La compañía que dirige Miguel Navarro desde 2003 se nutre de alumnos del instituto del Distrito de Marítimo. En 14 años llevan más de 180 actuaciones y solo durante 2017 ya tienen firmadas 28 representaciones más
VALENCIA. El Teatro Grecolatino tiene un circuito juvenil en España de lo más activo. En ese competitivo escenario, la compañía valenciana Grupo Komos se ha convertido en un referente. El pasado viernes ganó el Primer Premio Nacional de Tragedia en el XI Concurso del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Este último se suma a una treintena de reconocimientos tras más de 180 representaciones durante los últimos 14 años y aumentará a buen seguro la programación de actuaciones en 2017, que ya tiene 28 fechas confirmadas.
La inquietud del filólogo Miguel Navarro fue la que puso en marcha esta aventura. El que era docente del instituto Vicenta Ferrer Escrivà de Patraix montó esta compañía juvenil de teatro clásico y desde 2003 el colectivo ha ido acumulando bagaje hasta lograr el Premio Nacional Buero Vallejo (2010). Ese mismo día el profesor recibía la notificación de que su comisión de servicios no era renovada y su nuevo destino, el instituto Distrito Marítimo, pasó a 'heredar' la compañía en la que actualmente es su sede.
A lo largo de estos años, 500 alumnos han pasado por las manos de Navarro. 110 de ellos, todos salidos de los cursos de 4º de la ESO, 1º y 2º de Bachillerato, componen a día de hoy el Grupo Komos, que ha pasado a ser una asociación independiente y autogestionarse a partir de los ingresos de los constantes premios y representaciones contratadas. Una parte de su legado es tener ya a una media docena de alumnos repartidos entre el circuito profesional y la formación en la Escuela Superior de Arte Dramático. Sin embargo, sus coordinadores destacan "lo que supone a nivel de relaciones y experiencias estar constantemente de viaje y conociendo a otros grupos por toda España".
Los gestores del grupo destacan que "todo es posible también por la comprensión por parte del claustro de profesores. Cada año, al inicio de curso, se recuerda la naturaleza de la compañía y cómo se debe hilvanar con periodos de exámenes". Aunque se respetan las fechas más complejas del curso -como puede ser la Selectividad-, lo cierto es que el cuerpo de profesores y los propios padres de los jóvenes son cómplices de la vigencia y el peso de la actividad teatral para una compañía que, solo en la que va de década, acumula una decena de menciones y galardones impulsados por el Ministerio de Cultura.
Aunque los gestores admiten "que todos en el grupo saben de la naturaleza de compañía de estudiantes que le da identidad a la compañía", algunos antiguos alumnos continúan durante años ligados a su actividad. Lo hacen cediendo los roles protagonistas y la presencia en los viajes a los estudiantes de 2º de Bachillerato en primer instancia, después a los de 1º y por último a los de 4º de la ESO. Durante el primer año es habitual formar "parte del 'coro' aunque ya se empieza a ver quién destaca y pueden asumir algunos papeles protagonistas"(Navarro remarca que 'el coro' es el personaje más importante de una Tragedia; quizá por ello la compañía abunda en esa característica y ha presentado uno de los más numerosos de España en varias de sus actuaciones). No obstante, la experiencia que se va acumulando suele pesar en esos papeles principales también reconocidos: Miguel Torrecilla, por su interpretación de Jasón en la obra Medea, obtuvo la mención especial el pasado viernes en el Concurso Nacional de Grupos de Teatro Grecolatino.
Uno de los aspectos más sorprendentes de la compañía es que no solo maneja uno de los complicados textos clásicos: tiene un catálogo 'vivo' de obras entre las que están Medea (Eurípides), Tesmoforias (Aristófanes), Cásina (Plauto) y Después de la Tierra (adaptación del propio Navarro de Antígona de Sófocles). En marzo, época habitual de estrenos para estos grupos antes de la temporada de verano, sumarán Antígona en su versión más clásica. De hecho, cabe resaltar del colectivo valenciano -entre el puñado de compañías con mayor número de reconocimientos a nivel estatal en este momento- que el propio Navarro es especialmente purista con los textos. Su visión como filólogo "influye en el mejor de los sentidos" en ello: "en este tipo de grupos, el papel de los directores se deja notar sobre los trabajos".
Los propios alumnos son los que ponen en valor lo que supone esta actividad en un periodo crucial para su formación. El mismo Torrecilla destaca que "el ambiente de trabajo en el grupo es esencial. Todo parte de ahí. En nuestro caso tenemos un equipo mayoritariamente de chicas, en el que en conjunto creo que se encuentra el momento adecuado para evadirse y convivir y la tensión profesional para desarrollar papeles tan complejos como estos". Por su parte, Natalia López, la protagonista de la premiada Medea, asegura que el último año "preparando el personaje ha sido duro. He tenido que comprenderlo y cambiar de piel de una manera muy intensa. Eso también ha hecho que ahora haya disfrutado muchísimo de esta recompensa".
Los dos lo tienen claro: esta experiencia está siendo determinante para su futuro: "he participado en teatros con mi colegio, en la falla y ahora a otro nivel. La formación en torno al teatro y en torno a las personas de este grupo me hace pensar que sí, que me encantaría y sería un honor poder desarrollarme profesionalmente como actriz", admite López. Torrecilla dice que también continuará su formación en arte dramático una vez superada la etapa en el instituto. Él pone en valor cómo el grupo también filtra todas las ficciones contemporáneas a partir de este bagaje: "puede que tardes unos meses en darte cuenta, pero enseguida ves como todos los relatos que te rodean están relacionados con estas historias tan antiguas; que todo está ahí".
A Torrecilla le estimula especialmente el tipo de papeles en los que interpreta "a un personaje que no deja claro ante el público si es 'el bueno' o 'el malo'. Pasa con Jasón (Medea) o con Edipo (Edipo rey), que quizá serían los dos roles que más aprecio". López admira la posibilidad que estas obras le ofrecen "para interiorizar todo lo que te han enseñado y expresar lo que siente lo que alguien escribió hace tanto tiempo". Esta escuela de teatro y compañía teatral -todo en uno-, reta a sus propios alumnos a abordar el teatro griego clásico con nuevos horizontes, como algunas obras contemporáneas ya representadas: Asalto de cama, Magicum -un espectáculo íntegramente en griego clásico y latín- o la citada y premiada adaptación Después de la tierra.
Sus medio millar de actores ha ofrecido su talento en espacios como el Teatro Romano de Sagunto, el Teatro Romano de Mérida, el Teatro Valle-Inclán de Madrid, el Teatro Principal de Valencia, el Teatro Rialto de Valencia, el Teatro Principal de Zaragoza. el Teatre Principal de Palma de Mallorca, el Teatro Colón de La Coruña, el Palacio de Festivales de Santander, el Teatro Romea de Murcia, el teatro Circo de Murcia, el Teatro de las Esquinas de Zaragoza, el Teatro Campos Elíseos de Bilbao, la Sala Matilde Salvador de Valencia, el Palau de la Música de Valencia o el Teatre Joventut de Hospitalet de Llobregat, entre otros. Una lista a la que este año -y especialmente tras sus últimos premios nacionales- se sumarán otros tantos marcos de cuyas vivencias van dejando constancia a través de su Facebook.