Una montaña, el dibujo de una batería utilizando 5.000 árboles. Un mensaje profundo de concienciación. El nuevo reto de Escif promete convertirse en la acción artística de la temporada
VALENCIA. En una ciudad que constantemente intenta explicarse trazando analogías con otros lugares muchas veces nos invade la tentación (a todos) de comparar lo de aquí diciendo que es como lo de allí. Con el artista valenciano Escif sucede. Con poca justificación. Escif es Escif, posiblemente uno de los creadores en nuestro entorno con mayor influencia mundial. La máxima de que Escif transforma algunos mundos podría parecer una exageración. En algunos casos, como el de su próximo proyecto, es una machada literal. Suena a contradicción que un artista urbano penetre en el bosque para encontrar allí su nuevo reto. ¿De artista urbano a artista forestal?
En el monte Olivella de la localidad sureña de Sapri, Italia, un boquete visible desde la distancia de los siglos señala la cicatriz que asola a la montaña, deforestada por la acción humana, símbolo para los locales de cierto desprecio continuado, también de una oportunidad para recuperar la tierra. “L’artista spagnolo Escif, già noto per aver realizzato importanti opere murali a Valencia ed in altre città Europee, realizzerà una batteria “naturale” con 5mila alberi”, reza el periódico La Reppublica estos días.
Porque Escif tiene una misión a la vista. Esta vez no habrá pintura. Ni paredes. Su pincel serán los árboles, su lienzo la montaña. 5.000 árboles en una superficie de 12.000 m2 representarán una batería (como las del icono del móvil), puro símbolo. En una segunda fase 2.000 árboles la rellenarán con un nuevo mensaje: baterías cargadas. En la última fase será la propia naturaleza la que desdibuje la obra, sentando su ley. El proyecto se llama Breath.
Una acción de importancia capital por sus implicaciones, por su volumen, por emplear el arte (¿un arte forestal?) para dar gritos en mitad de la montaña.
Aunque no le gustan las entrevistas y menos concederlas (debe ser por algo), Escif ha detallado con las repuestas siguientes la que promete ser una de las acciones de la temporada, una manera rotunda de dejar huella.
- ¿Por qué está deforestado el monte Olivella?
- Es una de las primeras cosas que me inquietaron de este proyecto, pues no veía sentido poner árboles en un lugar donde la misma naturaleza no los hubiese permitido. Según un historiador local, apoyado en libros de la región, la montaña tuvo arboles hasta mediados de 1700 aproximadamente. La agresividad de la industria maderera de la época en conjunción con las condiciones propias de la montaña (orientación, zona propensa al pasto, etc.) dificultaron enormemente el crecimiento de nuevos árboles.
- Lo que vas a hacer, Escif, es una manera de arte forestal. ¿Qué es lo que seduce de interactuar con la naturaleza?, ¿es la primera vez que la usas para una obra?
- Es la primera vez que trabajo con árboles, pero no la primera que trabajo con la naturaleza. La naturaleza está en cada paso que damos, en cada momento que respiramos, en cada sensación que tenemos… somos naturaleza. El campo del arte en la calle y de la pintura mural han vivido en los últimos años un proceso de desmaterialización muy agresivo. En muy poco tiempo nos arrancaron los pies del suelo y todavía andamos aturdidos. Las grúas han subido tan rápido y tan alto, que los pintores olvidamos que la pintura viene de la tierra. Tenemos que recuperar nuestra naturaleza. Tenemos que volver a respirar profundamente y ser conscientes de que el aire que entra no es el mismo que sale.
- ¿Por qué la montaña captó tu atención?
- La reforestación del Monte Olivella tendrá grandes beneficios para la montaña y para las poblaciones cercanas, pero no es ésta mi motivación principal. Hay montañas deforestadas en todo el mundo. Muchas con una necesidad de reforestación mucho mayor. Plantar 5.000 árboles es un regalo para el planeta, pero es un regalo simbólico, porque son muchísimos más los que se talan y devastan en consecuencia del sistema abrasivo que mantenemos fervientemente. Precisamente es lo simbólico de este proyecto lo que más interesa. Utilizar la reforestación de Monte Olivella para compartir un mensaje de concienciación mucho mayor. Denunciar la falta de energía dando energía. Denunciar la falta de árboles, plantando árboles.
