la presunción de inocencia, creemos que con una trayectoria brillante en política, simplemente por ella y por el partido, debería haber dejado él acta. Lo hemos dicho desde un principio. Tanto con los concejales como con Rita Barberá. Merecía una salida digna, dejar el acta no supone un reconocimiento de culpabilidad. El acta es personal y ella ha decidido mantenerla en el grupo mixto y no se puede hacer nada", sentenció.
Una postura con la que coincidieron otros dirigentes del partido de ámbito nacional como Pablo Casado o líderes autonómicos como el catalán Xavier García Albiol.