Transiciones, tragedias de carácter internacional, epidemias, citas deportivas, descubrimientos científicos; todos ellos acontecimientos o procesos que ahora vivimos y que en esencia, ya ha reflejado la literatura
VALENCIA. Pocas cosas nos excitan tanto como marcarnos objetivos, apuntar metas en una libreta para Año Nuevo, para antes de verano, para el verano o para después de verano. Si ya has dejado un montón de propósitos en la cuneta para el primer y segundo plazo de los mencionados, pero tienes más moral que el Alcoyano y quieres resarcirte, a continuación te proponemos un nuevo reto. Uno para el que todavía cuentas con seis meses por delante y que en caso de finalizarlo -o al menos de fracasar con cierta dignidad- te enriquecerá mucho más que el Ice Bucket Challenge. El reto en cuestión consiste en leer dieciséis libros antes de que acabe el dos mil dieciséis. Todos ellos guardan relación con episodios que han marcado, están marcando y marcarán indefectiblemente este año.
Empecemos con las efemérides. ¿Sabías que hace cincuenta años de la emisión del primer capítulo de Star Trek? Efectivamente: cincuenta. Las aventuras del Capitán Spock y compañía a lo largo y ancho del espacio llevan medio siglo regalando buenos momentos a sus fans. En el espacio también tiene lugar la maravillosa Cita con Rama, de Arthur C. Clarke, una de las historias más misteriosas y sugerentes de la ciencia ficción. Más efemérides: este año se cumplen cuatro siglos de la muerte tanto de Cervantes como de Shakespeare. Optaremos por el primero y recomendaremos Una lengua muy larga, de Lola Pons, publicado en Arpa Editores. Con este título homenaje a la lengua española aprenderás, por ejemplo, cuál es el origen de la eñe.
Treinta años hace de la muerte del genio Borges, y treinta también del desastre de Chernóbil. En honor al primero, todos y todas deberíamos leer El Aleph, un momento cumbre de la literatura universal que explora las fisuras de aquello a lo que llamamos realidad. Para recordar la catástrofe que nos mostró el lado más peligroso de la energía nuclear, Voces de Chernóbil, de la galardonada con el Premio Nobel Svetlana Alexiévich. Una efeméride más relacionada con las tres décadas: el videojuego The Legend of Zelda acaba de cumplir treinta años. La lectura de Ready Player One, de Ernest Cline, es un buen antídoto contra la nostalgia que conlleva el recuerdo de aquellos maravillosos años. Mucho más cercana en el tiempo nos queda la muerte del gran escritor valenciano Rafael Chirbes, de la que hará un año en agosto. Si no has leído En la orilla, puedes aprovechar el verano para hacerlo.
El segundo bloque de recomendaciones tiene que ver con el pasado más inmediato, el presente, o el futuro cercano. Así, queremos celebrar que este año es olímpico con El combate del siglo, de Jack London, una crónica que ejemplifica a la perfección la capacidad del deporte para superar hasta los obstáculos más difíciles, como el racismo. Este año también ha sido el de las ondas gravitacionales, y si no ocurre ninguna desgracia, el de la llegada a Júpiter de la misión Juno de la NASA, cinco años después del lanzamiento de la sonda. El primer descubrimiento ha dado la razón de forma póstuma a Einstein, quien predijo la existencia de estas ondas hace cien años, por lo que qué mejor manera de adentrarnos en el fantástico mundo de su mente que leyendo -¿por qué no?- Sobre la teoría de la relatividad especial y general, disponible en el catálogo de Alianza Editorial. Por otra parte, el éxito de la misión a Júpiter del programa New Frontiers nos permitirá avanzar en el conocimiento de nuestro Sistema Solar, hábitat sobre el que poco a poco y con mucho esfuerzo, cada día vamos sabiendo más. Lo que hay que tener: elegidos para la gloria, de Tom Wolfe, es una obra perfecta para conocer el salto estelar del ser humano.
Cada año parece traer consigo una enfermedad letal: dos mil dieciséis está siendo el año del virus del Zika, así como el ébola nos hizo contener la respiración previamente. La peste, de Albert Camus, todo un clásico del existencialismo, enfrenta al lector a las consecuencias filosóficas y morales de una epidemia. Útil para entender la condición humana. Para no dejar a los existencialistas: eso que sientes ante el drama de los refugiados, eso que se te enreda en el estómago al ver la reacción de los países de la Unión Europea cuando el otro, víctima de una horrible tragedia, llama a nuestras puertas y nosotros se las cerramos con violencia, ese malestar puede ser La náusea, tal y como la imaginó Jean Paul Sartre.
Una trágica coincidencia: el mismo día que se produjeron los atentados de Charlie Hebdo, salió a la venta Sumisión, de Michel Houellebecq, libro por el cual el escritor francés fue acusado de islamofobia. La historia nos sitúa en un escenario en el cual una formación islamista moderada ha derrotado al Frente Nacional en las elecciones presidenciales francesas de dos mil veintidós, con apoyo de los socialistas y la derecha. La reflexión de Houellebecq, en el catálogo de Anagrama, plantea una reflexión interesante para este año en que el terrorismo nos ha vuelto a golpear con dureza provocando todo tipo de reacciones y conflictos internos y colectivos.
La trayectoria meteórica rumbo a la Casa Blanca del multimillonario Donald Trump bien merece una mención en esta lista. Mesías, de Gore Vidal, nos cuenta cómo un carismático predicador que defiende la muerte como objetivo principal de la vida humana, apoyado por una feroz campaña publicitaria, acaba desbancando al cristianismo y dominando el mundo con su nueva teología a través de los medios de comunicación. Para pensar.
No podemos marcharnos de este reto sin dedicar al menos dos libros al panorama político nacional. Si los Papeles de Panamá te revuelven las tripas y quieres disfrutar con una buena investigación literaria que no guarde ningún parecido en absoluto con la realidad, hazte con La investigación, de Stanislaw Lem, reeditado recientemente por Impedimenta. Una auténtica maravilla de historia, para algunos, lo mejor del polaco -que ya es decir-. Por último, y de cara a las próximas elecciones, Verano azul: unas vacaciones en el corazón de la Transición, de Mercedes Cebrián, publicado en Alpha Decay. Porque precisamente ahora vivimos una nueva transición y como siempre se dice, hay que conocer el pasado para entender el presente e imaginar el futuro. Ese al que cada uno quiere asistir.