Esta es la cinta que cuenta la naturaleza de la entidad. Revisamos lo que está por venir
VALENCIA. En estos días se cumple un año de la emisión en la cadena estadounidense HBO del documental Going clear: Scientology and the prision of belief (en español Going clear: Cienciología y la prisión de la fe). Con una audiencia de 5,5 millones de espectadores en las dos primeras semanas, el documental se convirtió en el más visto de la cadena en la última década y con su posterior venta a otras plataformas de difusión su impacto no ha parado de crecer.
Paul Haggis, que estuvo dentro de la Cienciología durante más de treinta años y ganó el Oscar en 2004 por Crash, es uno de los encargados de llevar al terreno audiovisual el libro de Lawrence Wright Going Clear: Scientology, Hollywood and the Prison of Belief (Alex Gibney, 2013). Fue estrenado en el festival de Sundance en enero de 2015 y desde entonces la Cienciología hizo todo lo posible para detener su difusión: la ley máxima de esta religión es que la mejor defensa es un buen ataque (en palabras de su creador) por lo que cuando no pudieron parar la difusión del documental empezaron su cruzada en contra. Anuncios en periódicos, radios, televisiones y creación de numerosas webs para difundir rumores en contra de todos lo que aparecen en Going clear fue solo el principio: tras la emisión, las celebridades de esta religión salieron en defensa de su líder y su iglesia. Como creencia religiosa de pleno derecho y protección, por cierto, en Estados Unidos, pero no a este nivel en España, donde sigue quemando etapas para ser 'de notorio arraigo'. Una cuestión cuantitativa.
Breve -brevísima- introducción a esta secta. Se basa en los escritos de L. Ronald Hubbard, un escritor de ciencia ficción que dijo que "para conseguir el primer millón de dólares había que crear una religión" -afirmación que niegan desde dentro de la iglesia hasta la saciedad- y así lo hizo. En 1950 publicó Dianética, que da pie a la religión. Básicamente los cienciólogos practican auditorias un con e-meter, una especie de detector de mentiras, y el auditor va apuntando todo. A través de horas y horas de auditoría, que van subiendo de precio conforme vas avanzando en la organización, llegas al nivel Clear, limpio. A partir de ahí eres un OT (operating thetan) y cuando llegas a OT VIII has alcanzado el grado máximo en la Cienciología. Aproximadamente habrás invertido más de 500.000 dólares y más de veinte años de tu vida.
Un año después del estreno de Going Clear, ¿qué hemos aprendido de la Cienciología? Lo primero y más básico es que es una secta sumamente compleja. ¿En qué posición se encuentra actualmente esta religión? El documental deja muchos -demasiados- interrogantes abiertos pero aún así desde Valencia Plaza hemos actualizado su información tras elannus horribilis de la Cienciología.
1. La pesadilla del líder solo acaba de empezar
Tras la muerte del creador de la Cienciología, L. Ron Hubbard, en 1986 asumió el control de la iglesia David Miscavige. Desde joven, ya que entró a la iglesia con doce años de edad, había formado parte del equipo más cercano de L. R. H. y junto a toda su familia comenzaron a ocupar los puestos más relevantes dentro de la organización. David Miscavige destaca por su carácter controlador y todos los que han trabajado con él señalan que maneja la iglesia de una forma implacable. La norma de ‘la mejor defensa es un buen ataque’ se ha desarrollado hasta niveles nunca visto antes desde que Miscavige maneja la iglesia. Ahora mismo su panorama familiar es muy distinto: de la familia Miscavige solo queda él. Su hermano dejó la Cienciología en el año 2000, su sobrina en 2005 y su padre en 2012. Este último publicará en mayo un libro sobre su vida dentro de la organización y cómo consiguió escapar de su propio hijo.
2. Continúan las desconexiones
La desconexión es una de las políticas clave de la Cienciología: los que no forman parte de la iglesia son potenciales SP (suppressive person, persona supresiva) y si haces algo en contra (dudar de la organización establecida, por ejemplo) eres declarado SP inmediatamente. Según la propia iglesia, Hitler es un reconocido SP. En Going Clear aparecen varios supresivos: nadie de dentro de la secta puede tener contacto con ellos por riesgo de ser ellos declarados SP también. Sara Goldberg relata en el documental como su hijo fue declarado SP por tener amigos fuera de la organización y le obligaron a cortar todo tipo de relación con él: ante su negativa y la de su marido ellos también fueron declarados personas non gratas. La hija de Sara si que desconectó de su familia y no han vuelto a hablar ni a verse desde 2013, cuando le envió un correo a su madre pidiéndole que no volviera a contactar con ella. Este es solo un ejemplo de las cientos de desconexiones que se han llevado a cabo por la Cienciología: al aislar a sus miembros reducen al máximo sus posibilidades de escapar.
3. Más Free Zone pero aún más no religiosos
Free Zone es como se hacen llamar los cienciólogos que practican su fe fuera de la organización de la iglesia. Cuando el líder era L.R.H ya comenzó este movimiento pero ha aumentado considerablemente en los últimos años: cada vez son más los que deciden practicar su fe por libre y no bajo el férreo mandato de Miscavige. Es decir, abandonan la organización pero siguen practicando auditorías y creyendo en los thetan, en la filosofía del creador, en que la homosexualidad, la dislexia y la miopía se curan a través de los libros y en Xenu. Después de unos años viviendo fuera de la organización muchos han abandonado cualquier tipo de culto, como es el caso de Mark Rathbun, auditor de Tom Cruise que abandonó la Cienciología en 2004.
