Once meses después, se conoce la cifra de asistencia de 2016 que alcanzó los 14.827, 5.647 menos que en 2015 o 18.893 que en 2010... Su nuevo director anuncia que en 2017 se sentirá satisfecho si alcanza de entre 7 y 8.000 espectadores. ¿A qué obedece la caída y a qué obedece esa previsión de público cinco veces menor que a principio de década?
VALÈNCIA. El mes de junio vuelve a ser el momento álgido en el calendario para el cine en la Comunitat Valenciana. La capital acoge el que es el festival internacional de cualquier disciplina con mayor apoyo económico por parte del Gobierno valenciano: medio millón de euros para su edición número 32, además de un evidente apoyo presencial. Vuelve Cinema Jove, que este miércoles presentó las películas de una sección oficial más que apetecible, con cintas inéditas en España y que ya han cosechado premios en festivales como Rotterdam o Berlín. Ese es el punto de partida con la novedad de haber cambiado a su director; tras 16 años y 17 ediciones firmadas por Rafa Maluenda, Carlos Madrid es el nuevo máximo responsable del festival.
Hace poco más de 15 días, el fundador del Festival Internacional La Cabina, aseguró que este certamen, el que reúne a los mejores mediometrajes del mundo, "es desde hace años el festival con más espectadores de la Comunitat y seguirá siéndolo". La idea sorprendió y resonó en los despachos del Institut Valencià de Cultura, ya que la cifra oficial del festival independiente en su última edición es de 8.200 espectadores. La última cifra oficial que había sido publicada, la de 2015, fue de 20.474 espectadores. ¿Alguien estaba mintiendo? ¿Cuál era esa relación entre butacas ocupadas o desocupadas? ¿Eran ciertas las cifras acumuladas por Cinema Jove en sus memorias oficiales o estaba Madrid jugando a una suerte de poner la venda antes que la herida?
La herida futurible es el primer criterio por el cual podrá valorarse el 'éxito' de la anterior dirección con la presente: la comparativa al peso de los datos de asistencia. Las cifras de Cinema Jove han sufrido un desplome irreversible en lo que va de década. Más si cabe con la última edición, de la que Valencia Plaza pidió en distintas ocasiones y por distintas vías su dato oficial, pero que fue recibido este mismo miércoles tras volver a salir el tema en la presentación de la sección oficial de la 32ª edición. Esa cifra es la escalofriante 14.827. Es decir, 5.647 menos que en 2015 en la última edición con Maluenda al frente. Esa es la cifra oficial que el ahora exdirector ha asegurado a este diario que conocía y que concuerda, según su relato, con el colapso sufrido por un recurso que paralizó las contrataciones y un festival que en el mes de mayo de 2016 tenía a un solo trabajador para su edición a celebrar mes y medio más tarde. Colapso que coincidió, por cierto, con la llegada de un nuevo director para el Institut Valencià de Cultura (Abel Guarinos) que trató junto a Maluenda de recomponer la situación.
"Lo que hicimos fue amortiguar la caída", asegura Maluenda y añade que cuando vio "las cifras de la Filmoteca" di por hecho que habría "una bajada considerable". Aun así, pese a que el exdirector elude abundar en detalles a este respecto y aqueja la situación "crítica" con la que se elaboró el festival el año pasado, no comprende la cifra que propone Madrid. Tampoco se entienden del todo desde el IVC, ya que se entiende -en la postura más optimista- que "está tratando de ser precavido con las cifras de asistencia del festival". Sin embargo, la comparativa entre ambas gestiones, más allá del detalle, tendrá esa comparativa de cifras durante el verano o tras este. Cuando se publiquen los resultados de asistencia, los 14.827 espectadores, una cifra tan baja que casi habría que bajar al siglo XX para encontrar un número similar, casi duplicará la expectativa del nuevo director.
En la teoría del desplome, no obstante, el propio Maluenda admite que las exposiciones organizadas en torno a Cinema Jove distorsionaban las cifras de asistencia. Fuentes del IVC concretan que "a veces había una exposición relacionada en la FNAC que computaban con 6 o 7.000 espectadores". Desde luego, "en la casa, cifras como las de 2010 parecen inverosímiles...". Otras fuentes de la institución que prefieren reservar su anonimato ponen como ejemplo que "las sesiones de Viveros se daban por completas siempre, pero no lo estaban". Esta es la evolución de la serie histórica de espectadores.
