“Puerto Mediterráneo es el Terra Mítica del siglo XXI, pero se evaluará con criterios técnicos”

VALENCIA. La disputa por las competencias de evaluación ambiental entre las consellerias de Vivienda, Obra Pública y Vertebración del Territorio (PSPV) y Agricultura Medio Ambiente y Cambio Climático (Compromís) ya puso el foco mediático a principios de legislatura sobre el área de Julià Álvaro, portavoz de VerdsEquo y secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático. Ahora ha llegado el momento de que la Comisión de Evaluación Ambiental dirima sobre dos ambiciosos proyectos con vertientes políticas y sociales: el macrocentro comercial y de ocio Puerto Mediterráneo, proyectado en Paterna; y la tienda de Ikea prevista en el plan Rabasa de Alicante. A las puertas de resolver sobre estas cuestiones el dirigente responde a las preguntas de Valencia Plaza.

-Tras la pugna por las competencias de evaluación ambiental ¿Cómo es la relación entre las consellerias que portagonizaron el tira y afloja?

-Yo creo que era evidente que las competencias de evaluación ambiental han de estar en esta consellería, porque para eso es la conselleria de Medio Ambiente. En el reparto de competencias entre las diferentes consellerias hay una apuesta por darle un ámbito potente al área de Medio Ambiente y se tenía que obrar en consecuencia. Las tensiones que había no tenían tanto que ver con tensiones entre partidos políticos como con el hecho de que, administrativamente, soltar competencias es algo que siempre genera desconfianza, que siempre genera una inercia a pensar 'entre que lo tenga otro y que lo tenga yo, mejor que lo tenga yo'. Pero se resolvió bien, y ahora, dentro de la Comisión de Evaluación Ambiental, tenemos una magnífica relación con la Conselleria de Infraestructuras y Vivienda.

-¿Cómo está funcionando la Comisión de Evaluación Ambiental? ¿Cómo y a qué ritmo se están resolviendo los expedientes?

"No hay ningún tipo de discrepancia entre las dos consellerias en la comisión de Evaluación ambiental"

-Por culpa del reparto de competencias se perdió una reunión, y en la comisión de diciembre, en lugar de la veintena de casos que se tratan habitualmente, se hicieron más de 40. Fue una sesión, digamos, maratoniana. Una vez puestos al día ahora se hace prácticamente una reunión mensual. Y va muy bien. Se llega a acuerdos absolutos en todos los casos entre todos los miembros. No hay ningún tipo de discrepancia entre los miembros de las diferentes consellerias. Cuando algún miembro considera que el expediente no está lo suficientemente acabado nunca se ha decidido imponer un criterio añadiendo 'a pesar de que falta esto según la opinión de no sé quién'. Antes de darle luz verde así se ha dejado sobre la mesa y se ha visto el mes siguiente. Esto ha pasado en dos casos. Funciona con absoluta normalidad.

-¿Se está retrasando el análisis ambiental de Puerto Mediterráneo?

-No. Entendemos que hay mucha más expectación -digámoslo así- respecto a la que pueda generar cualquier otro proyecto, pero a esta conselleria en concreto el expediente llegó el 17 de marzo. Hasta ahora estaba siendo trabajado por la Conselleria de Infraestructuras, que es la competente. A partir da ahora lo veremos e irá con toda normalidad a la Comisión de Evaluación Ambiental. No será -supongo yo- un expediente sencillo, entiendo que requerirá que los técnicos se lo estudien bien, pero lo razonable es que si no va a la comisión de este mes de marzo -a la que no llega- que sí entre en la del próximo mes de abril, si no hay ningún imprevisto. Nosotros no tenemos ningún tipo de retraso. Será una tramitación absolutamente normal.

-¿Cuál es su opinión personal sobre el modelo comercial y de ocio de este proyecto?

"LA REVISIÓN DE PUERTO MEDITERRÁNEO NO TENDRÁ NADA QUE VER CON NUESTRO DISCURSO. SERÁ A PARTIR DE LOS INFORMES"

-A mí me parece que es un proyecto que tiene muy poco que ver con el espíritu del Pacto del Botánico, con el espíritu de cambio y con lo que nos reclama la ciudadanía. Yo tengo la sensación de es un poco el Terra Mítica del siglo XXI -por decirlo así- que nos hemos encontrado nosotros. Creo que no encaja con nuestro modelo ni político ni económico ni productivo. Pero eso es una cuestión estrictamente política. La revisión que se haga en la Comisión de Evaluación Ambiental no tendrá nada que ver con este discurso que estoy haciendo. Será a partir de los informes. Si está todo como toca, desde la Comisión de Evaluación Ambiental no habrá otra posibilidad ni otra vía que bendecir el expediente. Si hay carencias se les ofrecerá la posibilidad de modificarlas, como se hace siempre en estos casos; y si pese a las modificaciones la cosa no da para más o no encaja se emitirá una resolución negativa. Pero si está todo correcto Evaluación Ambiental hará una resolución positiva, como toca.

-¿Entonces será una decisión 100% técnica?

