Foto: Eva MáñezVALENCIA. Este jueves dio comienzo Intramurs, el Festival per l'art a València que le cambiará la cara al Centro Histórico de la ciudad durante los próximos 10 días. En la presentación a prensa del mismo, uno de sus comisarios apuntó que sus actividades programadas llegaban "para incomodar, para fastidiar al barrio". Con la mejor de las intenciones y el contexto adecuado, la idea en cualquier caso es la de hacerse notar y contagiar de un uso alternativo y artístico del espacio público.
Sorprende -por la distancia institucional con nuestro entorno directo- que, con estos mimbres, la Embajada de Holanda en España se haya convertido en colaborador de la segunda edición de Intramurs. Es Holanda, precisamente, el país invitado. Una relación que surgió cuando la directora del festival, Salvia Ferrer, se dio cuenta de que en su agenda de actividades ya había varios holandeses: "no es algo casual. Hay muchos representantes de arte urbano en Holanda. Algunos de ellos, con bastante relevancia (por ejemplo, Monique Bastiaans) y que estarán en el festival".
Quien responde es Eric Nolte (en el centro de la imagen superior), cónsul de Holanda en Valencia y Castellón que, lejos de mantener las reservas con la intervención del espacio público, defiende que Holanda llega a Intramurs "para presumir, en el mejor sentido, de sus artistas llegados a Valencia". Nolte, que asegura que, en cualquier caso, "la propuesta de Intramurs fue valiente al acudir a la Embajada holandesa de propia voluntad". Sin embargo, Nolte habla con naturalidad del "arte en la calle. En Holanda existe desde hace siglos este tipo de cultura y, quizá en España, es algo más nuevo".
El cónsul holandés, que destaca las posibilidades que para el arte público en Valencia supone "el clima y espacios abiertos de grandes dimensiones como el frente marítimo y el puerto", destaca cómo el turismo de su país "se ha desbordado en el mejor sentido", atraído por iconos como la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Aun así, destaca que "a los holandeses les fascina descubrir museos con tanta historia como l'Almoina o la cripta de San Vicente. Son lugares de los que me escriben por mail al volver del viaje nuestros paisanos y que, a veces, tengo la sensación de que no son muy conocidos entre los valencianos".
Nolte, que destaca el uso de la bicicleta y las posibilidades de la misma en Valencia como un foco de atracción para los holandeses, muy habituados a este transporte, se pronuncia en torno a la propuesta Intramurs: "en Holanda el arte es parte del día a día. A menudo ves alguna intervención artística en un parque y la gente la comenta con total normalidad. A veces, como es habitual, parece que forme parte del mobiliario urbano. Por ejemplo, los árboles cubiertos por lanas de colores. Hace 50 años a lo mejor ya estaban e incluso ahora pasan desapercibidos", se sonríe.
Para el cónsul de Holanda la ciudad de Valencia está viendo surgir "a una nueva gente, jóvenes en gran medida, que aprecian esa cultura en la calle. Por eso es importante apoyar a Intramurs, porque genera un tipo de reuniones, de interacciones, muy importantes. La labor de Ferrer y todo el equipo es encomiable y estoy orgulloso de que Holanda participe en esta edición del festival", remata.
