VALÈNCIA. Podemos se les adelantó. La semana pasada la formación morada presentó una proposición de ley para vaciar de competencias las diputaciones provinciales y así evitar que presten servicios que son propios de la Generalitat Valenciana. Un propósito compartido entre los partidos que sustentan el Botànic desde el inicio de la legislatura, pero en el que Compromís ha venido insistiendo con más ahínco que el resto a lo largo de estos tres años.
Con esta premisa, este lunes la coalición valencianista vio la apuesta de los morados y la dobló: el portavoz y diputado nacional Joan Baldoví anunció que plantearán en el Congreso de los Diputados reformar la Ley de Bases de Régimen Local para que las comunidades autónomas puedan decidir qué organización territorial prefieren y, así, poder eliminar las corporaciones provinciales. Un atajo para no tener que pasar por la reforma de la Constitución Española, melón que pocos se atreven a abrir.
Ahora bien, de momento, la UTE integrada por el Bloc, Iniciativa del Poble Valencià y Verds-Equo, no sabe cómo hacerlo. Aunque la intención y el objetivo están claros, preguntado por qué artículos deberían ser reformados de esta ley estatal de 1985 para conseguirlo, Baldoví admitió que la coalición no lo sabía todavía. "No lo hemos mirado aún, estamos estudiado la propuesta para ver cuáles son los artículos. Cuando ya la tengamos haremos la propuesta sobre ellos", dijo.
Más allá de la urgencia por anunciar una iniciativa que todavía está en una fase muy embrionaria el mismo día que finaliza el plazo para que Podemos registrara su texto legal definitivo, la coalición valencianista cree que es el momento oportuno para tratar de poner en marcha este tipo de reformas debido a la "mayoría progresista" que hay actualmente en la Cámara Baja, tal y como se "evidenció en la moción de censura".
De momento, mientras se definen los detalles de este plan de Compromís a medio-largo plazo, los valencianistas dieron cuenta e insistieron este lunes en todo lo que ellos también han hecho para avanzar en el vaciado de las diputaciones. La vicepresidenta de la corporación provincial, María Josep Amigó, señaló como ejemplo la eliminación de la "discrecionalidad" en el reparto de recursos públicos o la potenciación de la autonomía municipal.
Tras enumerar sus trabajos y divulgar su propuesta, Compromís realizó este lunes aportaciones a la normativa de Podemos -que finalmente la formación morada no registró por "falta de tiempo"-. Para que la ley tenga también su sello, el portavoz de la coalición valencianista en Les Corts Fran Ferri instó a que en la futura norma quede fijado que este vaciado de las diputaciones es una solución "transitoria" hasta que se realicen las modificaciones legales oportunas que permitan suprimir por completo las diputaciones, de manera que no se queden a medio camino.
Es decir, Compromís propuso que esta ley sea "temporal" hasta que se valide lo que ellos propusieron este lunes –la reforma de la ley de Bases de Régimen Local– porque para ellos la norma de Podemos es insuficiente para terminar con las "duplicidades" que estos entes locales generan.
La pretensión, de hecho, se convirtió en condición sine qua non para que los valencianistas apoyen la aspiración de Podemos de que la iniciativa se tramite por procedimiento de lectura única. Esto es, un método que no admite que los grupos parlamentarios registren enmiendas para hacer modificaciones a la ley presentada porque una amplia mayoría está de acuerdo con su redacción.
Al llegar a un pleno de Les Corts mediante esta fórmula, la proposición de ley sortearía todos los trámites burocráticos que supera una normativa de manera habitual. No en vano, tan solo se tendría que tomar en consideración –esto es, exponer su contenido en una sesión plenaria– y proceder a la votación en la cámara. Así, quedaría garantizado que saliera adelante en esta legislatura.
Situando Compromís su propuesta como condición indispensable para dar su apoyo, Podemos estaría obligado a aceptarla, ya que de no ser así no sumarían los apoyos necesarios para tramitarla mediante esta táctica y los tiempos parlamentarios, muy probablemente, impedirían que la ley llegara a aprobarse antes de que se disolviera la cámara valenciana.