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la renuncia de feijóo descoloca a los 'populares' valencianos

El PPCV, en fuera de juego ante la batalla nacional por la sucesión de Rajoy

19/06/2018 - 

VALÈNCIA. El PP se enfrenta a un proceso de primarias para la designación de su nuevo líder que tiene diversas particularidades inéditas hasta ahora. La primera es que, el presidente saliente, Mariano Rajoy, no está ejerciendo tutelaje alguno respecto a su sucesor, algo que sí hicieron en su día José María Aznar y Manuel Fraga. La segunda se centra en la elección por primarias con la participación de todos los afiliados que se registren, lo que permite un mayor aperturismo de las opciones y una menor capacidad de control por parte de las estructuras orgánicas. Un proceso que, así piensan algunos dirigentes, podría llevar a una situación similar a la vivida recientemente por el PSOE, donde venció Pedro Sánchez, el candidato que no era favorito a priori. 

Bien es cierto que el proceso no se limita solo a las bases. Si no se produce una victoria clara de uno de los candidatos -más del 50% y una diferencia de 15 puntos sobre el segundo-, se abrirá una segunda vuelta en la que decidirán los compromisarios entre dos aspirantes. En este punto, pese a que algunos dirigentes creen que se respetaría la decisión de la militancia, se pisa terreno desconocido y podría plantearse una batalla de delegados a la antigua usanza si el más votado no hubiera obtenido una victoria con un margen importante.

Ante este escenario, el PPCV que lidera Isabel Bonig no está teniendo un papel preponderante en la sucesión pese a ser una de las estructuras autonómicas con mayor peso de España. Este lunes se produjo la renuncia por parte del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, a luchar por el liderazgo nacional. Una noticia que descolocó a todo el partido y también de forma especial a los populares valencianos. No en vano, según subrayan fuentes del partido, desde el entorno de Bonig se había trasladado internamente el respaldo de la cúpula del PPCV a esta hipotética candidatura.

El exministro José Manuel García-Margallo. Foto: EFE

La confusión para los valencianos no queda ahí. El exministro José Manuel García-Margallo -madrileño aunque considerado alicantino 'de adopción'- confirmaba también este lunes por la mañana que sería precandidato y lo ratificaba al final del día tras conocer la renuncia de Feijóo. Fuentes populares apuntaron a este diario que el concejal de Alicante y vicepresidente de la Diputación, Carlos Castillo, es uno de los dirigentes que viene recogiendo avales para el exministro. Por otro lado, otro valenciano, José Luis Bayo, entregaba también este lunes 350 avales -el mínimo son 100- y se presentaba en Madrid como candidato "de las bases". Dos casos que no cuentan con excesiva simpatía por parte de la cúpula que preside Bonig: con el exministro nunca ha habido demasiada sintonía y, respecto a Bayo, quien fue rival de la líder regional en el proceso de primarias autonómicas, es considerado en el PPCV como un verso suelto del partido sin posibilidades reales.

José Luis Bayo, expresidente de NNGG de Valencia, también se ha presentado. Foto: ESTRELLA JOVER

Pero la jornada fue más intensa si cabe. Pablo Casado, actual vicesecretario de Comunicación del PP, también anunciaba ayer por la mañana su intención de presentarse. Una decisión que varios dirigentes del PP interpretaban, tras la renuncia de Feijóo, como un posible acuerdo entre el gallego y el madrileño. No obstante, varias de las fuentes consultadas por este diario mostraban sus dudas sobre esto y admitían que no era descartable que Dolores de Cospedal -o alguien de su cuerda- se atreviera a dar el paso en las próximas horas y, para muchos, con el escenario actual, el salto de Soraya Sáenz de Santamaría debía ser obligado.

Pablo Casado, otro aspirante, sostiene un número de Plaza con Bonig en portada. Foto: KIKE TABERNER

Ahora bien, de ser así, la candidatura de Casado podría profundizar en las grietas en el PPCV. Fuentes del partido consideraron que dirigentes como Pablo Ruz, presidente del PP de Elche y candidato a la Alcaldía, hará campaña por Casado -su mujer es ilicitana- dado que les une una buena relación. De la misma manera, también se destacaba que otros valencianos como el ex jefe de Gabinete de José María Aznar, Germán Alcayde, o Javier Montero, miembro de la gestora de València ciudad, también apoyarían esta candidatura.

A estos perfiles hay que unir el del portavoz de Exteriores del PP en el Congreso, José Ramón García Hernández, quien también anunció días atrás que se presentaría al proceso. Un candidato que se sitúa dentro de la órbita democristiana del partido y que, para algunos dirigentes consultados por este diario, puede jugar un papel negociador en función del peso del resto de los aspirantes que puedan dar el paso. Es decir, tanto García Hernández como los otros dos precandidatos mencionados -Casado parece el más sólido-, generan dudas sobre su determinación para llegar al final del proceso y, para muchos, tratarán de buscar la integración en otras listas llegado el momento.

Así pues, un panorama altamente complejo que puede conducir al PP a una guerra inédita en las últimas décadas. Una pelea en la que, hasta el momento, no parece que los populares valencianos tengan un papel de liderazgo pese al tamaño de la estructura que lidera Bonig. Una circunstancia que podría reconducirse si existiera una unidad militar a la hora de prestar apoyo a un candidato determinado en el proceso, algo que amenaza con no producirse de momento y que apunta a ser imposible si se suman más candidatos a la carrera.

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