¿Con qué datos oficiales contamos para analizarlo? Con menos de los que nos facilitarían una fotografía fehaciente de lo sucedido. Con menos y, de algunos de los relevantes, a veces datos duplicados y diferentes. Las únicas cifras firmadas durante esa serie histórica analizada durante las últimas semanas por esta redacción son las que salen de la Filmoteca de València. El IVAC y sus trabajadores han dado cuenta durante todos estos años de esas sesiones. Y existen variaciones entre la Memoria del propia festival y la Memoria de la Generalitat. Las hay, en algunos años, pero no son distancias tan relevantes como aquellas que van de las cifras de audiencia oficiales de la sección oficial y la cifra total de espectadores del festival. Madrid aseguró que espera que se le mida por las cifras de la sección oficial, la propuesta propia de Cinema Jove y por la que forma parte del calendario de la FIAPF (Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos).
Si esa debe ser la tabla de baremación, sí existen datos oficiales del IVAC y estos son tres ejemplos de la presente década: año 2011, 29.677 espectadores de los cuales 2.926 corresponden a la sección oficial (y de estos, 1.400 fueron invitados); año 2013, 23.986 espectadores de los cuales 3.579 corresponden a la sección oficial (y de estos, 1.739 fueron invitados); año 2014, 23.305 espectadores de los cuales 3.393 corresponden a la sección oficial (y de estos, 2.183 fueron invitados). Bajando el dato hasta el detalle, en el año 2014, con 600.000 euros de presupuesto, 1.210 personas compraron una entrada para la sección oficial.
¿Quién atestiguaba las cifras de audiencia en el resto de sedes? El festival y su personal que, en toda la década analizada, no pertenecía a trabajadores del IVAC. Cifras que existen en el desglose de la memoria del festival, pero que se convierten en un total en todas las memorias del mismo que publica la Generalitat. Así hasta 2016, en el que surge la excepción y hay datos desglosados en la memoria del Gobierno valenciano y la mayor caída de audiencia de su historia. Incluso el año pasado, con el dato escandallado, seis de cada 10 personas que acudieron a Cinema Jove lo hicieron al ciclo de proyecciones de Jardines de Viveros (6.079 de 14.827) o a sus galas de apertura o clausura (1.741). Las otras 15 sedes se repartieron el resto de sus apenas 7.000 espectadores.
Llegados a este punto, la cifra de espectadores de Cinema Jove de sus sedes habituales sin Viveros se aproxima a los "7 u 8.000 espectadores" con los que Madrid aseguró que se sentiría "satisfecho". Porque el nuevo director ha excluido a Viveros del circuito de proyecciones para que todas las sedes estén en un entorno físico inmediato. Su 'pantalla alternativa' será el claustro gótico del Centre del Carme, con un tercio de butacas disponibles frente al pulmón de entradas vendidas del festival durante todo este siglo. Tampoco habrá exposiciones como las mencionadas en la FNAC, en la que se estimaba una cifra de paso de clientes. Cifras todas ellas que componen un total que aparece en todas las memorias oficiales del órgano de la Generalitat y que, recordemos, son la prueba documental del festival con mayor inversión de dinero público.
Más allá de las direcciones, cargos de responsabilidad tanto ejecutiva como artística sobre las ediciones, la validación de todos esos datos por parte de la Generalitat supone actualmente una distorsión sobre los posibles resultados a futuro del festival en materia de audiencias. La comparativa llegará y, como el actual director ha previsto, será negativa o pareja a la de los últimos años, en una edición que considera de transición y sobre la que ya advirtió en este mismo diario que contaba 'en realidad' con "el presupuesto más bajo de su historia". El aparataje artístico y la programación completa se conocerá el próximo martes 13 de junio y el festival arrancará solo 10 días después. Madrid ha confiado en la renovación -casi- total del equipo, la selección artística y un plan de comunicación ambicioso un nuevo punto de partida para el festival para el que tiene dos años de contrato. La cifra suelo también se ha fijado, aunque desde el IVC esperan que se aleje por mucho y por alto de lo previsto por su director.