El conseller de Educación, Vicent Marzà, junto al secretario autonómico, Miguel Soler (Foto: EFE)En estos caso no se solicitan medidas cautelares que pudieran frenar las concesiones de las ayudas, sino que el procedimiento transcurre a través de la vía ordinaria
VALENCIA. El enfrentamiento por las becas universitarias parece no tener fin. Si la interposición de recursos por parte de la Universidad Católica de Valencia (UCV) contra las ayudas de la Generalitat ha ocasionado la paralización de las autonómicas y las de no abandono, puesto que la Justicia aceptó las medidas cautelares solicitadas, ahora las que están en riesgo son las Erasmus+ y las complementarias del Ministerio.
En estos casos, la Universidad ha optado por la vía judicial ordinaria y no ha solicitado medidas cautelares de paralización ni apelado a derechos fundamentales, por lo que no hay riesgo de que se retiren las concesiones. No se descarta que, si prospera el recorrido del recurso, pueda acabar afectando a la política de subvenciones del Consell.
El Docv ha publicado que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) está tramitando los dos recursos presentados por la UCV ante estas modalidades de becas, que atañen a actividades de movilidad del Programa Erasmus+ y a la parte no financiada de las becas ministeriales con cargo a los Presupuestos Generales del Estado.
En ambos casos se concede el plazo de 15 días para la personación “de quienes tengan interés legítimo en sostener la conformidad a derecho de la disposición, acto o conducta impugnados”. Por tanto, todavía hay margen hasta conocer si el Tribunal valenciano admite los recursos y estos tienen un recorrido legal que vaya más allá.
La admisión no resulta descabellada, si tenemos en cuenta que ya el Conselll Jurídic Consultiu emitió un dictamen instando a Marzà a justificar la exclusión de las universidades privadas de Erasmus+, “o en su caso reconsiderar el mentado criterio”.
Lo verdaderamente relevante es el impacto de esta cuestión en las negociaciones. Que los recursos sigan su curso contrasta con el acercamiento que parece haber habido entre la Conselleria y la Católica. Ambas partes establecían primeros contactos esta semana.
El desencadenante fue el anuncio de la Generalitat, que dijo “tender la mano” al conseller Vicent Marzà “para alcanzar una solución rápida, eficaz e inmediata, tan inmediata como que nos convoquen a una reunión hoy mismo”. Incluso llegaba a sacrificar a su rector, Ignacio Sánchez Cámara, en lo que se interpretó como un gesto de aproximación.
La Generalitat se mostraba dispuesta a hablar, pero se enrocaba en su postura de concesiones y exigía la retirada de recursos para sentarse. No parece que esto haya sucedido, a la vista del recorrido legal de los recursos. Ya lo advertía la UCV: "Retirar antes de dialogar sería eliminar la seguridad de nuestros alumnos”. Pero quién sabe si en un futuro puede llegar a hacerlo.