4. Internet es su peor enemigo
Desde la eclosión de internet el declive de la Cienciología es un hecho: los juicios en contra comenzaron a publicarse por la red y muchos cienciólogos comenzaron a saber la verdad de su culto. Desde 1996 Operation Clambake destapa los entresijos de este culto y a partir de los años 2000 multitud de blogs de ex cienciólogos comenzaron a publicar el infierno que vivieron dentro del culto. Actualmente hay canales de youtube especializados, blogs solo para destapar los entresijos económicos de la multimillonaria organización y el periodista Tony Ortega actualiza diariamente su blog con noticias de la secta en todo el mundo. En Going Clear se explica cómo se les insta a sus fieles a que no busquen nada de la Cienciología en internet: según ellos el movimiento en contra forma parte de la conspiración mundial que quiere acabar con ellos, por eso necesitan que continúen donando dinero, que se desconecten de sus familias y que no cuestionen nada de lo establecido. En el silencio está la continuidad de la Cienciología. Paul Haggis narra en su documental como todos sus principios cienciólogos se tambalearon una vez decidió buscar sobre la iglesia en internet y conoció los horrores que ex fieles contaban.
5. Los números no cuadran
La Cienciología asegura tener más de 8 millones de miembros repartidos por todo el mundo pero altos directivos que antes formaban parte aseguran que internamente se manejan unas cifras de unos 40.000 fieles. La última encuesta ARIS (American Religious Identification Survey) cifra en 25.000 el número de cienciólogos en Estados Unidos, mientras que en 2008 esta cifra era de 54.000: un descenso a la mitad en su país de origen no puede más que respaldar el descenso de este culto a nivel mundial. Lo que no ha dejado de subir como la espuma es la cantidad de inmuebles a nombre de la iglesia: algunos muy conocidos por ser el centro de sus operaciones y otros con menos propaganda, como la casa en California que espera a L.R.H cuando este quiera volver a la Tierra. Según la iglesia su líder y creador abandonó su cuerpo por su propia voluntad en 1986 y él elegirá cuando volver a este mundo: por si acaso le esperan con Bonnie View, una mansión que aún está por estrenar que costó más de 10 millones de dólares y que cambia de decoración en cada estación del año.
Tampoco cuadran los números en cuanto a las sedes. En su propia web aseguran tener más de 11.000 sedes pero en su propio listado solo incluyen 148 organizaciones - grandes sedes con muchos recursos, como la de Madrid- y 343 misiones. Las misiones son uniones de personas en pisos o cualquier lugar nada lujoso: se cuenta como organización a partir de una sola persona. Hay numerosas cifras más que tampoco cuadran, como la cantidad de eventos que realizan cada año o los ingresos reales que tienen.
1. Juicios contra Narconon
Pese a que Narconon no es nombrado en el documental, sí que se nombran algunas de las organizaciones que tiene la Cienciología y que durante muchos años ha negado su relación: desde inmobiliarias a organizaciones por los derechos humanos. Narconon es la organización antidrogas de la iglesia. Se basa en un libro de su creador y creen firmemente que la adicción a las drogas se puede solventar a base de leer libros y hacer auditorías. Por el módico precio de unos 20.000 dólares al mes puedes entrar a un centro de rehabilitación de Narconon: los que han conseguido salir y contar su experiencia narran como básicamente es una forma de conseguir nuevos adeptos a la fe pero que no tiene nada que ver con un centro médico. En 2008 murió un paciente y entre 2011 y 2012 otros tres en su centro más reconocido, el de Oklahoma. Actualmente hay numerosos juicios y causas abiertas contra Narconon: David Miscavige encerró a su líder en el agujero y a partir de ahí va a comenzar una supuesta renovación de la organización, con otro nombre y ahora sí reconociendo su unión con la secta.
2. ¿Dónde está Shelly?
Uno de los aspectos con más controversia del documental es que no se nombra a Shelly Miscavige, la mujer del líder, que hizo su última aparición pública hace diez años. Altos miembros aseguran que comenzó un programa de readiestramiento, algo muy típico en los altos cargos de la secta. Una vez Miscavige vea algo en ellos que no se ajuste a sus férreas normas los envía a ser reeducados, a confesar todos sus pecados y a mantener auditorías durante unas doce horas al día durante meses. Supuestamente su mujer estuvo en el agujero, la caseta donde viven hacinados los altos cargos de la secta que caen en desgracia, pero desde hace años se encuentra en la base ‘Twin Peaks’, un recinto construido para aguantar un ataque nuclear y en la que Tom Cruise tiene un lugar reservado si esto pasa. En este recinto se encuentran todas las obras de R.L.H, preparadas para aguantar siglos y siglos. Nada se sabe de ella más que estos rumores: la secta afirma que se encuentra trabajando en nuevos proyectos.
Tras el annus horribilis de la Cienciología, plagado de juicios, investigaciones y cada vez más contenido en la red que cuenta su verdadera organización y como han conseguido escapar muchos de sus fieles, la secta se enfrenta a otro año complicado. El libro del padre de Miscavige volverá a sacudir los cimientos de una organizaciónque poco puede hacer ya para captar adeptos que no sepan en qué se están metiendo, ya que la información sobre la verdadera Cienciología rebosa por todas partes. Como colofón final recomendar la web Truth About Scientology, donde puedes consultar en qué nivel de la secta están sus adeptos. ¿Habrá alcanzado ya Tom Cruise el OT VIII?