- ¿Cómo entras en contacto con el proyecto Breath?
- Breath es una iniciativa de Incipit, una pequeña asociación cultural de Sapri (localidad en el sur de Italia donde se desarrollará la propuesta). Hace ya tres o cuatro años que nos conocimos cuando me invitaron a pintar una medianera. Desde entonces, hemos mantenido el contacto. Esta asociación lleva dos años estudiando la posibilidad de repoblar la montaña, estudiando la viabilidad del proyecto junto a diferentes técnicos. Después de muchas vueltas, me propusieron colaborar con ellos. De esto hace ya 6 meses y desde entonces estamos inmersos en este proyecto.
- ¿Por qué plasmar el símbolo de una batería creando un nuevo bosque?
- Cada vez tenemos más presente que la crisis real que se nos viene encima es la energética. Estamos abusando obscenamente de la generosidad de la tierra y agotando sus recursos naturales. Hay una conciencia colectiva cada vez mayor en este sentido, pero también hay una fuerza mucho mayor que anula nuestra conexión con el planeta, con la naturaleza, con la vida misma. Esta fuerza es un sistema depredador que nos seduce con placebos artificiales de deseo, de consumo, de acumulación...
En estos dos polos nos debatimos constantemente en cada pensamiento y decisión que tomamos. Creemos tener que decidir entre nuestro ombligo y el del planeta tierra, sin querer entender que no existe tal distancia. Todo es todo. Los límites entre el individuo y lo que le rodea son solo una construcción de la conciencia. Cualquier actitud de desprecio hacia lo ajeno, se traduce en una actitud de desprecio hacia uno mismo. Necesitamos recargar la batería de nuestros teléfonos, como necesitamos recargar la batería de nuestro planeta. Es tiempo de cambio.
- Cuéntame cómo tendrá lugar el proceso.
- La reforestación se pretende llevar a cabo en tres fases, plantando primero 5.000 árboles con el dibujo de la batería (septiembre 2017), rellenando la batería con 2.000 árboles más (septiembre 2019) y dejando, en una tercera fase, que el dibujo desaparezca progresivamente. Que la naturaleza elimine, poco a poco, cualquier traza de nuestra intervención. Los árboles que se utilizarán son especies autóctonas de la región: Encinas para la parte exterior del dibujo y arces para la parte interior. La selección de las especies se ha hecho después de un estudio riguroso de viabilidad y resistencia.
La característica de los arces, al contrario de las encinas, es que son de hoja caduca. El interior de la batería cambiará entonces de color a lo largo de las estaciones; dejando el verde en el verano para entrar en un rojizo en otoño, quedando pelado en invierno para sacar de nuevo el verde en primavera. La plantación de los árboles se llevará a cabo en septiembre, para evitar los duros veranos del sur de Italia.
- ¿Quién está detrás de Breath?
- Incipit es una asociación cultural que cuenta con un equipo de 6 personas enfocadas en diferentes áreas (dirección, gestión, comunicación, diseñ...). Para este proyecto, además, se cuenta con la colaboración de un biólogo, un geólogo, un arquitecto, un equipo de documentación externo y algunos técnicos más. Yo me he encargado de la ideación del proyecto. También de la parte visual y conceptual de toda la campaña previa, en la que estamos trabajando ahora.
La base de la financiación de este proyecto es la campaña de crowdfunding que activamos la semana pasada. Pensábamos que sería maravilloso que este proyecto fuera de mucha gente y alimentar también así la parte simbólica de participación y cooperación. Cualquier aportación es igual de maravillosa. Desde el que pone un euro porque no tiene dinero y quiere participar, al que pone cien porque le apetece hacer mayor contribución, hasta el que simplemente comparte la campaña en sus redes o lo manda a sus contactos.
También contamos con una pequeña ayuda territorial y con los beneficios de un concierto que Damien Rice dará en Nápoles en apoyo a esta iniciativa. Con el tiempo lo que quedará no es un proyecto de Incipit, ni un dibujo de Escif, ni un concierto de Damien Rice. Todo eso desaparecerá. En la montaña solo habrá árboles y, escondidas en sus raíces, estarán las ganas de mucha gente de que el mundo en el que vivimos sea un poquito mejor. Estas raíces crecerán y darán una tierra fértil, llena de buenas intenciones. De las semillas de hoy vendrán los frutos de mañana.
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