VALENCIA. Jorge Manrique ya lo advertía: “nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar”. Pero no fue el poeta el único ni tampoco el primero que vio el agua como símbolo de vida, tanto de su inicio, transcurso y fin, un desenlace siempre salado. Pocas cosas sorprenderían a un río que, desde sus orillas, ha visto levantarse y caer civilizaciones. No se libra de esto Valencia, que se erige en torno a un río Turia que poco tiene que ver con lo que una vez fue. Testigo y protagonista de los cambios de la ciudad, los ha visto llegar y marchar, unas aguas que un día desbordaron y ahora escasean. Hoy el río hace un alto en el camino para mirar en su interior a través del proyecto fotográfico de Juan Margolles, bajo el título Turia (no se puede cruzar dos veces el mismo río), en el que el autor busca, más que realizar un trabajo documental, sacar de este recorrido su parte emocional, la de él como artista y la del propio espacio.
Recién salido del horno, el proyecto fue premiado hace apenas unos días en el Festival Internacional de Fotografía Contemporánea Scan de Tarragona, donde obtuvo el galardón FULL CONTACT 2016, un programa dedicado a artistas emergentes en el que participaron 24 fotógrafos seleccionados por el festival a través de una convocatoria abierta. La elección de Margolles como el mejor de los proyectos de esta tercera edición le llevará a presentar en 2017 su trabajo en la Fundación Forum, una muestra que espera también traer pronto a la ciudad donde vide. La serie toma el río Turia como si fuera una línea de tiempo, siendo este desde su nacimiento hasta la desembocadura testigo de los modelos políticos, de cambios económicos y del desarrollo social acontecidos en la historia contemporánea de toda la región, un paseo que pone la vista en el último siglo aunque, también, es reflejo de los dieciséis años que Margolles lleva viviendo en Valencia, desde que aterrizara de su Argentina natal.