-Sí. La Comisión de Evaluación Ambiental está compuesta por, aproximadamente, una docena y media de técnicos de las dos consellerias, tanto de Infraestructuras como de la nuestra, y dependerá de su criterio propio, no de ningún otro. Lo que sí es evidente es que desde la dirección de la conselleria vamos a ser absolutamente cuidadosos con el cumplimento de los preceptos medioambientales, pero lo vamos a ser con Puerto Mediterráneo y con el Plan General de cualquier pueblo de La Marina. Vamos a ser estrictos, y en este sentido nuestro cuidado va a tener poco que ver con lo que ha hecho el Partido Popular en estos últimos años.

-Los impulsores subrayan que cuentan con todos los informes e inciden en que se trata de terrenos privados ¿A simple vista percibe algo incorrecto en el proyecto?

-Entró el 17 de marzo. Lo he visto poco. Pero se ha dicho que contaba con todos los informes y no es cierto. Hay carencias, y son estas carencias las que se tienen que revisar. Yo creo que se ha dicho muy a la ligera que todo estaba correcto y hay cosas que como mínimo correctas no están, lo que no significa que no se puedan corregir para pasar a ser correctas.

-¿A qué aspectos se refiere?

-Hay cuestiones de movilidad que no están acabadas, temas como el barranco de En Dolça famoso -respecto a su desvío e inundabilidad- que tampoco están cerrados. Se tendrán que revisar y se tendrán que apuntar posibles modificaciones. Este es el proceso que se tendrá que iniciar de aquí a que la Comisión de Evaluación Ambiental lo vea de una forma definitiva.

-¿En Qué punto se encuentra el proyecto de Ikea en Alicante?

-En este caso el asunto no está en nuestro tejado. Ya sen han solicitado modificaciones. A Ikea lo que se le ha dicho es: hay unos informes desfavorables que usted puede solucionar. Si quiere modificarlos, modifíquelos y nosotros haremos una resolución.

-¿Si no lo subsanan se les va a tumbar el proyecto?

-Si nosotros ofrecemos la posibilidad de que se modifiquen estos informes -que no están cerrados- es porque si no los modifican la resolución será negativa. En estos momentos estamos esperando a que se decidan. Ahora tienen un periodo de modificación para aspectos de movilidad y ligados a las lagunas de Rabasa. Se les ha dado un periodo corto de tiempo, no creo que tarden demasiado en responder. La previsión es que los informes definitivos se diriman en la Comisión de Evaluación Ambiental de abril.

-¿A qué regulación le están dando prioridad en materia medioambiental?

-Estamos trabajando, en la línea de lo que se planteó en el encuentro del Consell en Morella, en todo lo referente a medio natural, en la ley de los agentes medioambentales... estamos trabajando mucho en la reforma de la ley de resíduos... Estos meses nos hemos dedicado más a gestionar lo que nos hemos encontrado con las herramientas que nos hemos encontrado, a buscar posibilidades en las leyes actuales de cambiar los enfoques para, de un día para otro, comenzar a hacer cosas diferentes; no tanto a ocupar el tiempo de entrada en las modificaciones legales, lo que nos habría retrasado todavía más la posibilidad de aplicar medidas concretas. Estas leyes se impulsarán más en la segunda mitad del año.

Residuos, agua, incendios y bosques

-¿Cuál es el mayor drama medioambiental con el que se ha encontrado al acceder al cargo?

-Los problemas más graves que nos hemos encontrado, los más urgentes y peligrosos, son en materia de residuos. La estrella de todo esto sería la situación de la Vega Baja, donde tenemos soterramientos ilegales de basura a los que hay que hacer frente. Esta misma semana hemos anunciado un plan de sellado de vertederos porque la situación es muy grave, porque tienen una potencia contaminante muy grande.

Después, en todas las áreas hay problemas graves, continuando por el tema del agua. Tenemos limitaciones hídricas muy grandes, tenemos pozos de los que se está haciendo uso de una manera inaceptable, que están en déficit absoluto o hasta muertos, y hay que buscar alternativas. Nosotros tenemos claro que pasan por la apuesta por las vías diversas de agua, que son básicamente el agua reutilizada y el agua de las desalinizadoras, sobre todo el agua reutilizada. En estos momentos se reutilizan para la agricultura 120 hectómetros cúbicos de nuestras depuradoras, pero tenemos 100 más que todavía no se están reutilizando porque no hay infraestructuras, porque no existe demanda... Se trata de una cantidad importante si se tiene en cuenta que todo el trasvase Xúquer-Vinalopó son 5 hectómetros cúbicos anuales, 30 cuando se acabe toda la infraestructura.

El tercer problema importante, que va ligado con el segundo, es la prevención de incendios. Sabemos que este verano puede ser grave en cuanto al peligro por la falta de lluvias. Y ligado a esto está la gestión de los bosques. Creemos que se ha hecho hasta ahora una gestión forestal muy poco cuidadosa, más pensada en el negocio rápido que en la protección medioambiental, de la que se ha de pasar a una gestión un poco más respetuosa.

Lea la segunda parte de la entrevista: