Todos los bolsillos

Ciro

Julio Colomer

El restaurante de Julio Colomer e Inés Manzanera es un alegato al barrio y a quienes lo habitan.

Son pocos los hosteleros que se atreven a salir de la cuadrícula que marca el centro o los barrios emergentes donde el turismo colonizador avanza —léase Cabanyal-Canyamelar— hasta que la gentrificación es ya un drama para el vecindario.  
Julio e Inés apostaron desde el principio (un lejano 2011) por Campanar, empezando por aquella pequeña cafetería con letrero de neón que les dio a conocer y en la que presentaban una propuesta de tapas creativas que a muchos nos descolocó, hasta esta casa de pueblo llena de luz a la que se trasladaron en 2015.

Un envoltorio más acorde a la propuesta que elaboran en la que el sello de ‘creativiñam’ que acuñaron en su momento sigue vigente. Julio es del barrio de siempre y sabe que no tiene que irse lejos para encontrar buen producto. Por eso compra en la charcutería de la esquina o en la frutería vecina. Porque el barrio no es solo una ubicación sino una forma de ser.

Antes de recuperar sus raíces, Colomer recorrió España trabajando en varios restaurantes de renombre. Lo que más le marcó fueron los tres años al lado de Miquel Ruiz.  Se nota en la frescura de los platos y en esa creatividad que aporta a una cocina de mercado de raíces valencianas.

En confianza: Los dos menús de mediodía (25 y 35 euros) son un buen ejemplo de cómo se puede comer bien sin rascarse el bolsillo. Para el menú más largo, id con hambre.


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¿Qué pido?

Empanadilla de maíz rellena de cochinita pibil y guacamole