La nueva escuela valenciana de cómics ¿basada en hechos reales?
La nueva escuela valenciana de cómics ¿basada en hechos reales?
ana. Suena a lejan
El museo de arte contemporáneo se avanza a nivel nacional al ligarse a la disciplina artística como un lenguaje más para sus exposiciones, además de iniciar muestras específicas en torno a su creación
VALENCIA. El Institut Valencià d'Art Modern sigue este curso 2016 con la primera programación ideada y firmada de manera integral por su director José Miguel G. Cortés. Muestra de ello será la próxima exposición VLC. Valencia Línea Clara, que abrirá una de las claves en el ideario artístico del gestor para el centro de arte contemporáneo: que el cómic pase a formar parte del centro como una disciplina más.
El subdirector general de actividades del IVAM, Álvaro de los Ángeles, concreta que "la persona encargada de liderar esa línea de trabajo es Álvaro Pons", comisario de esta primera gran muestra que contará con más de 500 piezas y 200 originales. Pons es uno de los mayores divulgadores de la historieta en España, autor de Viñetas a la luna de Valencia, historia del tebeo valenciano 1965-2007 (Edicions Ponent, 2007) y premiado en diversas ocasiones por UNICÓMIC (2011) y el Saló Internacional del Cómic de Barcelona (2007 y 2009).
Precisamente, fue en este último contexto en el que se presentó el pasado jueves VLC. Valencia Línea Clara. Esta exposición, que iniciará "el compromiso del IVAM con el cómic, dejando atrás cualquier idea sobre artes menores o mayores y preocupándose por las ideas y discursos de sus autores", según apunta de los Ángeles, quiere ayudar "a que la gente entienda qué es el cómic, que no lo vea como un cuadro aislado", añade Pons. Ambos avanzan a Valencia Plaza que "lo relevante de la exposición será reivindicar qué hizo la llamada, erróneamente, Nueva Escuela Valenciana y la idea de que el IVAM apueste por el cómic".
Con esta decisión, el centro valenciano se adelanta a otros museos de arte contemporáneo: "es el primer paso de una larga relación entre el IVAM y el cómic. La nueva dirección tuvo muy claro que había que incorporarlo como un arte más", añade Pons. Las partes auguran muestras integrales del género, pero también incursiones constantes de la disciplina -si existe el contexto y el objeto- con cualquier otro discurso expositivo. Para empezar, desde la próxima, Perdidos en la ciudad. La vida urbana en las colecciones del IVAM.
La exposición que destapa el 'acuerdo' se centra en la escena valenciana de cómic que eclosionó durante los años 80, pero cuyas raíces parten de los años 70. Con Miguel Calatayud y la activa escena artística de Valencia en los años 70, esos autores mostraron su decidido interés por romper la estética imperante en el cómic desde la experimentación y la vanguardia. Con la peculiaridad de ser una generación formada en su mayoría en la Facultad de Bellas Artes, los principales nombres son los de Sento Llobell, Mariscal, Micharmut, Daniel Torres, Manel Gimeno y Mique Beltrán. Casi Todos coincidieron en su presencia y máxima expresión creativa en la revista Cairo publicada por la editorial catalana Norma durante los años 80.
Tres décadas y pico después del viaje al Festival de Angulema -el más importante de Europa-, la revista Plaza reunía el pasado mes de diciembre a todos los testimonios en un texto que ya se puede consultar íntegro:
La nueva escuela valenciana de cómics ¿basada en hechos reales?
ana. Suena a lejan
Bajo el prisma del comisario Pons, algunas de las claves y cohesiones del grupo es que "se alejan de la fórmula autodidacta al pasar por Bellas Artes, conviven tras el momento convulso de las vanguardias artísticas del entorno [Equipo Crónica, Equipo Realidad, etcétera], de alguna forma catalizan el cómic que llega de américa, las formas pop que había abrazado el cómic francobelga y tienen mucho que ver con el momento creativo de la ciudad de Valencia". En ese momento, por cierto, se inserta Mariscal que publicó sus Garriris en El Víbora, quedando a un lado de la Nueva Escuela Valenciana según el resto de componentes, con los que todo sea dicho no coincidía en su actividad nocturna.
Las obras "reivindican los géneros clásicos desde una lectura posmoderna", apunta Pons. "Desde una parte forma atrevida y arriesgada, de vanguardia, hacia una lectura completamente ajena a los géneros". Influyó en el momento el nuevo tebeo que llegaba de Francia, "que reivindicaba el legado de Hergé y una forma moderna". Así "entroncan perfectamente autores como Daniel Torres, con una aventura que podríamos decir 'de siempre', pero influido por todas esas tendencias y vanguardias más próximas a su tiempo y entorno que lo hacen diferente". Esa línea clara -de la que 'Nel Gimeno, por ejemplo, queda fuera; "a veces le llamamos, de línea oscura"- es la que da nombre a la exposición.
A la Nueva Escuela Valenciana también la define su final. Aunque ilustradoras como Ana Miralles o Ana Juan a veces se han incluido en esa última etapa, lo cierto es que el cierre simultáneo de cabeceras despidió en múltiples direcciones a los creadores citados. El momento dorado del cómic "también explotó su burbuja en Francia. No fue distinto, pero en Valencia el legado quedó impregnado de múltiples formas". Pons habla de los carteles "que vimos en pubs como La Marcha, el Café de Abastos, Metrópolis, Continental o el Autocine Star. Todos siguieron diseñando y creando imágenes para la época, como por ejemplo para Bancaja (tanto Llobell por un lado como Mariscal por otro)". Llegan los trabajos vinculados a la maquetación, la edición, la ilustración en gran medida y el ya citado diseño gráfico. Destacan también la incursión de Daniel Torres en la escena europea a través de la vía francesas, la participación de Llobell en las Fallas y en el diseño del Gulliver, uno de los parques infantiles más reconocibles del mundo e icono de la ciudad de Valencia. Queda la propia tienda Futurama, en esencia uno de los lugares clave para entender la comunión de este variopinto grupo de creadores, o tiendas como Agua de Limón y el elitista club Dúplex (y su taburete), ambos de Mariscal.
El compromiso citado del centro con el lenguaje de la historieta tendrá su vis más tangible en la compra de originales del noveno arte. Así lo ha confirmado de los Ángeles a este diario, matizando que "si bien hasta ahora no se ha incluido para esta exposición, en la que trabajamos con cesiones temporales, la intención es que haya una compra de originales para los fondos del museo". De esta forma, cabe destacar que el centro cuenta con algunas muestras peculiares, como las de los cómics inéditos del Equipo Crónica y Equipo Realidad ya citados.
En las vitrinas de la exposición Colectivos artísticos en Valencia bajo el franquismo. 1964-1976, que ocupó durante el segundo semestre de 2015 la misma galería a la que irá destinada la exposición de Pons (G7), el público ya disfrutó de un par de referencias de estos dos colectivos trascendentales en el arte contemporáneo español. No obstante, el propio Pons apunta que habrá más referencias en VLC. Valencia Línea Clara, "entre la que se encuentran inéditos".
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