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El Marenostrum defiende su renovado proyecto ante las primeras críticas

La Asociación Cívica y Cultural de Port Saplaya demanda en un comunicado que no se celebre el festival sumando apoyos de entidades que, después, fueron desmentidos

6/12/2016 - 

VALENCIA. El proceso para cerrar cada detalle de lo que será la próxima edición del Marenostrum avanza de puntillas, después de la debacle de 2016. Tras anunciar la cancelación del festival, que había pasado del Grao al paraje dels Peixets, y después reubicarlo in extremis en la Marina Real, la construcción de la cuarta edición es una prueba de fuego para administración y organizadores. La propuesta de nueva ubicación, el aparcamiento de un centro comercial próximo a la playa, presentada a los distintos partidos con representación en el Ayuntamiento de Alboraya y a numerosas asociaciones vecinales todavía no está cerrada, aunque desde la Asociación Cívica y Cultural de Port Saplaya ya han rechazado de forma tajante la posible nueva casa del festival.

“No creemos que el lugar sea adecuado para una actividad multitudinaria y con música de muchos decibelios durante muchas horas, en la que se estima una asistencia de pago cercana a 20.000 personas al día y no se puede saber cuantos jóvenes más acudirían a los alrededores”, han manifestado en un comunicado, en el que lamentan que el evento tendría lugar “a escasos metros de nuestras viviendas”, un texto que también ha sido criticado por sumar apoyos que, más tarde, fueron desmentidos por las propias entidades. Después del rechazo en 2016 al festival en la huerta de la partida del Miracle, los promotores de Marenostrum buscan encontrar un nuevo cobijo aunque, según la asociación, esta localización no es la adecuada para albergar "una actividad multitudinaria", mientras que los organizadores destacan que es la ubicación que les fue recomendada en un informe por Conselleria. 

De igual manera, la Asociación Cívica y Cultural de Port Saplaya alerta de la incoveniencia de seguir el ejemplo de otras “poblaciones malditas” como Magaluf o Salou, días de conciertos en los que, además, habrá "música electrónica con elevados decibelios hasta las 7 de la mañana, lo que hará imposible el descanso de los residentes de Port Saplaya y Patacona". Otros inconveniente aducidos por la asociación es que el espacio previsto para el festival, unos 16.000 metros cuadrados de aparcamiento, acoge una gasolinera y está encajonado entre el barranco del Carraixet y el mar. Apuntan también a que la zona no cuenta con adecuadas salidas a pie (la urbanización está rodeada por la carretera la V-21 y sólo cuenta con un pequeño puente para peatones), ni con transporte público.

Apoyos, ¿reales?

Han subrayado también que el festival es "un negocio patrocinado principalmente por empresas de bebidas alcohólicas, discotecas y ocio nocturno" y que los propios organizadores han reconocido que, en ediciones anteriores, "al menos un 30% de los asistentes eran menores de edad". En consecuencia, la Asociación Cívica y Cultural de Port Saplaya ha pedido al ayuntamiento "que deje de apoyar el negocio (de este festival) planteado sobre un suelo urbano y municipal pero de uso público y para los clientes de un centro comercial (a los que tendrá que indemnizar) y que se encuentra muy cercano a las viviendas de Port Saplaya, una zona residencial". A pesar de que la Asociación Cívica y Cultural de Port Saplaya enumeraba en su comunicado un amplio listado de entidades que supuestamente apoyan la no celebración del festival, lo cierto es que también está cuestión ha traído cola.   

“Estamos colaborando estrechamente para que este evento de carácter deportivo, gastronómico y socio cultural salga adelante por el bien de todos los ciudadanos de Alboraya”, denunciaban desde Apartamentos Port Saplaya, que desmentían estar en contra del evento a pesar de que haber sido incluidos en el comunicado de la asociación. "La organización de Marenostrum Xperience cuenta con el apoyo de los principales actores de la vida social y económica de Port Saplaya", destacaron los promotores del festival en un comunicado, en el que enumeraban las distintas entidades y empresas que han dado el visto bueno al renovado evento. Lo cierto es que la organización del Marenostrum presentó hace algo más de un mes un proyecto tanto a los grupos políticos municipales como a distintas entidades para que fuera debatido e incorporar algunas de las peticiones de ambos, un proceso con el que buscan “consenso” y “transparencia”, para así evitar los problemas que surgieron en la reciente edición. Así, a pesar del comunicado de la asociación cívica, ellos hablan de apoyo mayoritario, que suma también, entre otros, al Club Náutico y los vecinos del camping. 

De esta renovación surge el Marenostrum Xperience, que sustituye al Marenostrum Music Festival, un evento que 'engulle' la parte musical pero que incluirá una parte gastronómica, cultural y deportiva, entre otras actividades, ampliando así el periodo de celebración a una semana. Ya confirmaron el pasado mes de octubre la celebración de su cuarta edición en verano de 2017, en la que ofrecerá un formato "novedoso y diferente", acorde a la "filosofía" con la que el certamen arrancó en el año 2014. Los responsables del evento musical destacaron el paso de más de 115.000 asistentes desde su primera entrega en 2014 y han asegurado que, "pese a quedar más de nueve meses para el evento, la maquinaria ya está perfectamente engrasada desde hace más de un mes con un claro objetivo: seguir haciendo de este festival un referente para el turismo cultural y musical de la Comunitat Valenciana".

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